XVIII.- A Salvo

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Ya habían pasado tres días desde que el omega había sido internado y aún no despertaba, Derek no se había separado ni un solo minuto de él. La primera vez que entró a la habitación su corazón se rompió en mi pedazos y le faltó el aire por unos momentos, su hermoso omega estaba recostado en la cama con muchos tubos conectados a él además de que necesitaba de un respirado, su piel estaba mucho más pálida de lo normal y tenía unas bolsas debajo de sus ojos, su torso estaba cubierto de vendas al igual que casi todo su cuerpo, tenía un yeso en si mano derecha al igual que en sus piernas, se veía demasiado mal. Desde ese día se sentaba a su lado y trataba de quitarle el dolor pero no podía ya que al estar completamente sedado no sentía ningún dolor pero lo ayudaría en cuanto despertará.

Derek se encontraba sentado tomando la mano de su omega con ternura y delicadeza, su rostro mostraba una profunda tristeza pero al mismo tiempo sus ojos veían al pequeño en cama como si fuera todo para él, quien sostuviera el mundo para él, los doctores y enfermeros estaban impresionados al ver esa faceta del alfa serio y frío, el alfa se mostraba débil por el omega.

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Stiles se encontraba recostado en el jardín de la mansión, lo último que recordaba era haber visto a Derek, ahora se encontraba tranquilo y en paz pero se sentía un poco solo sin los cachorros, sin su familia, sin su alfa.

- Ya veo que eres un Hale completamente - le dijo una voz cálida

Stiles se quedó estático, giro lentamente encontrándose con su padre detrás de él esbozando una cálida sonrisa, como aquellas que le daba de niño, esa sonrisa que siempre lo animaron y le dieron fuerza.

- ¿Papá? - preguntó el menor con la voz temblorosa

Noah se acercó a su hijo, el cual se había levantado y lo envolvió entre sus brazos. Stiles sollozó con fuerza dejó salir todo el dolor y la tristeza que soporto desde aquel día que vio al hombre que lo crío, a su padre muerto.

- Shhh, tranquilo pequeño. No quiero verte llorar, nunca me ha gustado, me rompes el corazón cada vez que o haces, desde que eras un pequeño bebé - le dijo Noah acariciando el cabello de su pequeño brujo

Cuando se calmo se separó un poco de su padre para verlo.

- Te extrañe mucho, lamento haberte dicho eso. Debí de haberlo sabido, sacrificaste mucho por mi...

- Mi pequeño desde el día que naciste supe que haría todo para mantenerte a salvo, haría lo que fuera por ti. Cuando me enteré de lo que había hecho tu madre las cosas no volvieron a ser las mismas; verás tu madre y yo nos casamos por obligaciones, nos llegamos a tener un gran cariño, nos quisimos pero nunca nos amaos y cuando ocurrió todo no pude volver a verla igual, ella te quería de eso no había duda pero había veces que podía ver la duda en sus ojos, ella no fue una verdadera madre pero para mí fuiste lo mejor que me paso en la vida y borrarte tus recuerdos fue de las cosas que más me dolieron pero el dejarte ir y darte a Derek fue lo que me destruyó pero tenías que estar a salvo, no podía permitir que te hicieran daño aunque al final lo hicieron pero me alegro de que tengas una familia. ¿Eres feliz mi pequeño Mieczyslaw? - dijo Noah mientras comenzaba a desvanecerse

- Soy muy feliz papá, los cachorros son increíble y son my buenos, se preocupan por mi y no les importa que no sea como todos los omegas, ellos me quieren y me respetan. Todos los días son divertidos y llenos de amor y de calidez. Derek es genial, él me ama por quien soy desde el primer momento me quiso, no me vio mal, no trato de controlarme, me cuida y protege... Soy muy feliz papá - dijo derramando lágrimas de nuevo pero una hermosa sonrisa adornaba su rostro

- Eso está muy bien mi pequeño, sigue siendo feliz, siempre estoy a tu lado. Te amo Mieczyslaw - le dijo Noah antes de desvanecerse por completo

- Te amo papá, nos veremos

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Derek sintió un ligero apretón en su mano así que miro a su castaño el cual comenzaba a despertar. Lo primero que vio el omega fue el rostro de su amado alfa. Le picaba la nariz por el respirador y se sentía algo atontado.

- Hey, tranquilo - le dijo Derek con un tono suave para luego acercarle un vaso con agua con una pajilla para que tomará un poco, el doctor le había dicho que tenía las cuerdas vocales muy lastimadas y que hablaría muy bajito y ronco por unas semanas

- Gracias...Der vi a mi papá -le dijo Stiles esbozando una sonrisa mientras una lágrima traicionera corría por su mejilla

Derek sonrió limpiando la lágrima con su pulgar y dejo suaves caricias sobre la mejilla del omega.

- ¿Pudiste despedirte? ¿Le dijiste todo?

- Si - se quedó un momento en silencio - Derek, te amo - el alfa se sorprendió al escuchar esas palabras pero al mismo tiempo se sintió lleno y esbozó una gran sonrisa

- Yo también te amo Mica, demasiado - le dijo acercándose al chico dejando un suave y tierno beso sobre los labios del chico

Al separarse Stiles le sonrió pero Derek sabía que le había ardido la cortada en su labio pero había valido la pena, aunque no se imaginaba que así sería su primer beso con su Mica pero había sido increíble por simplemente ser con él.

- ¿Crees qué podrías llamar a los demás? Los extrañé - pidió Stiles esbozando una ligera sonrisa con un pequeño sonrojo en sus mejillas

Derek asintió enternecido ante esa imagen y aprovechó que el doctor entró a revisar a Stiles para enviarles un mensaje a sus betas, los mandó a casa a que descansaran.

Su Mica ya estaba en casa, ya estaba con ellos, a salvo. 

El Omega HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora