Fanfics varios de Pokefilia y demas~ (+18)

29. Mi Espada, tu Escudo. (Sobble, Grookey y Scorbunny)

Estamos en vivo en cinco, gente! ¡Starters, tienen siete minutos!"

Todo el mundo estaba luchando por prepararse para la exposición pública. En una habitación a la derecha del escenario, tres Pokémon esperaban ansiosos su turno para sorprender a la multitud. Nadie más que el profesor y la tripulación sabía de su existencia.

Grookey, el chimpancé de tipo hierba, era bastante curioso. El profesor lo acicalaba muy bien, pero a veces había que controlarlo o desaparecía.

Scorbunny, el conejo tipo fuego, estaba extasiado. Era el más interesado en impresionar, ya fuera el profesor o el público. El secreto casi salió a la luz gracias a él.

Sobble, el camaleón de tipo agua, estaba nervioso. No se tomaba bien con los extraños, y le tomó un tiempo acostumbrarse a su entorno. El profesor y sus compañeros titulares eran sus únicos amigos.

Entró el profesor para ver cómo estaban. "¿Están listos, chicos?"

Grookey asintió. Scorbunny saltó en el aire. Sobble se acobardó.

"¿Qué pasa, Sobble?"

Sobble estaba callado. Ninguno de los Pokémon habló, obviamente. Sin embargo, el profesor era un hombre empático y sabía que Sobble tenía sus ansiedades. Se inclinó hasta el nivel del pequeño camaleón.

"Vamos," sonrió, extendiendo su dedo. "No hay nada que temer. Lo harás bien".

Sobble dudaba en extender la mano. Miró a sus compañeros titulares. Grookey y Scorbunny le dirigieron sonrisas alentadoras. Con ese consentimiento, Sobble tocó el dedo del profesor. No se parecía a nada que hubiera sentido antes. Era como una hoja que no se rompería. Era como un fuego que no dolía. Compartió las lágrimas de una caña salvaje. Fue reconfortante.

"Ya está," el profesor soltó una risita con cosquillas. "¿Te sientes listo ahora?"

Sobble secó sus lágrimas. Estaba listo.

"¡Equipo de cámara listo! ¡Tomen sus posiciones, chiquillos! ¡Scorbunny, estarán listos en dos minutos!"

Scorbunny saltó a su lugar a petición del director de escena. Grookey saltó y subió a su lugar. Sobble, por otro lado, no estaba listo para soltar el dedo del profesor.

"¡Vamos, pequeño, tienes que ir a hacer sonreír a todos! Estaré aquí, lo prometo".

Incluso con la tranquilidad, Sobble estaba ansioso. Cuando se levantó el telón y el portavoz comenzó a dirigirse a la audiencia, Sobble se sintió aún más molesto.

"... Y ahora a todos", anunció el portavoz, "me gustaría presentarles a ... ¡nuestros nuevos titulares!"

La multitud vitoreó cuando Scorbunny hizo lo que mejor sabía hacer. Se estacionó en una gran rueda de metal y se disparó como un cohete hacia el cielo, aterrizando perfectamente con un deslizamiento ordenado. Se frotó la nariz y adoptó una pose, y la multitud se regocijó mucho.

Sobble se escondió en una fuente artificial y se suponía que debía aparecer en este punto. Sin embargo, no se confundiría con su entorno y se perdió la señal.

"¿Sobble?" El profesor susurró desde fuera del escenario. "Se supone que debes aparecer ahora."

Sobble no quería mostrar su rostro. No podía estar a la altura de lo que acababa de hacer Scorbunny. A todos les agradaba. ¿Cómo podían amar a un Pokémon tan patético como él?