⚜ 𝐆𝐎𝐋𝐃𝐄𝐍𝐌𝐎𝐎𝐍 ፧ 𝐄𝐋 𝐑𝐄𝐈𝐍𝐎 𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐎┋ 𝓙𝓙𝓚 ⇠

𝐏 𝐑 𝐎 𝐋 𝐎 𝐆 𝐔 𝐄

REINO DE GOLDEN MOON - 1765.

Por los pasillos de un gran castillo se encontraban sirvientes caminando apresurados de un lado a otro, por la llegada de un nuevo miembro de la realeza. Y en una habitación de ese maravilloso castillo se encontraba la reina, Inés Castelli. Trayendo al mundo al o a la heredera del trono.

– ¡Vamos mi señora, falta poco! – Exclamó una de las sirvientas, con cierta emoción y preocupación.

– Y-ya no aguantó – susurro la reina con lágrimas en sus preciosos ojos azules verdosos. Después de unos segundos la habitación se vio inundada por el llanto de un bebé, y con ello un suspiró de alivio y felicidad por parte de la reina.

– ¡Oh mi señora! Es una niña..! – Exclamó con alegría la sirvienta mientras limpiaban a la pequeña.

– Una niña..– Susuro con cansancio y felicidad la reina con una sonrisa de oreja a oreja.

– ¿Cómo se llamará mi señora?.. – Preguntó uno de los sirvientes que se encontraba en esa habitación con cierta curiosidad.

– Se llamará Leah, Leah Castelli..– Respondió la reina con algo de cansancio. – Debe descansar mi señora seguramente está cansada, nosotros nos encargaremos de la princesa Leah.

Asintió la reina con los ojos cerrados escuchando como la puerta era cerrada, con ello dando paso al silencio de esa hermosa y espaciosa habitación. Soltó un suspiró de cansancio.

– Cariño, espero que llegues pronto.. – Murmuró con preocupación la reina debido a que su esposo el rey había tenido que hacer un largo viaje, soltó un suspiró mirando hacia la ventana, sus ojos fueron cerrándose de poco a poco dejándose llevar por el sueño.

     (...)

SEÚL COREA DEL SUR - 1765

– Kwan, estoy aquí..– Habló un hombre de rasgos alemanes con el rostro neutro y las manos detrás de su espalda.

– ¡Pero sí miren quién está aquí!..– Exclamó con ironía un hombre de rasgos asiáticos y algunas arrugas en su rostro. – El gran rey de Golden moon, su majestad es un gustó tenerlo en nuestra humilde morada..– habló con amabilidad fingida junto con un toque de ironía y burla.

– ¿Que es lo qué quieres, Kwan? No estoy para tus juegos..– Habló el rey, con cierta molestia.

– Mi señor, usted sabe lo que quiero, no es mucho pedir..– Habla con una sonrisa, haciendo que su rostro de arrugue un poco más.

– ¡Jamás! No te daré el trono de mi reino, no eres digno de ser rey..– Gruñó con molestia el rey. – Si es todo me retiro, no estoy para perder mi tiempo..–

–¡Se va arrepentir, mi señor! No olvide que si alguien sabe lo especial que es su reino querrán destruirlo, no olvide que tengo pruebas..–

El rey siguió avanzando un poco preocupado y asustado, por lo que había dicho aquel hombre, ya que sabía lo crueles y egoístas que podían llegar a ser los seres humanos.

Y desde ése momento el rey llamó a todos los magos y brujas de su reinó. Pará crear una barrera protegiendo así su reinó de todo peligro, creando portales para poder teletransportarse a cualquier país, ciudad u continente. Haciendo así que la existencia de su reinó se consideré un simple cuento para infantes.