uno ; free fire

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Daniel recién salía de bañarse, había estado días sin hacerlo ya que le daba pereza. La cuarentena era estresante para cualquiera y para teñido mucho más.

Soportar los gritos de valentin mientras jugaba una partida de free fire con sus amigos era agotador, gritaba tantas tonterías y cosas que Daniel no entendía jamás, que llegaba al punto de salir a ver a sus amigos o simplemente dejaba solo a valen en su habitación.

Eran las tres de la tarde y el calor se hacia presente en su departamento, Daniel se dirigía hacia su armario donde guardaba sus cosas junto a las de Valentín. Solo tenía una toalla en la cintura y estaba descalzo.

Valentín estaba apunto de empezar una nueva partida con sus amigos, estaba acostado en la cama con el celular en las manos, sin audífonos. Era una tontería tener los auriculares al lado y que no se los pusiera. Daniel creía que solo lo hacia para molestarlo.

—buenas, cabros.— saludo Valentín a su escuadra.

—¿modo clásico?—pregunto uno de los integrantes del equipo conocido por Matías.

—si, por que la otra ves juge con un weon en clasificatoria y me hizo bajar caleta.– dijo valentin riendo, contagiando a su grupo.

Entre ellos, estaba:

Valentín.
Matías.
Ignacio.
Fernanda.

Estos tres chicos y única chica jugaban todo el día a este juego. En la mañana, tarde y noche, todos el día. Y ya que los otros tres adolescentes apenas tenían vida social, no tenían pareja, pero Valentín si y tenía mucho tiempo sin regaloniar con Dani, el lo sabía, pero no hacía nada al respecto.

—ayer me recargue 600 diamantes.—contaba Fernanda.

Daniel, al escuchar la voz de una mujer se volteó hacia Valentín, ya completamente vestido. Frunció el seño hacia su dirección, el no le decía que jugaba con mujeres. Para Daniel y para nadie era una confusión que Valentín era bisexual, pero completamente enamorado de Daniel, aún que este último tuviese muchas inseguridades. Sentía celos de algunos chicos, no de los con quien jugaba, sabía que eran amigos y si veía sus Instagram (por que sus inseguridades lo llevaron a eso) los dos chicos eran los típicos adolescentes que solo tenían fotos de free fire, unos autos y fotos de futbolistas.

—Val, apaga el micrófono.—murmuró daniel hacia Valentín, aún con su seño fruncido.

—¿que pasa, amor?—Pregunto el ojiazul, luego de apagar el micrófono, sin mirarlo, estaban saltando en unos de los lugares de matias indicaba.

—¿con quien juegas?—pregunto el más bajito.

—con unos amigos, dan. ¿Por?—miro por unos segundos a su pololo quien lo miraba con el seño fruncido.—pucha, el weon me robó la wea.

—¿estai jugando con una weona?

—si, la feña. Es prima del nacho.

—¿tiene Instagram?

Ahora Valentín frunció el seño.

—¿para que? ¿Le queri hablar?

—nada que ver, solo dime.

—ya, búscala en mis Instagram. Es la única fernanda que sigo.—respondió el ojiazual activando el micrófono.— arriba hay dos weones.

Mientras Daniel buscaba a la tal Fernanda, Valentín jugaba y gritaba "están allá" "weon tonto" "¿podi pasarme una pared?"

Cuando la encontró puso una cara de culo. Era la típica mina que se sacaba fotos en el culo por que era fea de cara.

—el micrófono.—recordó Ribba.

one shot chilenos ; wosani Donde viven las historias. Descúbrelo ahora