Suicidio «Choni One Shot»

Suicidio.

Toni Topaz era una joven de 18 años que no tenía hogar, era una vaga más en las calles de Riverdale, a penas tenía dinero para comer algo, y cuando lo tenía para todo el día, no la dejaban entrar a los cafés por su pestilente olor y horrible aspecto.

¿Que querían? ¿Que oliese a rosas y vistiera ropa de Louis Vuitton?

Era cosas que nunca en su vida que pensaba que podía darse.

Hoy era 20 de noviembre del 2020, era la época más fría, el invierno se acercaba y con ella la navidad, aunque en Riverdale el invierno pasa desapercibido.

Cheryl Blossom era una deprimida y egoísta chica de 19 años cumplidos este año, al borde de la depresión y unas ganas de suicidio que estaban a punto de hacerla perder la cordura, morir era lo que más quería ahora.

¿Por que?

Sus padres eran una mierda.

Su día a día era una mierda.

Sus amigos eran una mierda.

Su autoestima era una mierda.

Su escuela era una mierda.

Los tratos que recibía era una mierda.

Los insultos que debía aguantar por ser lesbiana era una mierda.

La religión era una completa mierda.

Ella era una completa mierda.

Eran nueve cortas razones para que Cheryl Blossom quisieras desaparecer del mapa, olvidarse de su estúpida amiga Verónica que no hacía mas que hablarle cuando se le daba la gana.

De la única que no quería librarse era Betty, su pequeña y cariñosa amiga/prima, era la única la cual toleraba, su simpleza y generosidad hacían que Cheryl la quisiese siempre, le daba pena pensar que Betty estaría terrible si supiese que Cheryl había muerto.

El día que Cheryl se suicido comenzó a las 12 pm. Siempre despertaba tarde, y estaba de vacaciones.

Lo primero que hizo fue agarrar su celular, desearle buenos días a Betty y ver Twitter. Su perfil era bastante visto por mucha gente y a la gente le encantaban sus twits, ya que si perfil era depresión pura. Ese día publicó: "Today, The mash day in earth." Antes de que saliera de casa a vagar por la ciudad ya tenia 123 likes.

Fue primero al lago, luego fue a la biblioteca, luego fue a una cafetería y pidió diferentes tipos de cafés hasta que dieron las tres de la tarde, todos en el café la miraban raro, pero no le importaba, ya nada lo hacía.

Finalmente, antes de emprender rumbo a su fin, se dirigió a la casa de su pequeña amiga Betty.

—Cher, que alegría verte. —dijo la más bajita, sonriéndole, como siempre.

—Lo mismo digo, Cooper. —dijo abrazándola.

—Ven, pasa, por favor.

Cheryl entró a la casa porque no tenía nada más que hacer antes de las nueve de la noche, que sería su toque de queda antes de irse a casa. A su verdadera casa.

—¿Por que has venido? ¿Estabas sola en casa? —preguntó Betty una vez que estaban en la habitación de la rubia.

—Era como estar sola, ya sabes, papá en su oficina, mamá en la cocina y Jason en su habitación. No tenía nada que hacer.

—¿Te quedas hasta las nueve u ocho? Mamá no llegará hasta esa hora y sinceramente, no quiero estar sola.

Cheryl asintió sonriendo a su prima, luego la abrazo, lo único que pensaba hacer esas horas que tenía con Betty era abrazarla y decirle cuánto la quería, cuan importante era ella para Cheryl.

Y lo hizo, ese día hubo lágrimas, risas, abrazos, películas y comidas.

Cheryl podía ser arrogante y egoísta, pero cuando se trataba de Betty, ella nacía, nacía la Cheryl que debió nacer hace 19 años.

Finalmente la madre de Betty llego a las ocho de la noche y la invito a quedarse a cenar, Cheryl acepto con mucho gusto; cenaron pizza.

Cheryl se despidió de la madre de Betty, de su prima y se encaminó al puente techado de la zona norte de Riverdale.

Le tomó veinte minutos llegar en taxi, pero no le importo porque eran sus últimos minutos con vida de todos modos.

Toni siempre se refugiaba debajo del puente techado, ahí no le caían gotas de lluvia, y estaba a salvo.

Vio como una chica alta de cabello pelirrojo y chaqueta de cuero roja caminaba hacia el puente, vio su cara, le parecía familiar, ya que iba con la cabeza en alto, esa noche creyó que no podía existir chica más hermosa que la que estaba viendo.

Vio como no veía su presencia y seguía caminando cerca de la orilla del puente, rápidamente Toni se levantó del duro suelo y camino detrás de Cheryl a una distancia prudente, la vio detenerse en medio del puente y mirar por la barandilla.

Toni no supo lo que sucedía hasta que la vio subirse a la barandilla y colocarse al borde de esta; se iba a suicidar.

Toni no lo podía permitir, no podía permitir que una chica tan hermosa como ella se suicidara.

—¡No! —gritó Toni cuando vio que la chica había tomado impulso para lanzarse.

Cheryl no se lanzó, y miró a Toni.

—No me detengas, por favor. No tengo nada que hacer aquí.

—No digas eso, por favor, me rompes el corazón. —dijo Toni acercándose lentamente a Cheryl.

—Quiero irme a casa. Quiero volver a donde pertenezco, no quiero estar aquí. —dijo con rabia.

—Mi madre decía que la gente que se intenta suicidar, son ángeles que les toco vivir la dura vida en la tierra, y que intentan volver a casa. Sin duda eres el angel más hermoso que he visto en mi vida, pero por favor, no te suicides. —dijo Toni con un hilo de voz.

—Tu madre es muy sabia. —dijo Cheryl. —Yo no pertenezco aquí.

—Mi madre dijo lo mismo antes de suicidarse.

Cheryl miró a la chica con cara neutra, Toni se acercó finalmente hasta quedar a su lado pero detrás de la barandilla.

—No me detendrás. Nada lo hará.

Toni se subió a la barandilla y quedó al borde al igual que Cheryl.

—Si saltas, saltaré contigo. —dijo tomando su mano. La de Cheryl estaba fría, incluso más que la de Toni.

Cheryl miró con duda a Toni, miró su mano y como los dedos estaban entrelazados, miró al vacío que había entre el puente y las pierdas y volvió a mirar a Toni.

—Nada ni nadie lo hará. —dijo Cheryl.

Cheryl era muy egoísta, ¿se los había mencionado?

Y salto.

Toni saltó con ella.