Así fue como Candy se había metido en el corazón de Terry. Sentía que era su destino cuidar de ella. Pero ahora no pudo hacer nada. Terry seguía recordando a aquella niña y a menudo se preguntaba que tanto habría cambiado el rostro de Candy en 10 años y si podría reconocerla a pesar que ella tuvo un lugar especial en su corazón. Gradualmente había olvidado los detalles de su rostro. Se aferraba a los recuerdos que eran lo que lo mantenía en pie. Recordaba frecuentemente aquel día lluvioso en que la conoció.
Año 2000 , 10 años después
Candy por su parte había sido adoptada por una Familia que si bien no eran pudientes al menos tenía una vida muy diferente a la que tenía con su abuela. Una pareja que no habían podido tener hijos y vieron en Candy la hija la indicada. La Familia Smith le había dado todo lo necesario que un hijo pudiera necesitar. No podría estar más que agradecida con ellos pues le dieron estudios y estaba por finalizar el último año en la universidad. Estaba tan contenta con su carrera de Literatura. Sin embargo, no todo era color de rosas. Sus padres eran muy estrictos y a duras penas solo podía ir a la universidad. No permitían que saliera con nadie, ni amistades ni pretendientes. Nada. La madre acataba las instrucciones de su esposo, seguía al pie de la letra cada mandato. A sus 24 años pensaba que era el momento de que ella tomara las riendas de su vida.
Terry por su partee, seguía en su rutina de trabajo y eventualmente había entrado a trabajar en una compañía de actores. Habían pasado 10 años no había obtenido papeles importantes, paso mucho, muchos años para que fuera reconocido su trabajo. Era un buen actor, lástima que en la compañía que estaba no calificaban su talento. –"Aquí seguiré, porque este es mi camino, el que he elegido, solo de esta manera ella sabrá donde estoy, por si algún día quiere volver". - había tocado otras puertas y al fin fue abierta una. pronto haría una audición para valorar su trabajo.
- "Muy Bien, ¡Muy bien Muchacho! ¡Estupendo!, pero dime, ¿Dónde estaba ese talento tuyo escondido? –donde has estado trabajando?"
-..." Yo.... lo único que le puedo decir es que agradezco sus elogios y si me da usted una oportunidad le prometo que no lo defraudare"- dijo con su tono de arrogancia y seriedad.
- "No lo dudo". Sé muy bien que no me defraudarías, miro tu temple, la calidad y la manera de tu interpretación me ha gustado. Siento que llevas un dolor por dentro y discúlpame por mi falta de tacto, pero en hora buena, porque llegaras muy lejos, muy lejos.
Salió abrazando la esperanza, había conseguido lo anhelado. Se había detenido pensando en ella. En lo hermoso que sería compartir con ella sus sueños y aspiraciones. Que harían si estuviera a su lado, que le diría, ¿cómo reaccionaría? Lo que daría por saber dónde podría encontrarla. "Tal vez me olvido". "Ha pasado tanto tiempo que es normal que lo piense, ¿pero...por qué yo no he podido olvidarle?" total no tendría nada de raro que no me recordara".
Candy en sus momentos de soledad también lo pensaba. Todo ese tiempo lo pensó. Desde que fue adoptada le fue imposible ir en su búsqueda, aunque varias veces escapo y estuvo cerca del lugar donde se conocieron, pero no sabía que rumbo tomar. La calle por donde solía pasar caminando no era la misma que ella vio 10 años atrás habían cambiado, ni siquiera las reconocía, pero sin saberlo como arrastrada por el destino, llegaba allí mismo donde ocurrió el accidente - "el tiempo pasa y las cosas cambian" - pensaba constantemente. Añoraba volverlo a ver.... Pero, nada. Ningún indicio, ni una señal que le indicara donde ir. Regreso triste a su casa, pero con la esperanza firme de seguir en su búsqueda.
Cierta ocasión ella se encontraba en una cafetería con unas amigas, Patty y Annie, quienes frecuentemente salían a divertirse. Aunque su madre le exigía que lo hiciera con su prometido Neil Legan, un tipo con dinero y futuro brillante como jugador profesional, perteneciente a la Federación de Fútbol de los Estados Unidos, pero al que Candy no le agradaba en lo absoluto, sus padres estaban encantados en que ella se casara con él, pues tendría un futuro asegurado ¿cómo estar en contra de las personas que te salvaron de alguna manera? A pesar de estas consideraciones no estaba dispuesta a sacrificar su amor. Sí, porque ella seguía amando al chico que se saltaba las clases para verla. Estando en el lugar de repente su mirada se posa en la televisión justamente cuando mira a un chico colocando unos afiches la cámara lo enfoca, en ese instante su mundo se paralizo. –"Dios santo! Abrió más sus ojos- Es el, es el. Tengo que salir de dudas". Nada existía a su alrededor. Apunto el lugar y se dispuso ir en su búsqueda.
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Recuerdos imborrables
RomanceQue hacer cuando el amor de tu vida no se acuerda de ti y quieres que vuelva? Candy tiene su mente envuelta en una neblina que le ha desvanecido sus recuerdos...Podrá el amor hacer posible que ella recuerde?. espero que les guste Candy, Terry, Susan...