The Exiled Queen

Prologo

Me sentía débil, mis brazos dolían y mis ojos pesaban, cuanto daría por estar en tierra y no flotar en el agua como lo estoy haciendo en este momento, sosteniéndome únicamente de un pedazo enorme de madera que a mi suerte podía flotar lo suficiente, si no fuera por eso ya estaría bajo las profundas y frías aguas del mar,  no recordé muy bien lo que había pasado, mi cabeza dolía y me percate que aun sangraba,  me debí haber golpeado lo suficientemente fuerte como para olvidar algo tan caótico, y sé que es algo que probablemente me traumaría, la situación en la que estoy ahora lo dice todo, casi.

Mis piernas ya no querían seguir moviéndose, estaba demasiado cansada y no sé cuánto ya llevaba nadando en el agua, aún tenía esperanzas de encontrar tierra, sentir y si es posible besarla.

-¡Porque no me llevas y ya!- grite a los cielos ya desesperada, quería que esa situación acabara, quería dejar de flotar, tan débil estaba que no me preocupaba si algún tiburón o cualquier cosa que pudiera comer humanos me arrancara una pierna pero eso no importaba

Trate de ver la hora en el reloj que tenía en la muñeca izquierda pero por desgracia mía ya no funcionaba, volví a azotar mi cabeza con la madera y de un segundo a otro sentí un gran dolor en la frente, me toque la zona en donde el ardor se sentía y me di cuenta que la madera me había raspado un poco provocando que sangrara un poco.

No tenía salvación ese era mi fin, sin comida, sin memorias, sin ningún salvavidas o algo, y lo peor, sin nombre. Así es, no recuerdo ni mi nombre y eso me molestaba, quería morir era un hecho, estar bajo el ardiente solo no ayudaba para nada mi situación.

Lentamente empecé a cerrar los ojos y deje mi cuerpo hiciera el resto, sentí como mis manos aflojaban su agarre hacia la madera y mi cuerpo lentamente se iba hundiendo en el agua, no tardaron ni 10 segundo para que estuviera completamente sumergida  en el agua, en mi interior estaba aterrada, le tenía pánico al agua, pero estaba demasiado débil como para tratar de gritar o cualquier otra reacción que mostrara mi fobia al mar, creo que me traume por lo que me paso.

El agua estaba fría, demasiado diría yo. Las esperanzas se fueron cuando sentí que me faltaba el aire. Luego de unos segundos así, todo se volvió oscuro.