VESTUARIO # ramos, messi

Única Parte

"Quién no sueña con satisfacer cada espasmo de lujuria, alimentar toda ansia depravada."

El silbato indicó la finalización del partido, habían ganado 4 - 0 contra el Montpellier, ahora se movía cansado hacia el túnel, chocando palmas y abrazando a los jugadores del equipo contrario, murmurando un "gracias" y "buen juego" Lionel comenzó a adentrarse tranquilo hasta que sintió unas manos en sus hombros que lo movieron ligeramente hacia adelante, terminó sacando la camiseta blanca del equipo y quedar con su buzo de compresión del mismo color, miró al causante y sonrió un tanto tímido al ver a Sergio, quien sudado y rojo del cuello lo miró travieso.

- Jugaste de maravilla, tío; esas piernas sí que son mágicas. - El tono, y mucho menos ese intento de halago no ayudó mucho con el sonrojo del más bajo, quién para molestar contestó:

- La' misma' que te hacían sufrir, pelotudo. - Se mofó, riéndose en alto cuando Sergio le volteó los ojos y negaba, le revolvió el cabello mientras su dedo le picaba unas costillas.

Iban a seguir jugando hasta que Di María y Verratti agarraron a Leo, comenzando a felicitarlo por su partido, Sergio algo molesto por el toque del italiano en el cuerpo contrario pasó una mano por la cintura y apretó un poco antes de retirarse hacia Kylian, quien al verlo chocó hombros y sacó conversación.

Tiempo después Messi era el único que no estaba para nada cambiado, se entretuvo con Marco,  mensajeando con su mejor amigo, el Kun, cuando el de ojos claros se fue, o bien en redes sociales. Cuando no escuchó ni un solo ruido más que una ducha corriendo fue que levantó la cabeza, fijándose que solo quedaban él y alguien más.

No se fijó e ingresó rápidamente a la ducha continua a la que ya estaba siendo utilizada, tenía  una ligera idea de quién podría ser más no quiso tentar su suerte y quedar posiblemente humillado y en ridículo. Tiró su ropa en una esquina con su celular encima, no le interesó y dejó puesta música "Could You Be Love" de Bob Marley, su última agregada; entró y solo entonaba un poquito la melodía. Sus ojos se agrandaron cuando escuchó la siguiente canción: "Porno" de Sech y otros que no sabía quiénes eran, ¡maldita sea, De Paul! ¿Lo peor? Se la sabía.

Como alma que lleva el diablo salió y se puso únicamente la toalla, no habría traído la maleta de cambio, cogió en una bola su ropa y a la música le puso pausa, escuchando en seguida una carcajada que conocía muy bien: Sergio Ramos.

A paso lento se dirigió a las bancas de los "lockers" de cada uno, viendo el suyo vacío, frunció su ceño y con la mirada la buscó, encontrándola frente al español quien estaba con un pantalón de calentador negro sin camisa y toalla en mano, pues aún se seguí secando su tren superior. Su boca se hizo agua al detenerse por las gotas que caían libremente por el torso y brazos musculosos de Ramos, un tirón en su vientre acompañado de un jadeo involuntario suyo hizo que se de vuelta, estaba en serios problemas. 

- Sergi... ¿Me dejas em-? - Leo movió sus dedos un tanto nervioso, no sabía cómo decirle que se había confundido y había dejado su cambio de ropa en el espacio de Sergio envés del suyo que era al lado izquierdo, peor aún, todo de espaldas por hormonal.

- Dejaste tus cosas ahí, ¿no? Ya se me hacía raro que yo dejara dos maletines, soy grande ¿sabes? Pero no para ocupar dos mochilas - El español se carcajeó mientras se burlaba, no pudo evitar relamerse los labios al ver el sonrojo quedito extendido hasta la punta de sus orejas, podía suponerlo por la parte trasera de ellas, además, estaba más ocupado viendo toda la espalda y, para qué mentir, su trasero que se alzaba firmemente.- Ven, cógelo sin problema, me cambiaré a unos botines, la acomodé hacia el fondo.