Ningún personaje me pertenece, yo solo los utilizo para darle vida a esta historia.
Historia corta.
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—HeySeshomaru-sama— Rin lo llamo entusiasmada con aquella infantil actitud.
— ¿Qué?— respondió carente de sentimiento, mirando como aquella niña corría hacia las tumbas.
Luego la vio hincarse mientras que con el dedo anular tocaba ligeramente los nombres de aquellos difuntos.
—Algún día cuando yo muera ¿podría prometerme que no se olvidará de mí?— cuestiono amablemente, pero aquello lo hizo congelarse, por un momento lo había olvidado Rin era un humano y algún día tal como ella lo decía moriría.
—No seas tonta— atino a decir, aún con el dolor que sus palabras le habían ocasionado.
Luego como si nada, la miró correr junto a Jaken y Ah-U, tan libre como el viento.
Él lo sabía muy bien había actuado egoístamente, aferrándose a ella, manteniéndola a su lado creyendo estúpidamente que Rin siempre sería la dulce niña que años atrás había rescatado de la muerte, pues había ignorado el hecho de que el tiempo entre humanos y demonios no era el mismo, robándole así la oportunidad de tener una vida normal.
Y aún sin preguntar había decidió dejarla a cargo de la anciana Kaede, aquella mujer mayor que tiempo atrás lo había intentado hacer entrar en razón.
Y de aquella dolorosa decisión ya habían pasado 5 largos años, recordó como aquella Rin de tan solo 10 años se había aferrado a su vestimenta firmemente implorando que no la dejara, que ella no deseaba separarse de él, que incluso estaba decidida a seguirlo hasta el mismo infierno y aunque pudo ver sinceridad en esos hermosos ojos color marrón, permaneció firme con aquella decisión, pues creía que aquello era lo mejor después de todo Rin también era una humana y debía crear lazos con los de su misma especie.
—Jamás te abandonaré, vendré a visitarte cada año en este mismo día, pero Rin cuando te sientas sola, no dudes en llamarme yo vendré a tu rescaté— le prometió y aquella se lanzó apresurada a sus brazos.
Y fue con aquella promesa, que Rin entre lágrimas termino accediendo a permanecer a lado de la anciana Kaede, si bien el partió con el corazón destrozado, era evidente que el más afectado con todo aquello había sido Jaken que incluso había durado varios días enfermo de la ausencia que aquella les había dejado.
