Todo empezó un día de invierno, estaba en clase y lo único que quería ese día era llegar a casa, no me encontraba muy bien.
Salí y me encontré a el chico que desde hace un tiempo me gustaba, por decirlo así. Esa tarde de invierno, pasamos horas hablando, estuvimos comentando el por que no tener una relación y probar. Así fue, comenzamos a estar juntos. Estos días la gente me notaba rara. Yo me sentía muy bien estando con él, todos los días me levantaba y solo quería que estuviera él aquí, que me tratase como alguien especial, no como una simple conocida, que me diera sus besos y caricias, que me sacara esa risa de tonta. Al acabo de los días me iba pillando más por el. Me decian - Alba, te estas ilusionando demasiado, no creeo que valga la pena- Yo, ¿Ilusionada?, quizás.