...El Cadejos...

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¿No has oído tarde en la noche en tus noches de fiesta su aullido venteando la muerte entre los alarmantes cipreses de los cementerios? 

Él oye el pasar de las almas que se van, el vuelo de las prófugas del purgatorio y el aletear del Ángel del Misterio....

Cuenta la leyenda que fue el tercer hijo varón, parrandero y vago de un gamonal de Escazú. Siempre echado de día, en las noches envolvía un yugo en cobijas, lo ponía en la cama y se escabullía a parrandear.

El padre y sus hermanos furiosos le llevaron casi a la fuerza al monte, a "tapar" frijoles. Apenas llegó a la finca se echó a sestear. Entonces ocurrió que el padre al verlo nuevamente perdiendo su tiempo mientras sus hermanos trabajaban decidió maldecirlo diciéndole: "Echado y a cuatro patas seguirás por los siglos de los siglos, amén". Así súbitamente el joven se transformó en un perro grande, adusto, flaco, erizo que hoy día trota al lado de los parranderos y les acompaña con su protésico ligero, triste y advertido.

 Así súbitamente el joven se transformó en un perro grande, adusto, flaco, erizo que hoy día trota al lado de los parranderos y les acompaña con su protésico ligero, triste y advertido

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