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.Hay gritos de dolor en la habitación. Dos mujeres ruegan que aguante, argumentando que esta a apunto de acabar su dolor.
La feminidad que está recostada en el suelo solo grita mientras hace presión deseando que ya acabe este dolor; su rostro está manchado con su propio sudor y lágrimas; su respiración cada cierto tiempo se corta impidiendo que haga esfuerzos, pero aún a pesar de aquello no se rinde.
— ¡¡felicidades! ¡¡e-es una niña!! — hablo una mujer de ya tercera edad con gran alegría. Esta cargaba una pequeña recién nacida envuelta en sábanas blancas.
— ¿en serio? ¡Tuve una niña!— dijo la madre en un tono cansada.
La mujer con delicadeza extendió sus brazos a la señora esperando que le entregará a su pequeña. Una vez entregada solo la acerco a su pecho para después retirar la tela para poder verla.
— ... e-es hermosa — la madre, Aiko, no pudo contener sus lágrimas al ver por fin el rostro de su pequeña.
Su mano contraria subió hasta tocar la mejilla de la recién nacida, sintiendo el frío que desprendía su mejilla.
Mientras más tiempo la miraba, más similitudes con ella encontraba. Pequeños mechones adornaban su cabeza siendo estos un rosado limonada; piel blanca como si la misma nieve se tratara; pecas repartidas por su rostro.
Sin duda era una niña hermosa.
— ¡¿enserio!? ¡¡ya nació!!
La expresión de Aiko cambio, lo que al principio era de alegría cambio a una de terror. Su mirada subió con violencia hasta lograr ver a la entrada encontrándose a un joven hombre cargando un niño en Brazos.
Este hombre era de cabellera larga de color dorada y el pequeño en sus brazos era de un rubio cenizo.
Aquel hombre sonrió a mas no poder mientras se acercaba a ambas peli-rosas.
— ¡¡quiero verla Aiko!!
El miedo recorrió el cuerpo Aiko provocando que agarrara con fuerza a la pequeña mientras intentaba retroceder, algo que no podía por lo cansada que se encontraba. Las mujeres que le habían ayudado durante su labor de parto ya se habían ido por lo cual solo se encontraban ellos dos juntos a ambos niños.
Humano e demonio.
— Aiko... esposa. — su tono juguetón cambio a uno seco provocando el ida de la mujer. Con suavidad se sentó de cuclillas quedando al lado de su mujer, dejó a su hijo de tan solo 3 años de edad al lado de su madre justo sobre sus piernas para después, nuevamente verla.— ¿Aiko... me permites cargar a nuestra pequeña?
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𝓜𝓮𝓼𝓽𝓲𝔃𝓪 || kimetsu No Yaiba.
Adventure𝓜𝓮𝓼𝓽𝓲𝔃𝓪 Kimetsu No Yaiba x Lectora. _______________________________________ _______________________________________ Hija de un demonio y una humana, siendo el segundo hijo mestiza de aquella familia. Nacida de un deseo egoísta por parte de...