T/N es una joven que desde muy pequeña soñó con ser un guardia real, protegiendo al Rey y a la Reina de todo mal. Su sueño se cumplió, llegó a ser un caballero, protegiendo y sirviendo a la nobleza de cerca, pero cuando la reina murió y el Rey Blanc...
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Desde que tengo memoria mi más grande sueño siempre fue convertirme en guardia real.
Lo conseguí, pero hacerlo me conllevó varios sacrificios, varios golpes y heridas, una de mis peores heridas hasta ahora, fue en el rostro. Recuerdo que fue por pelear con uno de mis compañeros, los cuales me molestaban y hacían bromas constantemente, una de esas bromas fue demasiado lejos.
Ellos trataron de hacerme asustar al llevarme por el bosque del reino, diciendo que la princesa había escapado y la estaban buscando por órdenes del Rey Blanco, que ingenua era.
— Entonces, ¿saben por qué la princesa escapó? —pregunté mientras hacía a un lado la rama de un árbol que obstaculizaba mi paso.
— Dicen que fue porque la reina es malvada con ella —respondió uno de los muchos guardias que me acompañaban.
Después de aquella mini conversación nadie pronunció palabra alguna. No hasta que a lo lejos pudimos observar a una joven de cabellera castaña mal escondida entre varios matorrales medianos, sabía muy bien que no era la princesa, pero tanta fue la insistencia de mis compañeros que incluso comencé a creer que si era Blanca nieves. Rápidamente corrimos hacia la chica, quien al vernos huyó de entre las plantas donde se encontraba, en dirección al acantilado.
— Blanca nieves! —grite, con la intención de llamar su atención, pero simplemente me ignoró.
— Creo que va a lanzarse al mar —exclamó un guardia de una manera extraña.
— Tienes que evitar eso T/N —añadió otro más mientras colocaba sus manos en mi casco y me lo quitaba.
Dudosa corrí hacia la supuesta Blanca nieves quien ya se encontraba decidida a saltar, pero al llegar me topé con Lucas, uno de mis compañeros que más solía hacerme bromas, este al verme formó una sonrisa burlona y estalló en carcajadas, a la vez que se quitaba lo que parecía ser una peluca y una capa o algo por el estilo, no tardaron en seguirle más risas.
— De-Debiste ver tu cara jaja —hablaba entre risas burlonas— eres tan divertida.
Mi rostro se tornó colorado de la furia por lo que ahora me daba cuenta era otra de sus bromas, una muy pesada a mi parecer, e-es decir... ¿quién juega a que alguien se va a suicidar? Nadie creo...
— Eres un idiota. —mascullé furiosa apretando mis puños—. Eres un maldito idiota Lucas.
Todos al escucharme insultar al mencionado pararon de reír, incluido el, quien me miró de una manera seria y sombría. Sus labios se torcieron en una sonrisa divertida, sin embargo, su mirada era todo lo contrario.
— El burro hablando de orejas. Aquí la única estúpida eres tú —escupió socarrón y enojado.
— S-sabes muy bien que yo-.
— ¡No! —me interrumpió Lucas con un grito que hizo encogerme en mi lugar por lo repentino que fue—. ¡Eres una estúpida! Ni siquiera sabes distinguir a la princesa de un hombre. ¡¡Un hombre mucho más delgado y más alto que ella!!
Tenía toda la razón, ni siquiera pude distinguir eso, ¿realmente me merezco ser guardia?, realmente me merezco proteger a la princesa o incluso a Regina... No, yo sé que puedo protegerlas, puedo proteger a cualquiera, sin importar que digan los otros de mí, sin importar si me menosprecian y me insultan, yo sé que puedo, sé que soy capaz de todo.
— ¡Mejor cállate! —gruñí seguido de lanzarle un puñetazo en el rostro a Lucas, que por lo súbito que fue, se tambaleó hacía atrás llevándose una mano a la zona del golpe un tanto aturdido.
— Así que quieres pelear, ¿eh? —gruñó divertido mientras desenvainaba su espada—. Bien. ¡Entonces hay que pelear como verdaderos guardias!
No tuve tiempo de sacar mi espada cuando él ya había lanzado hacía mí su primer ataque. En ese instante lo único que logré sentir era como algo escurría desde mi ceja derecha y bajaba por mi mejilla. El segundo ataque no tardó en llegar, está vez a mi estómago, una horrible punzada fue lo que sentí y cuando toqué la zona de mi dolor, vi como mis manos se mancharon de sangre. Lucas parecía estar cegado por la furia en esos momentos, intentó lanzar otro ataque, pero fue detenido por sus amigos.
— Ya basta Lucas! ¡Vas a matarla! —alterado le regañó uno de sus amigos sosteniendo al mencionado de los brazos— ¡Solo te dio un puñetazo, no es para que la lastimes!
— ¿¡Solo un puñetazo!? —protestó Lucas mirándome furioso—. ¡Nadie me toca! ¡Ni mucho menos esa maldita mocosa!
Retrocedí por miedo a que me lastimase más, sin tomar en cuenta que me encontraba en el filo del acantilado, así que cuando di un paso más, resbale sin querer y lo único que alcancé a escuchar, fueron lo que parecían ser los últimos insultos de Lucas antes de caer al mar.
Mi espalda chocó fuertemente con el agua, y el simple hecho de estar con la armadura hizo más doloroso aquel golpe. El aire no tardo en abandonar mis pulmones, llenándolos con agua, podía ver a mi alrededor como la sangre de mis heridas teñía de rojo el agua, también pude sentir como el peso de la armadura solo me ayudaba a hundirme con rapidez. No quería morir de esa forma, pero al parecer nadie me iba a salvar, así que simplemente cerré mis ojos y dejé que todo pasara...
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— T/N, T/N —parpadeé varias veces cuando escuché como uno delicada y quebrada voz me llamaba— T/N, despierta por favor... no me abandones.
¿Blanca nieves? ¿Realmente era ella? o solo era las voces de los ángeles que ya me estaban llevando al cielo. ¿Dios, enserio estoy muerta o qué? Siento mi cuerpo tan ligero.
— T/N —me llamaron otra vez con insistencia.
— Blan...ca —logré pronunciar, ya que mi garganta se encontraba seca y me costaba pronunciar palabra alguna, incluso me costaba abrir mis parpados.
— T/N! —chilló con felicidad la castaña seguido de rodearme con sus brazos, en un cálido y angustiado abrazo— pensé que te perdería... eres mi única amiga.
Entonces no estoy muerta... que alivio. Pero como es que, ¿en dónde me encuentro?, ¿quién me salvó? Oh mi...
— ¿T/N? Te encuentras-.
— T/N!? —escuché la fastidiosa voz de Regina interrumpir a la princesa— ¿Qué haces de holgazana? Te necesito en este instante —al no recibir respuesta mía, pude escuchar las pisadas de tacones apresurados hacía mí y luego un fuerte jaloneo en mi brazo, alejándome de Blanca nieves—. Ahora.
Pude abrir un ojo y ver por última vez a Blanca nieves, quien se despedía con un movimiento de mano triste, antes de salir de su habitación y ser llevada a quien sabe dónde.
|| Si les gustó el capítulo no olviden dejarme una estrellita y su comentario, se los agradecería mucho
