El Ardiente Novio de mi Madre ~ HETERO HARD - Especial 700 Seguidores. (+18)

Capítulo Uno: El Ardiente Novio de mi Madre.

ADVERTENCIA:

Este capítulo contiene escenas de sexo explícito, lenguaje obsceno y temática adulta. Si eres menor de edad, no lo leas.

De lo contrario, si disfrutas leer erotismo crudo, simplemente relaja la pelvis y disfruta.

¡Saludos!

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[Arianne Calloway]

―¿Cómo está eso de que vas a casarte, Tammy? ―cuestiono de repente, irrumpiendo con brío dentro de la habitación de mi madre en nuestra lujosa casa en Bel Air, Los Ángeles, abriendo las puertas dobles de par en par sin importarme si ella podría estar como Dios la trajo al mundo.

Ella está, gracias al cielo, con el cuerpo cubierto por una toalla y con otra secando su cabello. Al parecer acaba de tomar un baño y hace unos minutos me enteré por las empleadas de que había llegado de su maldito viaje de negocios. Además, también tuve que enterarme por parte de su asistente, ¡de su jodida asistente!, que se casa en un mes y medio con un abogado de cuarta que conoció en España hace un año. Es la primera vez que la veo en tres meses y lo primero que sé es que tal vez tendrá que volver a irse y de paso, que atará su vida a un tipo aburrido.

Porque seguro que si es abogado, el tipo será totalmente aburrido y sin gracia.

Seguramente barrigón y calvo.

Ugh.

―Hola, cariño, ¿cómo estás? Yo estoy muy bien, gracias por preguntar ―saluda entonces mi madre, su voz goteando sarcasmo.

―No me vengas con eso ahora, mujer... ¿Por qué tuve que enterarme por tu asistente que vas a casarte? ¿No se supone que soy tu hija y yo debería ser la primera en enterarme? ¿Por qué no me lo dijiste? ―Lanzo pregunta tras pregunta, caminando furiosa hacia ella, quien se ve indecisa mirando los conjuntos de prendas costosas que tiene sobre la cama―. ¿Y bien? ―insisto.

―Cariño, no frunzas el ceño que te saldrán arrugas ―canturrea y empieza a ponerse un caro conjunto de ropa interior de seda y encaje color rojo―. No te lo dije porque he estado ocupada trabajando, ya sabes... Antes de que Lauren te lo dijera pensaba presentarte a Pablo y decirte que voy a casarme con él... Vendrá esta noche a cenar para conocerte ―anuncia y yo simplemente frunzo mucho más el ceño.

―¿Estás loca? ¡No quiero conocer a nadie! ―zanjo, meneando los brazos―. ¿Y estás segura de que es bueno casarte a esta edad? ¿Cómo es el tipo? ¿Es mayor que tú? ¡O peor, ¿es menor que tú?! ―chillo, zapateando en el suelo con mis tacones de aguja y cruzándome de brazos.

―Solo tiene treinta y tres ―dice ella como si nada, mientras se pone unos ajustados pantalones de traje que hacen ver su trasero increíble―. Cielo, no seas tan histérica, ¿vale? Pablo vendrá en unas horas y todavía debo ver qué prepararé para la cena, tengo muchas cosas que hacer, prometo que hablaré de esto contigo luego, ¿está bien? ―Ella lanza su toalla sobre la cama y en sostén y pantalón se dirige hacia el baño, a donde la sigo.

―Madre, ¡no puedes casarte con un hombre doce años menor que tú! ―grito, cuando ella simplemente pasa de mí y enciende la secadora, ocasionando que el ruido me impida seguir hablando. Así que, encolerizada, camino hacia el enchufe y le desconecto de un tirón la secadora―. Te estás comportando como una niña pequeña, Tammy. ¿Tanto te afectó el divorcio? No deberías atarte a un hombre tan rápido después de que sufriste tanto con papá ―concluyo, demostrándole mi verdadera preocupación.