Capítulo 2

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2080

Narra RM:

Cuando era niño, mis padres me contaron que mis bisabuelos pensaron que el 2080 iba a ser como en las películas, saben, llenos de autos voladores, gente usando ropa de astronauta, que no iba a ver pobreza, que seríamos una especie mucho más avanzada a las de ellos, lo cierto es que avanzamos tecnológicamente, sí, tenemos autos que se mueven por recarga solar, ya que el calentamiento global es más grande que hace 80 años atrás, pero seguimos teniendo los mismo problemas, hay muchos criminales que antes, cada día más inteligentes que antes, de eso si no hay duda, pero ahora nos enfrentamos a varias realidades.

Soy capitán y tengo mi propio escuadrón de la muerte, no creo en el arrepentimiento de un gánster, ¿por qué debería hacerlo?, he oído que mi cabeza tiene precio, eso me halaga, pues pienso ser la horma de sus zapatos, la única manera de librarse de mi es matándome. Pero para matarme, no basta un disparo en el estómago, ni en la pierna, o una bala en el corazón  o la cabeza, claro si eso ocurriera, y llegase mi  muerte, eso no asegura que tengan el camino libre, pues me encargue de no ser el único en este movimiento, como todo monarca de las sombras, tengo a mis propios sucesores, siempre habrá otro igual o peor que yo, que podrán hacerle frente a todos estos hijos de la mafia.

Somos mercenarios? Es una pregunta algo tonta, pero la respuesta sería sí, pero al mismo tiempo no,  trabajamos con  el gobierno, no para el gobierno, trabajamos por la justicia de los ciudadanos, esos que están en constante peligro, acabamos con grandes mafiosos, una vez, antes de matar al jefe del Sur, me llamó (el diablo vestido de soldado, un ángel de la muerte) ese día disfruté asesinarlo, porque tenía mucha razón, no soy un santo, trabajo para eliminar a toda la mierda, ya que el departamento de policía, no lo hace, los  militares, y la DEA, no lo hacen porque son unas maricas, sienten piedad, pero seamos realistas, sabemos que en todos los departamentos hay corrupción y la plata mueve cualquier cosa, siempre llegan hacer una especie de acuerdo, negocian su libertad y salen después, no tengo que perdonar a ningún mafioso ni aliados, porque ellos no la tuvieron conmigo, ni con mi padre.

Los mataré a todos, eso lo pueden jurar, pues hice un juramento para acabar con ellos, no me interesa estar en una oficina comandando y delegando funciones, no quiero que mi jefe me toque los huevos, ni que me diga que estamos a merced de algún grupo criminal, por eso mismo fue que renuncie a la DEA  y trabajo con el escuadrón de la muerte, que mi tío antes de morir, creo junto al ex presidente 10 años atrás.

Digamos que somos como el FBI,CIA, y DEA juntos. Pero independiente. Nos encargamos de aquellos que no pueden ser encontrado, interrogamos y luego despachamos, quieren ver arder el infierno, pues solo basta con pronunciar mi nombre y verán como salen huyendo todos los mafiosos.

Disfruto hacerlos sufrir, puede que ahora me digan que soy un criminal y un asesino peor que ellos, pero vamos! Alguien debe ensuciarse para que las personas puedan dormir en las noches, nadie sabe lo que pasa a su alrededor, piensan que no hay tanta delincuencia, porque los policía están haciendo bien el trabajo.

Yo les facilito el trabajo a la estación, pues no doy tregua, y saben que si hay un policía corrupto, no durará mucho tiempo, por eso mismo, hoy en día los que sirven al país son más concientes de que no habrá misericordia con cualquiera que quiera o  trate de hacerce el valiente.

No hago diferencia entre mafioso o policía si los dos están en el mismo camino. Lo lamento por sus familia, pero la hierba mala debe arrancarse desde la raíz. De lo contrario, nacerá un nuevo líder y yo no pienso darle tiempo a que nazca.

Por eso mismo me encuentro aquí, terminando o mejor dicho, exterminando algunas cucarachas.

—Jefe! Le han disparado, debemos irnos.

—No es nada.

—Si nos quedamos, pueden hacernos una emboscada.

—Solo es un rasguño.

—Un rasguño? Eso no es un rasguño, está muy mal.

—Cálmate y dime, cuanto tiempo nos queda?.

—No mucho, vendrán los refuerzo en 5
minuto.

—vamos a terminar con todo esto y luego si nos largamos de aquí, pero primero hay que terminar esto.

—Pero así? sólo harás que nos maten.

—No lo harán, solo debemos explotar todo esto.

—Todo los barco?.

—Sí, con un demonio, que parte del plan no entendiste? Hay que acabar con  todos los malditos barco! Las víctimas no son civiles, y la mercancía que están transportando son toneladas de  drogas, así que no hay que preocuparse por los civiles, ahora deja de tocarme los huevos, y haz lo que te ordeno.

—Pero llamaremos la atención.

—No te preocupes, todo está fríamente calculado, solo haz lo que te ordeno, tenemos poco tiempo.

—Ok. Todos escucharon!

—Sí señor!

Todos debían moverse con rapidez, matar era algo que hacíamos, pero quemar la mercancía era otra cosa, había que poner C4 para explotar a todos los barcos, no iba a ser fácil, pero tampoco difícil, ya que había mucho combustible abordo, así que solo debíamos movernos rápido.

 A veces no era fácil trabajar de manera incógnito. Pero era el precio que debíamos asumir, además de involucrar a otra mafia en el atentado, en las noticias saldría algo así como "Enfrentamiento entre Mafias, acaba con 80 muertos y 4 barcos hundidos. 

Sí, no soy tan demente, ya tenía una buena coartada, solo debía mover algunos hilos y listo, era cuestión de ver a dos o más mafias enfrentarse y al estar en constante conflictos y una guerra declara, era fácil manipular la situación a nuestro favor, nadie podría sospechar de nosotros.

Namjoon sonreía al ver como todo se quemaba. Pero ahora debía salir del lugar, debía ir a que le  revisaran la herida, con la adrenalina no había sentido el dolor, pero ahora sí estaba algo mareado, y sentía un poco pesado el cuerpo, pero no le iba a decir a nadie, porque seguro le avisarían a su segundo al mando, y no quería lidiar con los sermones de nadie.

The Line Of DutyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora