Capitulo 1 (2da parte)

49 3 3
                                    

-¿Estás lista, _____? -la llamó Marge desde la puerta.

Era como su hermano, alta, de pelo claro. Pero sus ojos eran castaños en lugar de mieles como los de Justin. Y como los de ella, aunque los suyos eran más claros. Marge tenía un carácter muy dulce y no era en absoluto violenta. Se había quedado viuda años atrás y jamás había vuelto a mirar a otro hombre. El amor, solía decirle, para algunas personas no moría nunca, aunque tu esposo o esposa hubieran desaparecido. Ella nunca encontraría a nadie tan maravilloso como su difunto marido. Y no tenía ningún interés en buscarlo.

-Sólo me queda guardar un par de blusas –sonrió _____. Dawn y Brandi empezaron a curiosear por la habitación-. Un día vosotras tendréis que pasar por esto.

-Yo no -contestó Dawn, la más joven, de dieciséis años-. Yo quiero trabajar en el rancho, como el tío Justin, cuando termine mis estudios de perito agrónomo. Pero para eso no tendré que irme de casa.

-Yo quiero ser abogado -dijo Brandi, que tenía diecisiete años-. Quiero ayudar a la gente pobre.

-No sé si podrá ayudar a la gente pobre, pero a mí es capaz de convencerme de lo que quiera -le aseguró Marge con una sonrisa.

-A mí también -admitió _____-. Sigue teniendo mi chaqueta favorita... y yo aún no la he estrenado.

-A mí me queda mucho mejor -dijo Brandi-. El rojo no te queda bien.

Pues no tenía ni idea, pensó _____, porque cada vez que pensaba en Justin lo veía todo rojo.

-¿Cómo que no le queda bien? Tiene el pelo castaño y los ojos verdes, así que el color rojo le sienta de maravilla -la defendió Marge, que la observaba mientras guardaba unas blusas en la maleta con expresión sombría.

-Gracias, Marge. Eres un cielo.

Justin ha tenido una emergencia en el rancho, de verdad. Por lo visto, el establo se incendió y tuvieron que echar mano de todos los peones para apagar el fuego.

-Estoy segura de que, si pudiera, habría venido -asintió _____ amablemente.

Pero no lo creía porque Justin no había mostrado el menor interés por ella durante los últimos años. La había evitado en lo posible. Quizá las corbatas lo habían vuelto loco y él mismo había prendido fuego al establo, pensando que era un dragón gigante de ojos rojos, como el de la corbata. Esa idea la hizo reír.

-¿De qué te ríes? -le preguntó Marge.

-Estaba pensando que a lo mejor Justin ha perdido la cabeza y ha empezado a ver dragones amarillos por todas partes...

Marge soltó una risita.

-No me sorprendería nada. Esas corbatas son como para volver loco a cualquiera. ¡____, por favor!

-Pues yo creo que le sientan bien -replicó ella-. Y seguro que algún día se las pondrá.

Marge iba a decir algo, pero pareció pensárselo mejor.

-En fin, yo que tú esperaría sentada.

-¿Con quién está saliendo ahora? –preguntó ______.

Marge levantó una ceja. Sabía a qué se refería, naturalmente. Ya había perdido la esperanza de que su hermano tuviera una relación seria con nadie.

-Está saliendo con una de las Kingston, de Fort Worth. Se presentó al concurso de Miss Texas.-

A _____ no le sorprendió en absoluto. Justin sentía pasión por las rubias guapas. Durante aquellos años, había salido con muchas actrices de tres al cuarto._____, con una cara y una figura de lo más normal, no podía compararse con esas bellezas, pensaba.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 23, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El RompecorazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora