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- ¡M-me voy a venir! – dije como pude

- Mmm... s-si vente para mi gatita – su gruñido al final de la frase me volvió loca no sabía cuánto más resistirá

Este bajo un poco la intensidad de sus embestidas pero seguía penetrándome fuerte metiéndome todo su miembro.

- Di mi nombre – Su voz seguía sonando como la de Kook – di quien te esta llenando de placer gatita

Mordía mi labio conteniendo los gemidos haciendo que este me embistiera con más fuerza pero aun así seguía metiéndome todo su miembro, no podía contenerme más, mis labios ardían de la fuerza con la que mis dientes los tenía apretados

- ¡S-suk! – Grite - ¡Me voy a Venir?

Sin mediar más palabras sentía como los dos estábamos a punto de llegar al clímax, Suk escondió su cabeza en mi cuello mientras soltaba un fuerte gruñido y yo un fuerte gemido, los dos habíamos llegado al clímax juntos, nuestros cuerpos estaban llenos de sudor y nuestras respiraciones agitadas era lo único que se escuchaba en la habitación, Suk se bajó de encima mio y fue a quitarme el amarre de mis manos dejándome libre.

Después de unos minutos me levanté de la cama buscando mi ropa interior, en ese instante la puerta se abrió dejándome ver a Jungkook, él había posado la vista en su hermano y en como este estaba despeinado, el comportamiento de Suk en estos momentos era como el de Kook un poco altivo. Jungkook no se percató de mi presencia hasta que Suk me miro con una cara seria y este volteo a mirarme también, en ese instantes la cara de Kook me decía mil cosas y ninguna era buena, me miró de arriba abajo y por último salió de la habitación azotando la puerta.

Sabía que había cometido un error muy grande al acostarme con Suk así que salí detrás de Jungkook, tome la camisa de Suk y mientras bajaba me la ponía

- ¡Jungkook! – grité en la puerta del apartamento y este ya en el pasillo volteo a mirarme – Y-yo... - mis palabras se hicieron nudo en mi garganta

Este se devolvió a pasos largo y en su cara veía como estaba soportando las ganas de llorar.

- Yo que T/N? – este río con su sonrisa amarga – no me debes explicaciones tu y yo no somos nada - cada palabra las decía con odio

Sus palabras rompieron mi corazón, me lo merecía, tome de su mano pero este la quitó de inmediato.

- ¿Qué quieres? – Su fuerte y brusca voz solo hacia mi nudo más grande – y yo que creía que eras novia de Kihyun... te acuestas con los dos? – su risa traía ironía, dolor y enojo – te gusta jugar con los chicos eso he visto. me alegra que ese día en tu cuarto me dejaras claros tus sentimientos... pero me alegro aún más de que no me dejaras expresar los míos ya que eran igual o tal vez más profundos que los tuyo.

Este tomo un respiro alejándose de mí y caminando por el pasillo tratando de ocultar sus lágrimas. volvió a mí  otra vez con pasos firmes y con enojo sus manos le pegaron al marco de la puerta dejándome encerrada y con un poco de miedo, jamás lo había visto de esta forma

- Me alegro de no estar en ese remolino de sentimientos que eres tu – dijo con lágrimas en los ojos – me das asco

Sus lágrimas recorrieron sus mejillas y por impulso desee quitarselas pero este tomo mis dos manos y finalizó

- No me toques – para luego irse por el pasillo y entrar al elevador

Cuando el elevador se cerró mis piernas cayeron al suelo con el consuelo de ser abrazada por él al menos por primera y única vez, pero eso no sería posible ya nunca, me sentí tan sucia y despreciable, en ese momento sentí como la puerta del apartamento se abrió, Suk puso un a manta encima de mí y me ayudó a entrar.

...

Ya había pasado una hora de lo que paso con Kook y desde que estaba sentada en la sala mirando a la nada, Suk me trajo una aromática pero me sentía tan sucia que la había vomitado.

- Lo siento mucho – por primera vez en una hora Suk decía algo – no sabía que él vendría... el jamás viene a mi apartamento

Ante sus palabras lo único que podía hacer era llorar y con mucha fuerza, había perdido al chico del que estaba enamorada, al chico que al fin había revelado sus sentimientos hacia mí y que por impulso impedí que el me los dijera a tiempo, odio ser tan impulsiva, me odio.

/ Jungkook /

Mientras más bajaba el elevador más me rompía, sentía como la única mujer que había realmente amado se iba de mis manos, ella lo quiso así y eso le iba a dar... libertad.

Tome mi motocicleta y comencé a acelerar por las calles de Seúl como si no hubiera un mañana, sentía como el viento cada vez chocaba contra mí con más fuerza, sentía como mi corazón era exprimido hasta no quedar nada en él. odiaba sentir cosas por personas que siempre resultaban dejándome, deseaba que alguien se quedara y curara a este desastre que soy, mis pensamientos fueron interrumpidos por la sirena de un carro de policía, comencé a bajar la velocidad y me detuve, sabía que esta noche la pasaría en la cárcel por infringir las normas y poner en peligro mi vida y la de los demás.

Los oficiales me trajeron a una cárcel en la comisaría y me metieron junto a tres personas, los oficiales me pidieron el número de mis padres para avisarles y con solo dar mi nombre ya sabían quién era, mi familia era muy conocida, estos llamaron a mis padres y aunque no quería hablar con nadie me obligaron a hablarles.

Familia Jeon

- ¡hijo dime que estás bien! – mi madre estaba llorando

- Madre no llores, estoy bien – trate de contener mis lágrimas

- ¿Cómo puedes estar bien? Iré por ti

- ¡NO! –grite

- Lo siento madre, pero quiero quedarme aquí esta noche

- Qué te pasó hijo?

- ¿Por qué nada me sale bien? – mi voz se quebró y mi llanto no cesaba

- ¿Por qué nunca pude ser como mis hermanos?

- Hijo, eres único y eso te hace mejor

- Madre quiero quedarme aquí hoy –repetí más tranquilo

- Está bien amor, si eso quieres... pero mañana hablaremos

- Está bien madre

- Sabes que te amo y deseo lo mejor para ti

Sus palabras me quebraron más y como pude me despedí, pase el celular a los oficiales, éstos hablaron a lo lejos un rato más con mi madre y luego me pasaron una manta.

Como pude me acomode en una esquina mirando la pared, sentía como se llevaron a los otros reclusos para la cárcel y al final apagaron las luces quedándome con un guardia, como se decía por ahí "Todos en la noche estamos un poco rotos, un poco tristes o un poco muertos" mis lágrimas no dejaban de caer, el frío ayudaba a que me sintiera más solo y perdido, necesitaba a alguien que tomara mi mano y me sacara de esta oscuridad.

El celador puso canciones tristes, no sabía si agradecer o decirle mil palabras y ninguna buena, quería gritar mi dolor. ahora por fin sabía que era lo que se sentía un verdadero corazón roto.

¿A QUIÉN ELIGES? Trillizos Jeon  (BTS)(terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora