Narra Pía
Al llegar al comedor él suelta mi cintura. Camina a una de las sillas y la jala hacia atrás
-Siéntate- Dijo un poco serio
Aun en silencio le hice caso. Me senté y él hizo lo mismo
-Dedrik..- Lo llame
-¿Si, mi amor?- Dijo mirándome
Me reprimi demasiado para no soltarle un insulto
-Soy alérgica a las nueces- Dije mirando mi respectivo plato de comida
Eran unos panques cubiertos de lo que parecía ser nuez y almendras
-No, No lo eres. No que yo recuerde- Acercó un poco más el plato a mi
Probablemente moriré si lo como
-Come- Me dice seriamente
Sujete el tenedor con firmeza. Le di una última mirada a Dedrik
Él aún me esta mirando. Corto un pedazo del panque, lo pico con el tenedor y me lo llevó a la boca: apenas lo trago puedo sentir como mi garganta se va cerrando
Empiezo a toser fuertemente intentando vomitar lo poco que comí
La desesperación comenzó, lo mire con suplica y él solo me rodeó
Intentando mantenerme en pie me lancé a él, al instante sentí un pinchanzo en mi muslo seguido de aquel líquido que hacia que ardiera mi sangre
Cerré los ojos recargandome en él
-Necesitas atención médica- Siento como me carga, sus manos evitan a toda costa la parte donde anteriormente me dio el pinchazo
No puedo articular alguna palabras, quiero gritarle y decirle tantas cosas pero no puedo
Aun me cuesta respirar, siento que me deja en una cama. Mi vista se vuelve algo borrosa y nuevamente siento un pinchazo en mi brazo
-Duerme- Veo su rostro acercarse al mío
Siento su respiración a centímetros de mi boca...No resisto más y dejó que el sueño y el dolor me consuma
Unas horas más tarde
Despierto algo adolorida
Miro a mi alrededor notando que en donde estoy parece un cuarto de hospital, excepto por las grandes ventanas dando al bosque
Miro con dolor la intravenosa que tengo puesta, mi estómago gruñe y tengo algo de sed. Me acercó a los monitores que están a un lado de mi
Emergencia
La palabra en letras rojas capta mi atención
Presionó el botón y no más de cinco segundos había un Dedrik parado junto a la cama
Él no tenía camisa y solo llevaba un gran pantalón gris, parecía que estaba haciendo ejercicio
-¿Paso algo? ¿Te duele algo?- Me pregunta
Intento decir algo pero las palabras no me salen pareciera que aún tengo cerrada la garganta, pero no es así
-Seguro y está algo entumida, hiciste mucha fuerza al intención respirar, estaras bien en un par de minutos- Acaricia mi pelo
Le señalo la intravenosa
-¿Qué? ¿La quito?- Asentí
Se acerca a mi y con cuidado saca la intravenosa, poca sangre brota y es detenida por un trozo de algodón que él puso
-Seguro tienes hambre- Me ayuda a levantarme, pone una de sus manos en mi cadera y con la otra sostiene mi mano
Me siento idiota por dejar que esto pase, Pero así tenga que acostarme con él para tener un cachito de oportunidad para irme lo haré
–Estúpida, ¿como se te ocurre?– Me dice mi subconsciente
Cuando me doy cuenta estamos nuevamente en el comedor
Le señale la jarra de agua
Dedrik me deja sentada en la silla, miro cada movimiento que hace con algo de temor
-Todo lo que había en esta casa con nuez esta en la chimenea ardiendo- Me dice pasandome el vaso de agua- No recuerdo que fueras alérgica a la nuez como paso eso?- Pregunta
-Yo...-por fin pude articular una palabra y la garganta ya no duele tanto
Me quedo sin decir nada
-Vamos dí algo- Dice Dedrik
- Cuando salí de Golden descubrí que lo era-
Un silencio se formo, comencé a analizar cada parte del la habitación
Mi mirada acaba en él. No quiero seguir entablando una conversación con él
Bebo un poco más de agua y cuando me doy cuenta él está viendo mis piernas y el como se queda viendo en la parte donde su camisa cubre.
Intento bajarla un poco más. Pero es imposible, Su mirada termina nuevamente conectándose con la mía.
-Te amo- Susurra antes de lanzarse contra mi
Me besa con mucha rudeza. Intento alejarlo pero me es imposible
Sus manos sujetan con fuerza mis muñecas y las pone contra la mesa. Unos segundos más y se aleja de mi, Mis ojos pican y arden a causa de que quiero llorar y mi respiración es agitada y brusca
-Te odio- Le digo sin apartar la mirada. Dedrik esbozo una sonrisa
-Mi linda niña. Estoy seguro que aprenderás a amarme después del regalo que te voy a dar-
Se aleja de mi
-Jamás amaría a un maldito pirómano- Escupo con odio
Su sonrisa desaparece y una mueca siniestra aparece. Me empuja contra la mesa, el vaso de agua que anteriormente bebía cae al suelo estrellándose
Él no parece tomarle importancia, con una de sus manos sostiene mis dos manos sobre mi cabeza
-Claro que me amaras- Susurra
Su otra mano viaja desde mi muslo a mi cadera y después al botón que están bajo mi cuello
Lo desabotona uno tras otro, yo comienzo a patalear con fuerza pero me es inútil, no puedo levantar mis piernas sin que me lastime con la orilla de madera de la mesa
Las lágrimas caen por mis mejillas. Y un miedo me llena, me recuerda a cuando nos encerró en el salon e intento algo similar la diferencia era en que nadie me salvaría ahora
-Mi dulce chica- se acerca a mi oído- No soy un monstruo para hacerte algo como eso- Se aleja de mi
El miedo es intenso y tan pronto lo veo salir en dirección a la otra habitación, corro a la puerta de la cocina e intento abrirla
Al no tener éxito intento con las ventanas pero es inútil. La noche cae y el bosque comienza a verse tenebroso, yo aún estoy en la cocina
Miro el trozo de cristal roto en el suelo. Y una loca idea pasa por mi mente
—No lo harás- me dice mi subconsciente. —Sabemos que no lo harás-
Tal parece que estoy perdiendo la cordura, Mi tranquila vida ahora será una tortura
-Pía- La voz de Dedrik le hace dejar se ver el cristal en el suelo
-¿Que?- Respondo a duras penas
-Tienes que venir a ver los regalos que te tengo- Y la sonrisa siniestra vuelve
Y siento un escalofrío recorrer todo mi cuerpo.
Él...esta loco
Próximo cap: Regalo Siniestro
–¿Los recuerdas?-
La chica asiente viendo al otro chico tendido en el suelo
-¿Recuerdas lo que te hizo?-
-Si-