Capítulo Único

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Eran las tres de la tarde y el sol alumbraba con gran intensidad, los rayos que caían directo a través de la ventana, provocaban que algunos de los alumnos que estaban atentos a la clase se corrieran mas al centro, lejos del sofocante calor.

El profesor estaba adelante de toda la clase mostrando las últimas diapositivas que quedaban. De vez en cuando no puede pronunciar las palabras de maneras correcta, y era completamente normal que pasara cuando tenia demasiados pensamientos en su cabeza, pero en esta clase le sucedió de una manera casi excesiva, hasta el punto de ponerse muy nervioso.

Y había un único culpable, solo un alumno...

Está bien, tenía experiencia tratando con alumnos difíciles, a sus veintinueve años no tenía nada que envidiarle a nadie, ni a sus colegas de mas años y ni siquiera a la directora de carrera. Siempre se jactaba de su paciencia y aunque era humilde, bien sabia que era poseedor de una inteligencia enorme. Lo que en contraparte, sus habilidades sociables no eran las mejores. Y eso daba el pie para que estudiara y se metiera aun mas en los libros, nunca dejando de aprender.

Aunque ahora, solo sentía como su seguridad bajaba a un ritmo exuberante. Lo que lo irritaba aun mas, era que siendo profesor desde hace años perder la compostura siempre fue inimaginable, pero en esta ocasión...

—Como iba diciendo...— Sus ojos se dirigieron al último alumno que no había apartado la vista en ningún momento, el mismo que estaba sonriendo como si supiera lo que le estaba provocando. Ese mismo que estaba con sus manos apoyadas en su mentón, sosteniendo su cabeza y tal vez mantenía una mirada inocente que seguramente era falsa. Xiao Zhan tragó con fuerza al quedarse quieto, incapaz de desviar su mirada. Apretó su mano en un puño para sacar la frustración que estaba intentando contener con todas sus fuerzas. Sacó su celular, revisó la hora rápidamente y lo volvió a guardar —El tiempo esta llegando a su fin ¿Alguna pregunta, alguna duda que haya quedado con respecto al tema anterior?

Wang Yibo levantó su mano de forma lenta pero segura, por supuesto, no podía ser alguien mas, pero como estaba en el ultimo asiento de la fila, nadie lo notó. Xiao Zhan optó por mirarlo con enojo hasta que este sonrió y bajó la mano sin rastro de culpa. Era obvio que no tenía dudas respecto a la clase, no era la primera vez que lo hacia solo para llamar su atención, para después terminar haciendo preguntas que nada tenían que ver con el tema abordado.

—Entonces pueden retirarse, nos vemos la próxima semana. Les avisaré por correo si el laboratorio se hará. Aún no han arreglado la falla en las cañerías y sin esas no podemos hacer nada.

Todos agarraron sus libros y los bolsos rápidamente para poder moverse a la siguiente clase. Menos un alumno que tenía veintitrés años, pero el aura y la percepción que cualquiera podría tener de él, llegaba a ser la de una persona mayor.

—Profesor, tengo una duda y no me dejó preguntar— Una voz profunda e inconfundible provocó que se asustara, y solo pudo orar para que haya sido imperceptible. Xiao Zhan con todo el disimulo que pudo juntar, se dirigió a la parte trasera de su silla para arreglar el polerón que casi caía, luego miró a su alumno con una ceja alzada para pronto cruzar sus brazos, demostrando quien tenia el poder ahí. 

Aunque Xiao Zhan quería obligarlo a que se fuera y lo dejara de atormentar, también sabia que si no respondía su querido alumno no se iría por su cuenta, por lo que suspiró con fuerza y abrió la puerta, la cual era una política de la escuela, y se hacia uso de ella cada vez que un profesor se encontrara con un alumno. 

Él no iba a romper las reglas por nadie.

Yibo sonrió de lado una vez mas, y al ver que su profesor se había sentado en la silla frente a su escritorio dispuesto a atenderlo, fue su turno de acercarse a la puerta abierta, pero opto por cerrarla con seguro —¿Tiene miedo?

Fortuito (YiZhan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora