Capítulo 2 - Café la Blanca -

23 6 0
                                    

Mientras avanzaba el autobús, trataba de pensar, a donde ir, que hacer... había planeado esto por tanto tiempo, que ahora que lo estoy cumpliendo, no se que hacer, me di cuenta que el autobús se dirigía a la central del metro, cuando llegó, casi en automático entre al metro, al ser tan de madrugada, 4:30 am, se encontraban todos los empleados dirigiéndose a sus respectivos trabajos, imagine que sus vidas debían ser difíciles, ninguno se vea feliz, más bien cansados ​​y preocupados, y yo no era la excepción; recordé que en algún momento de mi vida había ido a un famoso café en la ciudad de México que mantenía sus puertas abiertas las 24hrs los 7 días de la semana, supuse que sería un buen lugar para pasar el tiempo, después de todo no tenía a donde ir, ni que hacer; cuando llegue a la estación "Bellas Artes" subí las escaleras para salir del metro.

 había planeado esto por tanto tiempo, que ahora que lo estoy cumpliendo, no se que hacer, me di cuenta que el autobús se dirigía a la central del metro, cuando llegó, casi en automático entre al metro, al ser tan de madrugada, 4:30 am, se encontr...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Camine varias calles hasta llegar al café La Blanca, que se encontraron sobre la Av

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Camine varias calles hasta llegar al café La Blanca, que se encontraron sobre la Av. 5 de Mayo, cuando llegué eran un poco pasadas de las 7:00 am, entre y me senté en una de las mesas cerca de la ventana, a esa hora la mayoría de restaurantes fondas y cafés se encontraban llenos por la cantidad enorme de trabajadores que entraban a las 8:00 de la mañana; espere tranquilamente a que una mesera se dispusiera atenderme, y cuando lo hizo, pedí un café bien cargado, a pesar de que la cafetería ofrecía una gran variedad de desayunos y bebidas, llegando a ser casi como un restaurante, yo solo quería algo para no tener el estomago vacío, no tenía ganas de comer, de hecho no tenía ganas de nada, pensaba en todo, y la vez en nada, estaba sola, tenía las manos más frías que nunca, que ni siquiera el café lograba calentarme; estuve mucho tiempo ahí sentada contemplando la calle, viendo pasar a la gente, viendo pasar la vida, y sentirme completamente aislada de ella; cuando me di cuenta, quedaban muy pocas personas en el café, llame a la señorita que me entendió, pague le café y deje poca propina, iba saliendo del café cuando le pregunté a la chica si conocía de algún lugar barato para pasar la noche, ella me miró de manera extraña puesto que eran casi las 10:00 de la mañana, aún así, ella fue muy amable conmigo y me dijo que conocía un refugio para personas sin hogar, y que con suerte podría alcanzar una habitación, debí verme muy mal para que la chica no me sugiriera un hotel o mesón; la chica tomo una servilleta de la barra para escribir la dirección y me la entrego. 

                                               "AV. 5 de Mayo, # 102, Colonia Cuahutémoc, CDMX "

RunawayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora