3

49 2 0
                                    

Narra Pía

Al llegar al comedor él suelta mi cintura. Camina a una de las sillas y la jala hacia atrás

-Siéntate- Dijo un poco serio

Aun en silencio le hice caso. Me senté y él hizo lo mismo

-Dedrik..- Lo llame

-¿Si, mi amor?- Dijo mirándome

Me reprimi demasiado para no soltarle un insulto

-Soy alérgica a las nueces- Dije mirando mi respectivo plato de comida

Eran unos panques cubiertos de lo que parecía ser nuez y almendras

-No, No lo eres. No que yo recuerde- Acercó un poco más el plato a mi

Probablemente moriré si lo como

-Come- Me dice seriamente

Sujete el tenedor con firmeza. Le di una última mirada a Dedrik

Él aún me esta mirando. Corto un pedazo del panque, lo pico con el tenedor y me lo llevó  a la boca: apenas lo trago puedo sentir como mi garganta se va cerrando

Empiezo a toser fuertemente intentando vomitar lo poco que comí

La desesperación comenzó, lo mire con suplica y él solo me rodeó

Intentando mantenerme en pie me lancé a él, al instante sentí un pinchanzo en mi muslo seguido de aquel líquido que hacia que ardiera mi sangre

Cerré los ojos recargandome en él

-Necesitas atención médica- Siento como me carga, sus manos evitan a toda costa la parte donde anteriormente me dio el pinchazo

No puedo articular alguna palabras, quiero gritarle y decirle tantas cosas pero no puedo

Aun me cuesta respirar, siento que me deja en una cama. Mi vista se vuelve algo borrosa y nuevamente siento un pinchazo en mi brazo

-Duerme- Veo su rostro acercarse al mío

Siento su respiración a centímetros de mi boca...No resisto más y dejó que el sueño y el dolor me consuma

Unas horas más tarde

Despierto algo adolorida

Miro a mi alrededor notando que en donde estoy parece un cuarto de hospital, excepto por las grandes ventanas dando al bosque

Miro con dolor la intravenosa que tengo puesta, mi estómago gruñe y tengo algo de sed. Me acercó a los monitores que están a un lado de mi

Emergencia

La palabra en letras rojas capta mi atención

Presionó el botón y no más de cinco segundos había un Dedrik parado junto a la cama

Él no tenía camisa y solo llevaba un gran pantalón gris, parecía que estaba haciendo ejercicio

-¿Paso algo? ¿Te duele algo?- Me pregunta

Intento decir algo pero las palabras no me salen pareciera que aún tengo cerrada la garganta, pero no es así

-Seguro y está algo entumida, hiciste mucha fuerza al intención respirar, estaras bien en un par de minutos- Acaricia mi pelo

Le señalo la intravenosa

-¿Qué? ¿La quito?- Asentí

Se acerca a mi y con cuidado saca la intravenosa, poca sangre brota  y es detenida por un trozo de algodón que él puso

-Seguro tienes hambre- Me ayuda a levantarme, pone una de sus manos en mi cadera y con la otra sostiene mi mano

Me siento idiota por dejar que esto pase, Pero así tenga que acostarme con él para tener un cachito de oportunidad para irme lo haré

Estúpida, ¿como se te ocurre?– Me dice mi subconsciente

Cuando me doy cuenta estamos nuevamente en el comedor

Le señale la jarra de agua

Dedrik me deja sentada en la silla, miro cada movimiento que hace con algo de temor

-Todo lo que había en esta casa con nuez esta en la chimenea ardiendo- Me dice pasandome el vaso de agua- No recuerdo que fueras alérgica a la nuez como paso eso?- Pregunta

-Yo...-por fin pude articular una palabra y la garganta ya no duele tanto

Me quedo sin decir nada

-Vamos dí algo- Dice Dedrik

- Cuando salí de Golden descubrí que lo era-

Un silencio se formo, comencé a analizar cada parte del la habitación

Mi mirada acaba en él. No quiero seguir entablando una conversación con él

Bebo un poco más de agua y cuando me doy cuenta él está viendo mis piernas y el como se queda viendo en la parte donde su camisa cubre.

Intento bajarla un poco más. Pero es imposible, Su mirada termina nuevamente conectándose con la mía.

-Te amo- Susurra antes de lanzarse contra mi

Me besa con mucha rudeza. Intento alejarlo pero me es imposible

Sus manos sujetan con fuerza mis muñecas y las pone contra la mesa. Unos segundos más y se aleja de mi, Mis ojos pican y arden a causa de que quiero llorar y mi respiración es agitada y brusca

-Te odio- Le digo sin apartar la mirada. Dedrik esbozo una sonrisa

-Mi linda niña. Estoy seguro que aprenderás a amarme después del regalo que te voy a dar-

Se aleja de mi

-Jamás amaría a un maldito pirómano- Escupo con odio

Su sonrisa desaparece y una mueca siniestra aparece. Me empuja contra la mesa, el vaso de agua que anteriormente bebía cae al suelo estrellándose

Él no parece tomarle importancia, con una de sus manos sostiene mis dos manos sobre mi cabeza

-Claro que me amaras- Susurra

Su otra mano viaja desde mi muslo a mi cadera y después al botón que están bajo mi cuello

Lo desabotona uno tras otro, yo comienzo a patalear con fuerza pero me es inútil, no puedo levantar mis piernas sin que me lastime con la orilla de madera de la mesa

Las lágrimas caen por mis mejillas. Y un miedo me llena, me recuerda a cuando nos encerró en el salon e intento algo similar la diferencia era en que nadie me salvaría ahora

-Mi dulce chica- se acerca a mi oído- No soy un monstruo para hacerte algo como eso- Se aleja de mi

El miedo es intenso y tan pronto lo veo salir en dirección a la otra habitación, corro a la puerta de la cocina e intento abrirla

Al no tener éxito intento con las ventanas pero es inútil. La noche cae y el bosque comienza a verse tenebroso, yo aún estoy en la cocina

Miro el trozo de cristal roto en el suelo. Y una loca idea pasa por mi mente

—No lo harás- me dice mi subconsciente. —Sabemos que no lo harás-

Tal parece que estoy perdiendo la cordura, Mi tranquila vida ahora será una tortura

-Pía- La voz de Dedrik le hace dejar se ver el cristal en el suelo

-¿Que?- Respondo a duras penas

-Tienes que venir a ver los regalos que te tengo- Y la sonrisa siniestra vuelve

Y siento un escalofrío recorrer todo mi cuerpo.

Él...esta loco

Próximo cap: Regalo Siniestro

–¿Los recuerdas?-

La chica asiente viendo al otro chico tendido en el suelo

-¿Recuerdas lo que te hizo?-

-Si-

EstocolmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora