Forever Together.

        Cuando prometimos estar juntos por siempre, jamás pensé que en verdad eso funcionaría para nosotros. Una promesa que mantendremos por la eternidad sólo hasta que la muerte ose separarnos, y tuvo la osadía de hacerlo.

Nos encantaba salir a pasear, a pesar del frío londinense. Ian siempre nos regañaba por salir con lluvia, decía que podíamos pescar un resfriada, que no sería bueno. Queríamos disfrutar nuestros días así que no le escuchábamos y de la mano con Zayn nos arrancábamos como los jóvenes que alguna vez fuimos.

Lindos recuerdos.

Entonces enfermó, neumonía. Tenía una tos que le sacaba el alma del cuerpo. Mi viejito tenía cada día menos fuerzas, así me lo hacía saber hasta las últimas. Pasaba cada día junto a Zayn. Con los años su cabello se hacía más blanco, se dejaba la barba a veces, parecía pescador, su piel se arrugó tanto como la mía, envejecimos, juntos. Y sus ojos, su mirada era la misma de la que me había enamorado, la manera en que sonreía también era la misma, él no cambio, hasta sus últimos días siguió siendo el mismo Zayn Malik.

Prendí el televisor e hice zapping hasta que un vídeo con una canción particular me detuvo el corazón un segundo. Estaban pasando What Makes You Beautiful en el conteo de los mejores vídeos de hace casi siete décadas. Cómo ha pasado el tiempo. Lucían tan llenos de vida en ese entonces, si los vieran ahora, con el cabello nevado, líneas faciales muy marcadas, manos temblorosa y sus voces rasposas. No pudimos ser por siempre jóvenes. Tampoco lo queríamos.

- Es papá -su mano se posó en mi hombro, Ian estaba parado detrás de mi con la pequeña Madie en sus brazos. 

- Te pareces mucho a él -mi hijo se sentó junto a mi en el sofá y sentó a mi nieta en medio, ella se quedó hipnotizada viendo a los muchachos en sus mejores años- tienes sus ojos. 

- ¿Lo extrañas? -Su mano encontró la mía y las lágrimas cayeron por mis mejillas- también yo, mamá. 

- Nunca pensé que podría seguir viviendo si él no estaba conmigo, me cuesta creer que al ir a dormir Zayn no está conmigo -suspiré y me giré para ver a mi pequeña Madie animarse al llegar el coro de la canción, aún recuerdo la letra- lo siento cerca, él nunca me ha dejado. 

- Te cuida -murmuró mi hijo- nos cuida. 

- Yo lo he visto -interrumpió la niña- tuve un sueño, él me abrazaba fuerte. 

- ¿Quien? -La abracé para acercarla más a mi- ¿al abuelo Zayn? ¿lo viste? -ella negó y poniéndose de pié corrió al frente del televisor. 

- Éste -casi al llegar al final del vídeo, Madie había apuntando al ruliento- y me decía adiós. 

- ¿Harry? -Me asusté. No porque mi nieta soñara con el que era mi mejor amigo, del cuál no sabía en años, sino porque ahora había una foto de él en las noticias con un titular que anunciaba su muerte.

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Me sentía seca por dentro. Ya había cumplido mi ciclo útil. No soportaba más nada. Lloré meses la partida de Styles, un paro cardíaco le quitó la vida y los doctores no pudieron hacer nada. Era su tiempo. Así nos pasaba a todos. Estaba pasando.

¿Que se me viene a la mente?

Me emociono, no quiero llorar más.

Esos días en que me juntaba con Abigail, llegaba Niall con Harry y reíamos tanto, de tanta tontera. Cuando conocí a mi morenito, mi viejito, mi vida entera, sus malos hábitos, su humor. Nunca pensé que pasaría el resto de mi vida con Zayn. Es inevitable, lloro otra vez. Y Amanda, quizás nuestro destino jamás fue que compartiéramos tanto, pero me marcó, mi hermana. Siento que queda poco para volver a verla, lo siento. Mis amigos, los chicos, mis chicos, todos con sus familias, padres orgullosos pero no lo creí hasta que tuvimos que volver a reunirnos cuando bordeábamos los cuarenta años, sus hijos eran hermosos, sus esposas tan joviales, lucían felices.

La pastelería ¿la recuerdan? Pues mi nuera se ocupa de ella, no ha cambiado su esencia pero ya no va la misma gente, todas aquellas fans de la banda crecieron como el mundo lo quiso. Fueron buenos tiempos, es innegable no admitirlo. Los mejores momentos de nuestra vida se quedaron ahí.

- ¿Mamá? -Le escuchaba llamar- mamá... 

- Ian -susurré con un hilo de voz. Él sabía que pasaba. La cama había sido mi compañera los últimos meses, las fuerzas me abandonan día tras día. 

- Te amo mamá -sus sollozos eran suaves y me partía el alma que mi hijo supiera que me estaba yendo, pero no podía quedarme por siempre- Madie dice que no la dejes sola, y volvió a ver al Tío Harry al dormir.

Sentí un cosquilleo en la mejilla cuando una lágrima resbalaba para desaparecer en la almohada.

- Le decía que el abuelo te espera, está contento -seguía contándome- ella dice adiós. 

- Cuidate -sus manos apretaron las mías- nos vemos... 

-... en la eternidad, mamá.

Como último esfuerzo abrí los ojos y en Ian vi a Zayn, una imagen borrosa de mi esposo en su juventud, el vivo recuerdo de mi morocho en nuestro único hijo. Cierro los ojos.

Me siento liviana, vuelvo a abrir los ojos y ahora lo veo a él. El corazón se me aprieto y estoy corriendo a sus brazos, tengo el cabello suelto y achocolatado otra vez, lo siento caer en mis hombros. Sigo corriendo para acortar la distancia entre su cuerpo y el mío. Le he extrañado demasiado. Agarro su carita entre mis manos y capturo sus labios como la primera vez, con las cosquillas en el estómago y me temblaba todo, siento su sonrisa en el beso. Hermosa, me susurra. Dice que me extrañó. Le digo cuánto lo amo y siento que me llaman a mis espaldas y lo veo sonreír con sus verdosos ojos brillantes. 

- Mandy -sonríe ampliamente, mi alma se llena- es bueno volver a verte. 

- Hazza -lo abrazo llorando, se siente raro, pero me contiene.

Lloro un montón, lloro porque se acabó para nosotros, lloro porque ya no estamos todos juntos, lloramos porque aún quedan Louis, Liam y Niall allá, lloramos porque los extrañamos junto con los buenos momentos que compartimos y ahora lloramos porque sabemos que el día en que nos volvamos a reunir aquí, en la eternidad, será para siempre, los invencibles juntos por siempre, así será.

FIN.