Se nos hace tan desconocido el sentimiento de libertad, que al experimentarlo no podemos evitar preguntarnos: ¿y qué hago ahora?, ¿qué hago después?, ¿hacia dónde voy?.
Acabo de salir... queria salir hace rato pero no encontraba el momento, ¿por qué queria salir?, para sentirme libre un rato. Salí, empezé a caminar por la calle, estoy en pleno campo, no me importa nada, no me puedo encontrar con nadie, no hay nadie. Pero al estar ahí, nunca me había sentido libre, nunca no había tenido un objetivo, fue innevitable comenzar a preguntarse: ¿qué hago acá?, ¿por qué salí?, ¿a dónde voy?.
Nadie nos enseño a ser libres, nadie nos enseño a disfrutar el momento, y al experimentarlo nos parece una cosa tan desconocida que te sientes inseguro.
"El ser humano nunca estará conforme".
¿Por qué? Por que no sabemos valorar lo que tenemos hoy y ahora. Queremos más, siempre queremos más, no nos sentimos satisfechos nunca.
Siempre nos preocupamos del futuro, ¿qué haré mañana?, ¿que haré la próxima semana?. Es inútil preguntárselo porque nunca lo sabrás. El destino siempre te tiene preparado lo que tu menos esperas, y al preguntarte qué sucederá es un malgasto de tiempo, porque no lo sabes y nunca lo sabrás. Entonces, ¿qué hacemos?. Fácil, preocuparse del ahora. Y listo.
