*La despedida*
*Narra Saint
Me encontraba en un lugar extraño donde todo era blanco y habia una luz muy brillante que hacia qué abriera y cerrará los ojos una y otra vez hasta que estos se acostumbraran a la intensa claridad.
Me senté lentamente pues me sentía algo mareado en un abrir y cerrar de ojos el lugar fue rodeado por una ligera niebla que me llevaba las rodillas estando de pie, cuando las cosas a mi alrededor dejaron de dar vueltas me puse de pie y caminé estaba tan solo que el sonido de mis pasos hacia eco en el lugar.
No sabía dónde me encontraba, no reconocía nada a mi alrededor y después de caminar buscando a alguien en este extraño lugar no encontré a nadie incluso el silencio que había era algo que fácilmente podía ponerle los pelos de puntas a alguien.
No muy lejos de donde me encontraba había una banca de hierro con una estructura bastante interesante, en el viento viajó una fragancia muy familiar inundado mis fosas nasales, era él... era el olor de Zee, busque alrededor girando en el mismo lugar y cuando mi línea de visión llegó nuevamente a la banca que había llamado mi atención anteriormente ahí estaba el sentado mientras observaba algo — Zee— se me escapó casi en un susurro que el alcanzo a escuchar pues giro su cabeza hasta que sus ojos se encontraron con los míos extendió su mano hacia mí para que yo fuera hacía el, no lo dudé y pese al cansancio instalado en mis pies corrí hasta llegar a su lado depositando un cálido beso en esos labios rojos que resaltaban en el pues estaba vestido completamente de blanco igual que cada cosa en este lugar a lo cual mi mente seguia repitiendo que era extraño.
Me senté a su lado y el me acunó en sus brazos y comenzó a hablar conmigo me contó tantas cosas de él que se me hizo extraño era como si en lugar de contarme algo se estuviera despidiendo de mí, levanté mi rostro y al verlo directo a los ojos una rara sensación de vacío y una leve brisa recorrió todo mi ser sin poder evitarlo una fría pero resbaladiza lágrimas se escapó de mis ojos instintivamente tome sus manos lo más fuerte que pude sentía que si no lo hacía en cualquier momento el podría desaparecer.
Me acerque más a él para poder abrazarlo quería sentir su calor ese que me es tan reconfortante y abrigador pues el lugar cada vez se sentía más frío y se instalaba más en mi espalda baja, como si hubiera caído en cuenta de algo bajé mi mirada lentamente hasta mi propio cuerpo y aunque suene raro ahí entendí porque sentía tanto frío pues desde que llegué a este lugar no me di cuenta de que vestía una bata de hospital azul levanté la vista como si no crellera lo que había visto ya no me encontraba en la banca junto a Zee estaba sentado en el pasto dónde se podían apreciar unas lindas flores azules las favoritas de Zee.
Se supone que esta vista era tan cálida que debería transmitir paz y tranquilidad pues en si era hermosa pero en ese momento yo no podía sentirla así sentía un inmenso vacío dentro de mí que se hacía más grande con el pasar de los segundos algo me faltaba, estaba perdiendo algo, había algo que estaba olvidando, levante la vista y pese a donde me encontraba el lugar estaba rodeado de oscuridad pero al mismo tiempo brillaba, estaba sentado en el mismo lugar donde desperté y Zee ya no estaba sentía que la respiración me faltaba, sentía como mi corazón se aceleraba, sentí miedo al no verlo así que comencé a gritar su nombre pero no emitía sonido alguno incrédulo toque mi garganta y volví a gritar y nada no había voz.
Me sentía frustrado y mi preocupación crecía cada vez más, me levante de golpe y caí de rodillas al instante no pude contener las lágrimas por más tiempo está salieron desenfrenadas y sentía una vez más el vacío en mi pecho se hacía más grande y notorio algo me faltaba grité, grité y grité y no había respuesta. Como pude me puse de pie nuevamente y corrí como loco por todo el lugar buscando aquella banca dónde nos sentamos juntos.
Sentí como el aire era cada vez más pesado y mi cuerpo se sentía cada vez más débil las cosas comenzaron a hacerse borrosas y te vi como si el cielo hubiera escuchado mis plegarias te encontré, me frene en seco había algo que me evitaba seguir, frente a ti había una luz tan blanca que resultaba segadora y me hizo temer pues tú caminabas hacia ella.
Quise tomar tu mano detener tu andar pero mi cuerpo no respondía te grité... grite tu nombre nuevamente y volteaste con tu típica sonrisa, esa que solo me dedicabas a mí esa que me demostraba cuan enamorado estabas de mí y una vez más llore como si un mar se hubiera desbordado dentro de mí no lo pude evitar me sentía tan mal tenía miedo de perderte, terminaste de girar sobre tus propios pasos y caminaste hacia mí te inclinaste quedando a mi altura y limpiaste mis lágrimas, me dedicaste nuevamente una sonrisa y frotaste mi mejilla a manera de consuelo —no llores, recuérdame yo estaré siempre en tus sueños— fue lo último que salió de tu boca y te alejaste de mí sin que pudiera detenerte la luz a la que te dirigías se intensificó y justo ahí desperté.
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Recuerdame
RandomSaint es un chico que lo tiene todo en la vida lo cual lo hace un poco caprichoso y esta acostumbrado a no recibir un "No" como respuesta, todo su mundo color de rosa se cae cuando al entrar en la universidad es golpeado por unos tipos que terminan...