Mairimashita! Iruma-kun ~ One shots

shipps ✨

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Kallego x Opera

Punto de vista: Kallego
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Narrador: omnisciente.

Advertencia: Bullying, violencia. Lemon/Smut(???)

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Era el cuarto día del festival de cosecha. Y por ende el día del banquete.  Kalego habia sido uno de los mejores. Y por supuesto, Balam con quién había hecho equipo también. Aunque ninguno de los dos necesitaba subir su rango ya que tenían uno bastante alto.

Hacía nada que el de cabello oscuro había escapado del banquete el cual todos los alumnos disfrutaban, y aunque la alegría de haber sido de los que mayor puntaje habían obtemido,  se empezaba a sentir sofocado y necesitaba tomar aire.
Se movió rápidamente tras darle un breve aviso al de cabello blanco, despidiéndose con la mano de forma educada de los demás. Sin notar que había otro alumno que faltaba.

Al llegar al pasillo donde estaban los baños, una risa fingida se escucho detrás suyo, respiro agitado, tenía.. Miedo. Incluso sino debía.

El chico con orejas de gato acababa de aparecer, y no dudo ni un segundo en moverse con agilidad hacía el moreno quién retrocedía con pánico.

-¡¿Pero qué mierda, Opera?! ¿Qué quieres?

Habló molesto el demonio con cuernos, mientras el de orejas de gato se mantenía sereno acortando la distancia, era gracioso porque Kallego le llevaba unos cuantos centímetros de altura y aún así no podía enfrentarlo.
El de cabello rojo y rostro inexpresivo sujeto el cuello del uniforme de babylus, jalandolo hacía si. Y el mas alto no evito sentir vergüenza repentinamente ante la cercanía de sus caras. Aunque lo que siguió fue la burla de su compañero.

- Oh.. Por Delkira. Ahora te atraen los hombres. Que asco, Kallego. Sabía que eras un rarito pero.. Llegar a eso. Quizás además de mi rostro te guste algo más.

Kallego sintió terror y cuando un puñetazo aparco directo en su estómago, la fuerza que el pelirrojo mantenía en su cuello no fue suficiente para que el mas alto se mantuviera de pie.

El futuro profesor cayó de rodillas al suelo. Mientras que sin saberlo, comenzaba a provocar un sentimiento adictivo en el mas bajo. Y por supuesto que lo necesitaría sentir de nuevo.

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El timbre daba inicio a aquella rutina indispensable para el de pelo oscuro y el pelirrojo. Sin darse cuenta comenzaban a verse, no porque se enfrentaran sino por que, de alguna forma el golpear y ser golpeado, para ellos era adictivo. Y generaba ciertas sensaciones que ambos pareciannecesitar cada vez más.

Incluso aunque no fueran incubos. Ellos querían y deseaban ir más allá de los golpes.

Se encontraron en la azotea, y la rutina comenzo. El mas alto fue sometido por el pelirrojo quedando en una postura un poco diferente a otras veces, le miraba con aquellos ojos oscuros y opacos y al mas bajo eso le provocaba.

- Pfft, el "no seas rarito" ahora va para ti.

Comento burlándose el pelinegro recibiendo por primera vez un ceño fruncido de el contrario, que no entendió el porque del comentario hasta que sintió la mano ajena rozar su vientre. Por lo que se sobresalto.