AÑO 382 DEL CALENDARIO DEL MUNDO HUMANO, AGOSTO 1.
Asuna se levantó de la cama lentamente, miró el otro extremo de la cama y vio allí acostado boca arriba a aquél pelinegro por el cual sin pensarlo dos veces lo dejó todo para estar con él.
Se levantó cuidadosamente para no despertarlo, fue al baño que había en la habitación, se dio una ducha algo rápida, se vistió y acomodó su cabello de la forma que habitualmente usaba, cuando estuvo lista, le dio un beso en la sien a aquel pelinegro y salió de la habitación dejándolo dormido puesto que el día anterior había tenido un día muy largo y estresante.
Asuna se dirigía a la cocina para preparar algo para su lindo pelinegro y luego poder dar inicio a sus múltiples tareas del día.
Una vez tuvo listo el desayuno, lo llevó a la su habitación y lo dejó en una mesa que había y se dispuso a despertar al pelinegro.
-Kirito-Kun~- dijo con un tono dulce mientras acariciaba sus oscuros cabellos. –Kirito-Kun es hora de levantarse~-En ese momento aquél chico dejó ver sus orbes oscuros como la noche aún un poco adormilados.
-Buenos días Kirito-Kun- dijo la chica con un hermosa sonrisa en el rostro.
-Buenos días Asuna- le devolvió el saludo mientras se recostaban en espaldar de la cama.
-Ya está listo el desayuno, vístete y ve a comerlo antes de que se acabe su durabilidad.- al ori esto, aquél pelinegro sonrió genuinamente.
-Gracias Asuna- dijo dulcemente mientras se acercaba a ella y le daba un dulce beso en los labios.
-Bueno Kirito-Kun nos vemos en el almuerzo, que tengas una linda mañana.- Le dedicó una sonrisa mientras se disponía a irse.
- Que tengas una linda mañana...~- Y sin poder decir más vio como la silueta de aquella chica de ojos color avellana se desvanecía tras la puerta de su habitación.
Asuna caminaba tranquilamente por los pasillos de la catedral dirigiéndose al campo de entrenamiento a ver y evaluar cuánto habían progresado los aprendices que ya llevaban en la catedral ya seis meses.
-Seis meses...- Dijo casi inaudiblemente para sí.
-¡Seis meses! Son seis meses soportándola! A ella... ¿Qué haré con ella? ¿Cómo la puedo sacar de mi camino sin herir sus sentimientos? Y aún más importante... Sin parecer una novia celosa y egoísta...- Pensaba Asuna mientras practicaba la falsa sonrisa que tendría que hacer cuando la viera...
Una vez llegó al lugar, como llevaba haciendo cada lunes inicio de semana dio su habitual discurso animador, cada uno siempre diferente del otro pero con un único objetivo "Avanza y nunca te quedes atrás".
Luego de terminar el discurso se despidió y se dirigió a la sala de reuniones puesto que tenían una sesión de estrategia junto con algunos temas de las nuevas leyes que se habían dictado ya hace un par de meses.
Una vez termino la reunión ya eran pasadas las 10:00 am por lo que estaba caminando apresuradamente hacia la biblioteca para comenzar sus clases de artes sagradas.
Ya era hora del almuerzo, finalmente le vería...! Y... lastimosamente a ella también.
Mientras se iba acercando a la puerta del comedor diviso la silueta de aquél pelinegro que por alguna razón ansiaba ver...
Cuando estuvo a su lado le saludo y le dedicó una linda y genuina sonrisa.
-¿entramos?- Preguntó ella, a lo cual el pelinegro asintió con una leve pero visible sonrisa.
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El Sentido De Tu Brillo
Fanfiction-No... Ya no puedo más... -Pensaba para sí mientras miraba el horizonte en pleno atardecer mientras algunas lágrimas rebeldes se deslizaban lentamente por sus mejillas... ¡Todo estaba bien! hasta que ella llegó, aquél día en el que llegaron las nuev...