Los golpes seguían y seguían, no parecía querer detenerse, pues no había más retorno que la violencia. Ella había tomado este camino, así que sin más, le iba a dar lo que quería.
Su rostro empezaba a mancharse de la sangre de la chica, pues sus puñetazos eran tan directos y fuertes que la sangre empezaba a brotar de su nariz destrozada, sus labios carnosos y sus mejillas. Era venganza, aunque lo estaba disfrutando, no era la mejor opción.
Pequeños jadeos salían de sus labios, estaba cansado y ella parecía no reaccionar.
En fin, tendría que enterrar su cuerpo.
En un intento de limpiar su boca con su dedo pulgar, terminó esparciendo la sangre por las comisuras de sus labios. Ella yacía quieta en aquella silla de madera, los mechones de su cabello caían hacia adelante, haciendo que su rostro se escondiera en este mismo, sus manos aún estaban atadas a los ante brazos de la silla causando que, pese al forcejeo de zafarse, las muñecas de estas mismas se estrangularan.
Melody estaba hecha una mierda.
Hansel ladeó su cabeza con curiosidad, al vislumbrar un objeto brillante que sobresalía del bolsillo del short de Melody. Se aproximó sintiendo cómo el olor metálico de la sangre, se introducía por sus fosas nasales, causándole un pequeño mareo. Tomó la pequeña tarjeta entre sus manos, viendo fijamente la foto. Sonrió con amargura y rompió la foto, luego le prendió fuego allí mismo, junto a otros papeles que se encontraban dentro de una canasta de basura metálica.
«Patético» pensó para sí.
Vió una vez más el cuerpo tieso de Melody, recordando cada palabra que decía, describiendo sin pudor alguno cómo había asesinado al cachorro, que meses antes, Hansel había comprado para no sentirse tan solo; el imaginar aquella desgarradora escena, de ella partiendo su pequeña cabeza con un martillo, la sangre y sesos exparsidos por toda la habitación, ella abriendo su pequeño y tibio estómago para luego sacar sus intestinos, le causaba una desagradable sensación en su estómago. Y todo esto, por una estupidez.
Chocó con ella semanas atrás por accidente, pero eso no era lo importante para ella, aquí el asunto era que por culpa de Hansel, ella ya no podría mostrar el proyecto por el cual trabajó por meses, de paso se ganó una buena retaíla de reproches por parte de sus profesores. A pesar de todo, el joven de ojos celestes no se había disculpado, consiguiendo que el odio hacia él aumentara, hasta tal grado de vengarse con su pequeño pastor Alemán.
Volviendo a la realidad y después de dejar de recapitular aquella triste escena, se dirigió hacia el cuerpo de Melody y tocó el cuello de esta misma esperando lo que se suponía, debía estar sucediendo.
Cosa que sí pasó.
Melody estaba muerta, sin signos vitales. Con sus ojos cerrados, manchados de sangre.
Hansel frunció el ceño recordando lo que debía hacer. No había otra opción. Tomó el cuerpo de Melody desde su brazo y, como si no fuera un ser humano sino un animal, empezó a arrastrarlo fuera de la pequeña cabaña, tirándolo en una fosa que él mismo había hecho minutos antes. La tierra empezaba a hacer desaparecer el cuerpo de la chica, hasta que su mano sobresalió, por lo que la pisoteó hasta dejar que la tierra la tragara.
La vibración en su pantalón le indicó que al parecer ya sabían lo que había hecho y, que por lo tanto, iría directo a la cárcel.
—¡¿Qué carajos hiciste?!
Hansel apartó el aparato de su oreja, pues su chillona voz era tan molesta como la alarma de su celular.
—Lo sabes bien.
—¿Porqué?... Sabes que irás a la cárcel, Hans, no quiero eso, no quiero, no quiero ¡No quiero! —dijo, gritando exasperada del otro lado de la línea—. La policía te tiene en la mira y esto... Esto es lo que necesitan para encerrarte. Por favor...
Hansel empezaba a cabrearle ese hecho. Ella se empezaba a preocupar cuando ya no había nada más que hacer, ella lo sabía desde un principio y muy fácilmente pudo impedirlo hablando con él, aconsejando su cegado corazón. Pero no lo hizo, por que no quiso.
—Por favor qué. ¡Por favor y una mierda! —gritó cansado por las palabras de aquella mujer de labios rojos, cabellera rubia teñida y semblante autoritario—. Estás de broma, mamá. No pienses que podrás reparar lo que ya no tiene arreglo. Maté a esa perra... ¿Y qué harás? ¿Pedirme que me detenga cuando ya está tres metros bajo tierra? Eres más patética de lo que pensé. Adiós, esperaré la policía aquí.
Sin esperar respuesta por parte de la mujer, colgó. Se sentó en una roca enorme, de las tantas que decoraban el bosque, esperando su destino.
Una sonrisa se dibujó en su hermoso rostro, que ocultaba tantas cosas oscuras que, incluso, a él le atemorizaban. Una sonrisa llena de nada, pues qué más esperaba más que sonreírle a su acto desafortunado.
Era su única manera de huir, internamente, de lo que lo atormentaba.
Nota de autor: ¡Ey, si te ha gustado el capitulo, deja tu sangriento voto y comenta! No sabes lo mucho que me ayuda :)
Por cierto, esta es mi primera historia de suspenso y misterio, con pequeños toques (bueno, no tan pequeños) de sangre a su alrededor.
Nada más qué decir, espero y sigas disfrutando de esta bella y sangrienta historia de supervivencia. Nos vemos en una próxima UwU
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BURBUJA VERDE
Mystery / ThrillerCuando Hans es internado, por "mala conducta", en el Internado "Esmeralda" le da igual lo que le pase en ese lugar, que a simple vista parece más una escuela de preescolar; sin embargo, ese pensamiento se esfuma por completo cuando conoce absolutame...