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— Te lo juro Gusnabo, cagar estreñido es igual a parir

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— Te lo juro Gusnabo, cagar estreñido es igual a parir.- Haciendo provecho del semáforo se dio el lujo de girar su cabeza dirección al copiloto para demostrar una expresión seria yobviamente, falsa.

— Yo creo que es más como hacer el frutifantastico,pero con dos personas porque un bebé debe tener la cabeza de una sand..- En el momento que estaba dando su punto de vista al tema tan "importante" un impacto brusco se sintió chocar tras ellos.- ¿Qué cojones?

La sorpresa de los omegas fue mayor al escuchar las sirenas de la policía. ¿Venían por ellos? esa improbable pero entendible duda existía, ciertamente durante el trayecto habían causado un par de delitos menores, robar gominolas en las gasolineras, por ejemplo. Solo a uno de ellos les gustaban las gomitas pero el placer de joder nadie se lo quitaba.

La duda sobre en qué "bando" estaban aumentó al recibir disparos por parte de los uniformados. Le habían dado a la llanta y todo hubiera estado bajo control si el de cresta no hubiera confesado.

— Gus.—Carraspeo.— Llevó maria encima.— Susurró, aunque esperaba ser escuchado por el contrarío y no tener que repetirlo.

Mientras Horacio se preparaba para comer barrotes y ser regañado, Gustabo pensaba en como salir de aquella situación. No era posible apenas llegar e ir a la cárcel por culpa de unos bastardos que no sabían manejar bien su coche.

¿Qué más daba el vehículo? lo habían ganado en una apuesta ilegal por lo que no tuvieron necesidad de papeleo y por ende, no estaba a su nombre.

— Bajamos y pedimos ayuda a lo maldito.

No espero a que el otro aceptara, simplemente se bajó y corrió semi agachado, en un ángulo donde el impacto de las balas dieran contra la camioneta y no contra él.

Un amargo aroma a chocolate llego a sus fosas nasales, seguido por uno a café, luego se sumaron más. Su cabeza retumbaba, aún eran horas tempranas del día, el estar con resaca y apuntó de estar entre rejas, no agradecía la pestilencia, le repugnaba.

Horacio siempre tuvo un olfato más agudo y sensible, este parecía desorientado más no asqueado, separaba las escencias y podía incluso disfrutar de ellas.

— Gus.— formó una mueca que alertó al mencionado.— ¿Recuerdas a Pablito?

— Ve al punto, me va a dar algo peor que tus golpes de calor si seguimos aquí.— Hizo comillas con sus dedos.

Siempre que derrotaban a su amigo lo justificaba con golpes de calor, incluso cuando podían estar a menos cero grados.

El olor a canela se volvió más meloso. Diabetes segura pensó el mayor de ambos, el menor sabía perfectamente que odiaba todo lo dulce en desmedida.

— Creo que su hermano esta aquí.

Tener feromonas de más de un olor era muy peculiar, mucho más sin uno de ellos era a fuego. Si no fuera porque le parecía sumamente atractivo el Mexicano, se hubiera descojonado incrédulo de que existiera ese aroma en un alfa.

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⏰ Última actualización: Feb 09, 2021 ⏰

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