Jungkook El Chico Feo [TaeKook]

10.

"Tae, Tae" Jungkook había despertado y Taehyung estaba muy pegado a él.

Sus rostros estaban a centímetros de lejanía, demasiado cerca.

Su rostro era hermoso.

"Mh...Un rato más" balbuceó.

"Ya es hora de despertarse Tae, tienes llamadas del joven Park" dijo señalando su teléfono "Estas muy pegado a mí, me gusta eso" sonrió.

"A mí también pero Jimin te buscará problemas, llámale" La mano de Jungkook acariciaba la mejilla del mayor delicadamente.

"Hoy no iremos al trabajo" sonrió.

"Tenemos que ir Tae, eres el jefe de la empresa y Jimin sospechará" Taehyung acomodó a Jungkook sentándolo encima suyo.

"Yo quería quedarme aquí contigo, tienes razón pero me da demasiada flojera" susurró.

"Pero podemos hacer algo antes de ir al trabajo" sonrió pícaramente viendo como Jungkook se empezaba a sonrojar.

"Es que eres el jefe y al joven Park enserio no le gustará"

Los labios de Taehyung callaron al menor, las mejillas de Jungkook estaban hirviendo.

Él quería pausar el tiempo y quedarse con Taehyung todo ese momento donde él era solo de Jungkook, no de Jimin, de él.

¿Dónde se fue aquella culpa y pena por Jimin?

Sus pensamientos se nublaron cuando Taehyung le sacó la camiseta.

¿Por qué Taehyung se sentía extraño?

Jungkook tendría su primera vez en la cama del joven Kim.

10 llamadas perdidas de Seokjin.

20 llamadas perdidas de Jimin.

Sus celulares estaban en silencio y lo único que Taehyung escuchaba era la respiración agitada de Jungkook, una mezcla de gemidos agudos y graves sonaba en la habitación.

Una melodía perfecta para Taehyung.

Ahí estaba Jennie, se le veía demasiado demacrada en el trabajo.

El divorcio la traía mal y tenía que fingir estar feliz por sus hijos.

Jimin lo había notado, no la dejaría estar así.

Agarró el teléfono y habló.

"Oye Jennie ¿Puedes venir a mi oficina por favor? Gracias" Jimin tenía que saber porque una de sus trabajadoras estaba tan mal.

Claro que estaba muy enfadado pues Taehyung no contestaba.

"D-Dígame joven Park ¿En qué lo puedo ayudar?" habló.

"Quería saber por qué la veo tan demacrada en estos últimos días" Cuando Jimin dijo eso, Jennie no pudo retener las lágrimas, cayó en sus rodillas y sus lágrimas eran libres.

Jimin estaba asustado por Jennie.

"Es que ¡Ay joven Park! Mi esposo me pidió el divorcio y bueno creo que va a querer quitar mi casa" balbuceó pero siendo entendible para Jimin.

"¿Por qué haría eso? Ahí vives con tus hijos ¡Sus hijos!" Jimin se acercó a Jennie ayudándola a pararse para sentarse en un sofá.

"¡Lo peor es que su nueva mujer solo quiere su dinero! ¡Y yo sé que venderá la casa!" Esa casa era de los padres de Jennie.

Era su herencia como hija mayor.

Y él solo quería venderla.

"¡No puede hacer eso! ¡Son sus hijos! No tendrían dónde vivir ¿Y has conseguido un abogado?" preguntó mientras la abrazaba permitiendo que Jennie reposara su cabeza en su hombro.

"Es que joven Jimin... Pues... Yo no tengo dinero suficiente para pagar uno" habló susurrando lo último.

"A ver, a ver, de eso no te preocupes, yo me encargaré del abogado para que puedas ganar si o si en el juicio pero a cambio quiero que trabajes como antes, con esa sonrisita que tienes ¿De acuerdo?"

"Gracias joven Park ¡De verdad se lo voy a devolver cada centavo! ¡Gracias, gracias, gracias! ¡Volveré a trabajar! ¡Gracias!" Jennie no se cansaba de hacer reverencias en agradecimiento hacia Jimin

Un peso se le había quitado de encima.

"Oye Jennie ¿Has visto a Jungkook? Creo que no vino" dijo Dahyun mientras comía una galleta.

"¿Sigues comiendo? Osea ¿No te cansas de comer?" preguntó Yoongi de manera muy burlona.

"Pues no y de seguro tu no te cansas de joder la vida a los demás ¿Por qué no callas? Porque ¡Osea!" A Dahyun le encantaba imitar el acento fresa y ridículo que Yoongi tenía "¡Osea! Tus dientes son como de caballo, entonces se ven feos si andas sonriendo a medio mundo ¿Comprendes?" rió.

"¿Crees poder ir al trabajo?" bromeó.

"Cállate, no creo poder caminar" susurró, se sentía avergonzado nadie solía ver su cuerpo así nada más.

Cuando Jungkook agarró su teléfono y vió todas las notificaciones en la pantalla sintió su alma salirse de su cuerpo.

"¡Carajo! Me han estado llamando y desde ayer que no digo nada ¡Estaré en problemas!" se levantó de la cama completamente desnudo mientras buscaba su ropa.

"Oye.."

"¿Qué?"

"Te ves bien estando desnudo y tu trasero me gusta" bromeó.

"Idiota" susurró.