Dramas cotidianos [MadaSaku]

Emergencias Matutinas

Sakura se tocó sus partes con desesperación. Un poco más y no aguantaría.

¿¡Que diablos estaba haciendo ese estúpido!?

- ¡Madara!

Del otro lado de la puerta, no escuchó respuesta.

Con toda la furia contenida, la mujer comenzó a patear la puerta como si fuera un toro embravecido tratando de tirarla abajo. Sus puños se estrellaban con exasperación. 

- ¡Sal del baño ya! 

Con los ojos nublados por la ira y la desesperación, Sakura comenzó a retorcerse y a chasquir sus dedos tratando de amedrentar su urgencia. 

¿Qué tanto tenía que hacer el hombre dentro del baño? ¡Llevaba casi media hora desde que habían desayunado y el infeliz no salía!

¿Se habría quedado atascado en el inodoro?

¿La ensalada de frutas había surtido efecto?

¿Se mearía encima?

Sakura chilló dándole una patada más a la pobre madera que la separaba de su fuente de descarga.

Puede ser que la puerta hubiera llegado  a su limite porque cuando dio la décima patada esta cedió dejándole lugar para entrar. 

Oh.

Lo que vio no le gustó nada. 

Si antes estaba furiosa, ahora estaba colérica.

Fuera de toda lógica posible, se encontró con Madara durmiendo con la boca abierta sobre retrete con la cabeza apoya contra la pared. Llevaba todavía el pijama puesto y no parecía haber utilizado en retrete en sí. 

No se observó, pero su rostro estaba burbujeando de ira. 

- ¡Madara me estoy meando y tu durmiendo hijo de una grandísima #####! - se enojó, tomándolo de los cabellos y sacudiéndolo al mismo tiempo. - ¡Y llegarás tarde al trabajo!

El Uchiha abrió los ojos descolocado, el balanceo de su cabeza de un lado a otro lo dejó desorientado por unos instantes tratando de comprender lo que estaba pasando.

- ¿Qué te pasa mujer? - se quejó con la voz rasposa, tratando de sacársela de encima. La chica estaba como una fiera.

- ¡Ya te dije, estas hace media hora durmiendo en el inodoro mientras estoy luchando por no mojarme encima idiota!

Madara se sacudió la cabeza, enojado por el repentino despertar pero pronto curvó sus labios en una sonrisa.

- No sería la primera vez que te mojas, Sakura - a medida que hablaba sus cejas se alzaban de arriba a abajo de manera cómica. 

Claramente sus palabras arrastraban segundas intenciones. Típico de Madara.

- ¡Pervertido! - de un empujón Madara salió eyectado del retrete, dándose la espalda contra el suelo - mientras dices guarradas mi vejiga está a punto de explotar.

Desplazando el pudor a un rincón, Sakura se bajó las bragas y se sentó en el inodoro lista para liberarse. 

- En la próxima mudanza alquilaremos un apartamento con dos baños para evitar estos problemas - decretó, antes de suspirar complacida.

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