Dolor

Era un día tan lluvioso por el momento el sol no se había dejado ver a ninguna hora del día y la bruma era muy espesa hacía mucho frío definitivamente era un día triste. Kagome e Inuyasha se habían quedado en la cabaña de Kaede debido a que la azabache había sido herida durante la última batalla. Tanto la anciana como Sango, Miroku y Shippo se habían ido a una aldea cercana para atender una emergencia vendrían hasta el otro día según dijo Kaede.

Kagome miraba a Inuyasha el cual no le había dirigido la palabra desde que se quedaron solos en la cabaña. Se sentía un poco triste debido a que Inuyasha últimamente la trataba muy mal y no entendía la razón.

-Puedes dejar de mirarme ya pareces tonta Kagome-

Kagome suspiro profundamente antes de enojarse -¿Qué pasa con esa actitud?, ¿Por qué estas molesto Inuyasha?-

-Eres una molestia Kagome descansa a ver si acaso mejoras esa herida, deja de preguntar cosas que no te importan- hablo molesto el peli plata.

La tristeza en Kagome creció y pregunto algo que no debía mientras lo miraba fijamente–Inuyasha ¿por qué eres así conmigo? yo acaso hice algo malo ¿por qué no puedes hablarme sin ser grosero así como hablas con Kikyo-

El semi demonio la miro por unos momentos y luego aparto su rostro. Kagome le había dado en su punto débil.

-Llueve demasiado hoy, como estarán los chicos- dijo al aire mientras miraba por la puerta tal vez con su comentario podría aligerar el ambiente tenso dentro de la cabaña no es que ella no fuera importante solo que Kikyo tenía un lugar más importante él la amo pensaba pasar el resto de sus días con ella. Kagome que era ella para él aun no lo tenía claro.

Kagome se dio la vuelta sobre el futon sin contestar nada le dio la espalda al semi demonio para no ver lo más e intento dormir, tenía frio no sabía si era por el clima o quizás tenía fiebre.

Inuyasha por su parte se sintió mal por haber tratado mal a Kagome ella solo quería que él fuera amable era cierto era grosero y un tonto con ella y no se lo merecía. No sabía porque razón era así, quizás era su forma de ser y la única que se merecía ese dulce trato era kikyo no podía darle un trato especial a Kagome solo porque viajaban juntos o porque era una buena amiga él era de esa forma y no iba a cambiar.

La noche ya se hacía presente y la lluvia no paraba después de todo el tiempo que había trascurrido Inuyasha camino un poco hasta el futon de kagome para disculparse.

–Kagome yo lo siento no debí hablarte de esa forma es solo que estoy preocupado por la herida que tienes y por lo chicos- mintió la verdad era que estaba molesto porque no tenía ninguna noticia de Kikyo pero no podía decirle eso Kagome.

Kagome no le respondió guardo silencio.

-Vamos Kagome-

No hubo respuesta por parte de la azabache.

-Yo lo siento de verdad no volverá a pasar ya no voy a ser grosero-

Kagome se levantó del futon y giro para ver al peli plata, los ojos chocolates de Kagome estaban tan tristes y casi parecía que estaba a punto de llorar –Ya no importante- dijo algo decepciona.

El semi demonio la miro serio por un momento sus lindos ojos lo conmovieron sintió verdadera pena haber sido grosero con ella pero su personalidad no le permitió decir algo diferente –maldita sea dime algo-.

Kagome se levantó del futon –tengo algo de hambre voy a comer algo, preparo algo para que comas Inuyasha- dijo Kagome -¿crees que ellos estén bien?- hablaba mientras caminaba por la cabaña buscando su bolso.