Una pequeña promesa

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Ciertamente las opciones eran mínimas; podría seguir su camino y reunirse con su escuadrón en el punto de encuentro o se quedaba a ayudarla y se retrasaba por horas, incluso quizás un día completo (teniendo en cuenta su estado).

El sol se perdía en el norte sobre la muralla Rose, un pequeño haz de luz iluminaba débilmente mientras el cielo se teñía de escarlata y el día se tornaba rojizo. el viento que soplaba del este alborotó sus cabellos y sus manos flaquearon sosteniendo las riendas de su caballo.

Levi volvió su cabeza nuevamente hacia ella, tirada en el suelo a varios metros de distancia. Un titán, de aproximadamente 7 metros se acercaba lentamente a su derecha. No podía regresar con el caballo, rompería la formación y llegaría tarde, lo más rápido era el equipo de maniobras tridimensional, pero si lo usaba, el caballo se iría y entonces ambos se verían perdidos. Podía dejarla ahí, ella moriría pero era algo que se salía de sus manos, no podía salvarlos a todos y lo más probable era que si se arriesgaba, si llegaba hasta ella, quizás ya fuese tarde, o quizás moriría minutos después u horas así que ¿para qué arriesgarse? era una causa perdida.

Cualquier otro soldado lo habría pasado por alto, era algo que debido a la situación nadie notaría: habían titanes persiguiéndoles, los gritos de terror inundaban la falsa tranquilidad, los caballos corrían a toda velocidad. Nadie abría notado aquel leve movimiento de la joven, fue una simple sacudida, como si acabase de despertar de un profundo sueño pero sin atreverse a abrir los ojos; y quizás fuese así. Pero Levi si lo vio, sus sentidos eran mejores que cualquier persona promedio, no por algo era el soldado más fuerte de la humanidad, mientras seguía avanzando con su caballo, vio como ella se movía.

Dejó la formación, terció un poco hacia la derecha y se acercó a Gunther y le entregó las riendas de su caballo.

_ Llévatelo y diríjanse al punto de encuentro con Petra y los demás. Si no llego para media noche partan sin mi. ¡es una orden! - Gritó Levi por sobre el ruido del viento.

_ ¡Hey! ¡Capitán! ¿a dónde va? - espetó Gunther al ver como Levi accionaba su maniobrador y se alejaba de él perdiéndose en la espesura del bosque - ¡Tsk! lo que nos faltaba, ahora... - pero no continuó, la punta de su lengua se cortó fuertemente cuando sus dientes se cerraron sobre ella.

_ Hablas mucho cuando cabalgas - le gritó Erd, quien se acercó a él para tomar la posición del capitán - ya lo escuchaste, andando.

Y arreó a su caballo haciendo que éste acelerara el paso.

Mikasa Ackerman se encontraba tirada en el suelo luego de que su equipo de maniobras se quedara completamente sin gas tras esquivar a un titán de casi 10 metros, era de los excéntricos, y aunque sus cuchillas rebanaron la carne débil y acabó con él, lamentablemente no planeó lo suficiente para evitar el fuerte impacto contra un gran árbol que estaba justo delante de ella. el primer impacto con el árbol le rompió tres costillas del lado izquierdo, y al caer al suelo, el segundo impacto le dejó el tobillo roto y luego una pequeña contusión en la cabeza. No se desmayó, pero el dolor le hizo ver todo blanco, sintió nauseas y gritó cuando todo el peso de su cuerpo y de la caída lo recibió su pie, se dobló al instante y escuchó el leve ¡Crack! el mismo ¡Crack! que escuchó cuando chocó con el árbol.

intentó moverse, levantarse pero solo logró sacudir levemente su cuerpo. Una de sus costillas rotas le hacían una dolorosa presión en el costado izquierdo, deseaba (rezaba) para que no le perforaran ningún órgano vital, así que se quedó en su sitio y poco a poco comenzó a sentir una breve vibración en el suelo de grava, abrió los ojos y lo vio. Un titán se acercaba a ella, supo que moriría. El capitán Levi, Gunther y Erd habían seguido sin ella, y es que esas eran las reglas. "no se detengan por nada ni por nadie, avancen" y ellos habían avanzado.

One-Shots (Rivamika) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora