Parte 4: El dia del Juicio

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Los últimos dos días fueron muy pacíficos y tranquilos, Ginny y yo nos contábamos lo sucedido durante la semana que estábamos separados mientras el resto de las personas de la orden hablaban en secreto o en susurros, a veces pensaba que Ginny yo éramos los únicos felices, bueno a parte de Ron y Hermione que su relación estaba cada vez más grande.

Por fin el día del juicio había llegado, ese día me levante muy temprano pero no quise despertar a Ginny se veía tan angelicalmente dormida, que no pude hacerlo, me di una pequeña ducha y me puse un camisa casual azul y unos pantalones negros, después de todo era lo más presentable que podía ir, y ni hablar de mi cabello estaba muy revuelto ya no tenía remedio.

--¡Eres un caso Harry Potter!-- me dijo Ginny con un enojo falso, me volteé hacia la cama y vi que estaba sentada mirándome con los brazos cruzados --¿Qué hora es?--

--Falta poco para el juicio, eso es lo que se-- le respondí con una media sonrisa mirándome al espejo, aun seguía con esperanzas de peinar mi cabello

--¿Por qué no me despertaste?-- me pregunto haciendo un puchero como una niña de 5 años

--Te veías muy linda dormida--

--¡Ah!-- exclamo con un suspiro frustrado --¿Cuándo aprenderás que te ves bien con el cabello desordenado?-- me dijo y yo no pude evitar reír

--Quiero parecer presentable--

--Lo que quieres es hacer parecer que te lamio una vaca como Draco Malfoy-- me dijo entre risas y yo me uní a ella, siempre tuvo una risa muy contagiosa

--¿Qué he hecho para merecerte?-- le dije y me acerque y la bese, eso se había vuelto una costumbre, besos por todos lados

--¿Sabes que hiciste?-- me pregunto sonriente y yo negué con la cabeza --Ir a rescatarme a la cámara de los Secretos--

--Eso fue lo mejor que hice en mi vida-- me acerque y le susurre --Y nunca me arrepentiré-- ella rio y luego se metió al baño a ducharse

Me senté risueño y sonriente en la cama, enfrente de la puerta del baño a esperar que saliera, en la mañana me había despertado totalmente nervioso y negativo pensando que no tendría ninguna oportunidad de ganar el juicio pero ahora Ginny con solo una frase me quito todas esas malas emociones y con un beso ni se diga, al cabo de un rato salió totalmente arreglada, con un vestido morado un tanto conservador pero igual favorecía mucho sus curvas, se paró en frente del espejo y empezó a peinar ese lindo cabello rojo brillante, desde donde estaba sentado podía oler el aroma a flores, aunque creo que fue mi imaginación, me quede sumamente embobado viéndola arreglarse, como se ponía un sutil labial y el rubor, esas zapatillas no tan altas porque sabía que le incomodaban los tacones muy altos, para mis ojos era simplemente hermosa.

--¿Qué tanto vez?-- me pregunto juguetona y sonriente

--Veo lo hermosa que eres-- le respondí y la abrace por la espalda --Y recuerdo que eres mi novia y me siento el chico más feliz y afortunado de mundo-- Ginny no pudo evitar sonrojarse y reír nerviosa, me encantaba ponerla así

--¡CHICOS BAJEN YA O LLEGARAN TARDE!-- nos gritó la señora Weasley desde la cocina, yo me separe y tomados de la mano bajamos a desayunar

Sirius, el Señor Weasley, junto con Bill, Ron y Remus estaban charlando en la sala, mientras Hermione, la señora Weasley y Tonks estaban en la cocina terminando de hacer el desayuno, al vernos se alegraron y aliviaron.

--Pensamos que nunca bajarían-- nos dijo Hermione con una sonrisa picara

--¡Espero que no estuvieran haciendo nada!-- nos amenazó Ron rojo

Harry y Ginny: Nada nos SeparaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora