ঔৣ͜͡ capítulo 11ঔৣ͜͡

424 29 5
                                    

Han pasado tres años, realmente es bonito ver como todos están felices con sus parejas, JungKook y Tae también se casaron meses después de mis mayores ¡Hasta Solecito Unnie se casó hace dos años! Fue en verdad una sorpresa.

Sólo quedábamos nosotras, mi gatita y yo esperábamos el momento correcto ¿Cuándo sería ese? Ni idea, si por mí fuera ya estaría usando el apellido Min, pero bueno, ella aún no está lista, o eso me hace creer.

—Minnie.

Volteo a mirar detrás de mí y sonreí como boba al ver la pancita de Tae, sí, está esperando un bebé y eso me pone muy Bsbskaks ah... ¡Seré tía! Y ya quiero tener a la bendi en mis brazos.

—Ah Taetae ¿A qué hora llegaron?

—Tonta ¿En qué tanto piensas que no lo notaste ?

—En lo mismo de siempre.

Ella suspiro y se sentó a mi lado, inmediatamente puse mi mano en su barriguita, tenía 5 hermosos meses.

—Sé que es un poco frustrante para ti y más porque ustedes llevan más de pareja que todos nosotros, pero, tal vez unnie realmente quiere hacer las cosas bien.

Suspiré.

—Lo sé, pero ¿Debemos cumplir 50 para eso?

—No seas dramática, hija.

Ambas reímos.

—Ah, extraño a la Ama y al Appa.

—Lo sé ¿Regresan la otra semana de Paris, no?

—Creo que sí.

Unos toques en la puerta nos interrumpieron, me levanté para abrir la puerta.

—Jungkookie~

—¿Qué hay Minnie?

—Ganas de ser Min Jimin.

Él río.

—Nada nuevo entonces, venía a decirles que Noona ya preparó la comida, bajen.

Asentimos y él pasó para tomar de la mano a su mujer, amaba ver lo bonito que era con ella, me alegra que a pesar de ser tontitos, ahora tengan una relación muy sólida hasta el punto de estar por ser padres.

Los tres bajamos pero la mesa estaba vacía y mi Unnie no estaba.

—¿Uh? ¿Dónde es-

Salté en mi lugar cuando gritaron en el patio trasero, corrí asustada hacia allí temiendo que algo le ocurriera a mi novia.

—Ay diosito, no te la lleves que todavía no es mi marida.

Se escuchó la risa de Kook y Tae tras de mí, pero sólo me concentré en llegar.

Quedé.

Clown.

Todo estaba brillando, sí, ¡Había luces por todos lados! Y eso que todavía no es navidad.
Salté emocionada cuando vi a YoonJi cargando a Holly, nuestra mascota. El cual tenía en su correa una mini cajita.

Mis ojitos se pusieron cristalinos al imaginar qué había dentro.

—Bueno, creo que llegó la hora.

—¿La hora?

—Ya sabes, Jimin, no es que no estuviera lista antes. Es sólo que quiera comprobar que realmente podríamos con todo, y bueno, sé que podremos.

Mis ojitos dejaban salir lagrimitas, no era una super pedida, pero yo era feliz, porque por fin mi novia lo iba hacer.

—Así que, Amor, mi pequeña bebé.

—Yoonnie-. Sollozos pequeños salían sin parar.

—¿Quieres ser Min Jimin?

Rei asintiendo.

—Sí a todo.

Ella río y le quitó la cajita al collar de nuestro bebé, lo bajó y se arrodilló para abrirla.

—Eso estaba de más, Yoon.

—No importa, dame tu manita.

Riendo se la tendí.

—Gracias por aceptar, mi amor.

Sonreí demasiado feliz y me le tiré encima.

Ni siquiera me había dado cuenta que Nam y Jin estaban ahí, hasta que el llanto descontrolado de esa mujer se escuchó.

Riendo me levanté después de ayudar a Yoonnie a hacerlo, y fui con mi Omma.

—Jinah Unnieeeeeeee

—Ah, por fin, bebé, por fin.

Sonreí asintiendo.
Por fin sería Min Jimin.








Estaba junto a Ji, ambas mirábamos a nuestros amigos ser felices mientras sostenía el agarre en su mano con fuerza.

—Cuando te conocí juré que jamás me harías caso.

La miré extrañada.

—¿Uh?

—Eso fue lo que sentí la primera vez que te vi.

Sonreí, cómo olvidarla, su cabello corto, su estilo tan dark, su mirada tan profunda y ni hablar de lo hermosa que se veía. Ahora luce más hermosa, siendo una mujer adulta tan malditamente caliente.

—Yo recuerdo que cuando te vi quedé impactada, dios, YoonJi eras mi tipo de chica perfecta.

Ambas reímos.

Nos conocimos gracias a nuestros amigos, ya que eran amigos en común. Nos gustamos a primera vista pero jamás dijimos nada por un año, un año desperdiciado. Aún así, siempre que la veía mis latidos se descontrolaban por completo y mis manos se ponían a temblar nerviosas al ver las suyas. Grandes, venosas y de dedos huesudos, dios, cuántos momentos vergonzosos pasé en mi adolescencia por ellos.

En cambio, YoonJi dice que cuando me vio, creyó que los angeles existían y que hasta le pasó por la cabeza empezar a ir a misa, me solté a reír como loca, y ella se entristeció creyendo que la había rechazado, sí, así fue como se me declaro.

Éramos unas tontas, por más que yo le coqueteaba y le batía mis pestañas, ella seguía creyendo que me gustaban los chicos. Y por más que ella me trataba diferente al resto, seguí creyendo que era porque así era en el fondo.

Señales que ninguna captó, pero nuestros amigos sí.

Hasta que en una fiesta, ambas nos pusimos a bailar y por accidente mi mano tocó su pecho, JAJAJAJAJA fue demasiado vergonzoso, porque después de eso le dije "perdón pero me gustó hacer eso" creo que el alcohol en mi sistema tuvo bastante culpa.
Al final ella río y me llevo a una habitación, no hicimos cositas eh, solamente platicamos, reímos y cuando nos quedamos en silencio mirándonos fijamente ella soltó aquella confesión. Yo le dije "Si quieres vamos juntas". Y bueh, nada bonita nuestra historia pero fue algo que me gusta recordar, porque desde ese día soy la mujer más feliz de la tierra por estar a lado de semejante mujer que me cargo como prometida.

Regresando al presente, ella se acercó y besó la punta de mi nariz, poniéndome tímida en seguida.

—Amo que a pesar de todos estos años, sigas poniéndote nerviosa y rojita.

—Eso es porque me encantas.

—Ah basta, ahora la roja seré yo.

Reíamos de nuevo al notar que efectivamente sus mejillas se coloreaban de un rojo, casi nunca podía verla así y era fabuloso contemplarla. 

—Me encantas.

—Y tú a mí.

Lo que más amaba era tenerla a mi lado.

 She's mine |Yoonmin Fem|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora