Capítulo III: Té de Jazmín...

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Bonita noche de primeros días noviembre. Después de años (supongo), sin actualizar esta historia he decidido continuarla porque me la han pedido mucho. En amor yaoi la deje en el capítulo cuatro mientras aquí comenzamos en el tres. No lo deje por falta de inspiración, lo deje por motivos familiares. Quienes me conocen saben soy padre y tengo una enorme responsabilidad en mi trabajo desde primera hora del día hasta la noche termino. La continuare en las dos plataformas y será actualización fin de semana, no es constante por mi poco tiempo. Fin de comunicado y comienza el capítulo. 

Nos vemos... 

Chao... 

NOTAS:

Letras en cursivas son pensamientos

Letras en negritas es un flashback



En Alemania, Radamanthys se levantó con un gran dolor de cabeza, se encontró con la compañía de Orfeo así que le pidió un café extra cargado para bajarse la reseca del día anterior. Gracias al líquido se sintió de ánimos, es hora de regresar a sus labores. Sin embargo, antes de salir de la habitación se abrió la puerta. Entró un Aiacos con una cara que asustaría a cualquier espectro o hasta los dioses.

– Radamanthys. – dijo en un tono espectral y con grandes llamas rodeándolo. – Estoy harto de tus borracheras de la noche. Has perdido el tiempo por un idiota que no vale la pena llorarle. – se tranquiliza respirando hondo y exhalando. – Quiero al Radamanthys serio, alcohólico en ocasiones, con su cara de enojado y el fiestero. No al que se lamenta todos los días.

– Aiacos, yo... – trata de hablar, pero es nuevo callado.

– He hablado con el señor Hades. – dijo serio. – En unas semanas vendrá junto con la señorita Pandora y los dioses Thanatos e Hypnos. Quiere hablar seriamente contigo.

– ¡¿Por qué me delataste, Aiacos?! – preguntó sorprendido y molesto a la vez. – ¡Son asuntos que no te incumben!

– Lo sé, pero estoy preocupado por ti. Si no logré detenerte a la buena...será a la mala. – da la vuelta para darle la espalda. – Se me olvida comentarte. – sonríe. – Por órdenes de presidencia, Minos y yo tomaremos unas vacaciones en el inframundo y tendrás que ser gerente en los tres turnos. – cierra la puerta con fuerza.

No le dio tiempo de protestad. Tendrá que trabajar los tres turnos y posiblemente no le paguen dos de ellos. Suspiró pesadamente y se levantó del lecho, tiene que comenzar la jornada de trabajo, lo peor del caso es que se va estresar mucho en los próximos días. Sólo les ruega a los dioses del olimpo que se apiaden de él y lo libren de quejas. Aunque, su día empezó con una simple queja que fue de "suma importancia". Ahora no puede librarse de trabajo. Espera que pasen con velocidad los días.

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Pasaron semanas desde que llegó a Alemania. Ahora toma la decisión de pasar una temporada al castillo quo desde que llegó al lugar le han recomendado. Su curiosidad de conocer el lugar lo convenció, la única forma de llegar es caminando o montando a caballo, él prefirió caminar para ver todo el ambiente de los alrededor, además de ver exóticas criaturas alrededor. Tardó una hora caminando hasta que por fin llegó al lugar viendo la hermosa arquitectura desde afuera. Sintió alegría. Tomó sus maletas y camino hacia la entrada, cuando entró se quedó maravillado por las hermosas decoraciones y algunos adornos que le dan un toque de elegancia. Sobre todo le llamó la atención los colores oscuros, un toque gótico y velas, se da la idea que en la noche las prenden para dar otro tipo de ambiente.

Después de asombrarse del lugar se dirige a la recepción donde fue atendido por un hombre de cabellera larga negra y ojos cafés, le dio tanta gracia ya que se parece a Aldebarán.

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⏰ Última actualización: Nov 08, 2020 ⏰

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