Estos azulejos son tan simétricos, el diseño es tan peculiar... me gustan estos tonos azules. ¿El día estará soleado hoy? Tengo que terminar mi tarea de literatura, por qué es tan lar—¿Cuánto tiempo más vas a licuar esos melones? Nos vendrá cara la cuenta de electricidad!Y ese fue otro de mis tantos pensamientos vagos apagados por mi mamá, vienen y van; me pregunto, ¿qué pasa por mi cabeza?
*
Faltaban doce minutos para que el timbre se escuche y con él cierren las puertas del colegio, como siempre, iba tranquila, tratando de apresurar mis pasos, quería llegar a hora, pero tampoco es que mi corazón me permita dar un trote y evitar quedarme en portería para explicar mi impuntualidad. No es que no quiera dar excusas, sino que no me las sé inventar.
El día estaba muy amigable, no era un calor infernal pero tampoco un frío incómodo. Disfrutaba el camino con una tranquila música y un tarareo internamente bueno pero considerable de psiquiátrico al exterior. La brisa me acariciaba y guiaba a mis seis horas de tortura continua.
Noto mi playlist parar y veo la pantalla de mi celular, este seguía reproduciendo música pero no la oía por los auriculares. De todas las cosas malas, la que más me parecía aterradora era quedarme sin auriculares, son mi vía escape de la penosa realidad. Traté desconectando y conectando la punta en la entrada del teléfono y fue en el quinto intento cuando me resigné y acepté su dolorosa muerte.
Guardé los cables muertos en uno de los compartimentos de mi mochila, deposite mi teléfono en mi bolsillo y seguí con mi trayecto.Me forzo a dar cuenta de mi alrededor, el tráfico, empresarios apurados y choferes estresados por los empresarios apurados, agradecí no haber ido en vehículo. Observaba también a varias parejas compartir el viaje de destino, pareciera que respiraban amor dejando un CO2 de soledad.
Nunca he estado en una relación seria, tuve oportunidades y un que otro error, pero ninguno capaz de querer abandonar mi paz y estabilidad emocional. Aunque vea el estar en una relación algo muy agotador, sin duda me gustaría disfrutar de las cosas buenas que trae; como un abrazo abrigador o charlas nocturnas donde no necesitas ver el móvil o pensar qué hacer o decir, es algo que envidiaba de las parejas, la comodidad y fluidez que pueden llegar a tener.
Pero aún eso no me convencía para tratar de tener una.Ya estaba resignada a ir caminando sin música, revisé mi teléfono para ver la hora, me quedaban dos minutos para alcanzar entrar a clases y aún me quedaban como unos cuantos bloques para llegar, apuré mis pasos hasta llegar a una esquina y percatarme del veloz cruce de autos. Magnifico, a esperar que el semáforo dé rojo.
Vi a las demás personas cruzar por lo que me fijé en el poste que ya prendía la luz roja, crucé ansiosa esperando no tener que ver la cara del portero con desaprobación por mi llegada tardía.Un fuerte sonido me saca de mis imaginaciones y un tirón me trae de vuelta pegándome a un cuerpo extraño.
Una motocicleta había ignorado la luz de paro y siguió de largo infringiendo la ley y por poco casi matándome.
Las luces de la ciudad me cegaban tanto o nada como la adrenalina desprendida por mi sistema, me giro al sujeto con reflejos del mismo flash, y tardo un momento en verlo con claridad ya que me sentía un poco mareada.–¿Estás bien? Dios, cómo es que no vió la luz roja. ¿Necesitas algo?
Esa voz gruesa hizo que abriera los ojos y mirara al dueño de los reflejos de oro.
–Sí, estoy bien -chequee la hora y todavía me quedaba un minuto, aún podía rogarle al profesor que me deje entrar.
–¿Segura? Puedo ayudarte, ¿tienes alguna herida? -negué y volví a mirarlo, tenía una cara de preocupación con unos brillantes ojos que la adornaban.
ESTÁS LEYENDO
Ghost
FanfictionEl amor llega en el tiempo menos pensado, y de la forma menos esperada. No sabía que se podía ser uno a la vez de estar separados. La soledad se sentía más sin él. En edición.