Happy Birthday To You~

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Esto está dedicado a Honey_Izusuu, feliz cumple, te re quiero. 😔👊💖

El siguiente One-shot contendrá Spoiler del final del manga, si no te lo terminaste te recomiendo leerlo y después vuelves aquí, gracias.

— Shhh, se va a despertar. — Fue lo primero que escuchaste antes de abrir los ojos y levantarte suavemente de la cama.

— Pero que-- — Balbuceaste, antes de que tus dos mejores amigos y tu novio se tiraran encima tuyo, lanzando al mismo tiempo confeti por todos lados.

— !FELIZ CUMPLEAÑOOOOS! — Gritaron, entre risas. Tu mente recién despertada trataba de procesar la situación mientras tu boca escupía confeti a diestra y siniestra, aún sin entender del todo lo que pasaba. Luego de un rato, miraste al rededor.

— ¿... Qué? — Murmuraste. El azabache se acomodó a tu lado, con una sonrisa.

— Es tu cumpleaños, _______. — Giraste la cabeza para mirarlo.

— ¿Es mi cumpleaños? — Preguntaste. Luego abriste los ojos asombrada y te acomodaste el cabello. — ¡ES MI CUMPLEAÑOS!

— ¡SÍ! — Contestó la de cabellos anaranjados mientras lanzaba más de aquellos papeles coloridos directo a tu boca, haciendo que volvieras a escupir.

— Les dije que se olvidó. — Contestó el albino. Y estaba en lo cierto, ya que desde hacía meses que ponías todas tus fuerzas en que Emma recuperara su memoria, cosa que habían logrado hace poco. Miraste los tres que te rodeaban con una sonrisa agradecida. Norman estaba sentado a los pies de la cama, mientras que Emma cantaba el “Feliz Cumpleaños” y lanzaba confeti y serpentinas por toda la habitación muy emocionada. Y a tu lado se encontraba Ray, tu novio, que te observaba con amor mientras acariciaba tu mejilla suavemente. Te acercaste y lo besaste, escuchando los sonoros “aaawww” de los otros dos. (N/A: ¿Por qué el reproductor automático me puso “Heather” ahora? ¿Es algún tipo de premonición divina o qué onda? JAJAJAJAAJAJ)

— Bueno _______, te dejaremos cambiarte. — Habló el de ojos azules. (N/A²: NONO, AHORA ME PUSO “MORAL OF THE STORY”, MEJOR CAMBIO LA CANCIÓN--- UUFF me puso un Temaikén, “Mine”, amo esta canción 😔👊💖 bueno volvamos al One-shot aaa-----) Le sonreíste mientras se dirigía a la puerta de salida arrastrando a Emma. Giraste para ver al de ojos negros, que te sonreía cariñosamente.

— Te espero afuera, linda. — Habló antes depositar un casto beso en tus labios al tiempo que soltaba tu mano. Ya encontrándote sola en la habitación te dirijiste al armario y cambiaste tu pijama por algo más cómodo, unos jeans y una remera de cierto azabache que encontraste entre tus cajones. No era la primera vez que usabas su ropa, ya que según tú “Es mucho más cómoda que las mías” y según Ray “Te quedaba adorable”. Te pusiste unas zapatillas y cepillaste tu pelo antes de salir.

— ¡FELIZ CUMPLEAÑOS, _______! — Gritaron de pronto todos los niños que fueron liberados de Grace Field. Abrazaste a cada uno de ellos agradecida para después salir con el trío R.E.N.

— Y bueno, _______, ¿Qué te gustaría hacer hoy? — Preguntó Emma.

— Mhm... No lo sé, ¿Pasear por ahí? — Hablaste mientras te encogías de hombros.

— Vayamos a una heladería. — Propuso Norman. Momentos después estaban en el parque, Emma llorando porque tropezó y su helado de tres bochas sabor chocolate-mango-crema del cielo cayó inevitablemente al suelo; a sus espaldas tú y tu novio reían a carcajada limpia, ya que el albino había vuelto a la tienda para comprarle otro helado a la de orbes verdes.

— ¡Ustedes dos son crueles! ¡Son crueldad pura! — Se quejó la jovencita.

— ¿Disculpa? Te recuerdo que fue TU NOVIO el que planeó el genocidio de una especie. — Replicó el azabache.

— Primero, tuvo sus razones para pensar que eso iba a funcionar. Segundo, Norman no es mi novio. — Tanto tú como el chico a tu lado pararon súbitamente de reír para mirarse.

— Ahora yo quiero llorar. — Declaraste. El de orbes negros abrió sus brazos.

— Ven aquí. — Dijo. Si dudarlo te lanzaste hacía él, ocultando tu rostro en su pecho. Ray te acarició suavemente la cabeza. — Algún día haremos que estén juntos, no te preocupes.

— ¡CLAAAARO, SOLO TENEMOS QUE CURAR LA CEGUERA DE LA ANTENA DE AQUÍ! — Balbuceaste, sarcásticamente.

— Antena... Eso me suena de algún lado. — Mencionó la pelinaranja. Ella aún no había recuperado sus recuerdos por completo, por lo que tenía algunas lagunas mentales. La más importante (y la que trataban de borrar) era la de Yuugo y Lucas.

— Emma, así te decía Yuugo... ¿No te suena su nombre? — Mencionó tu novio.

— Yuugo... — La chica tanteó pronunciar el nombre. — Siento como si fuera importante. Como un triunfo... Extraño. — Terminó diciendo, mientras Norman llegaba con otro helado para la muchacha.

{~°~}

El puerto. Desde que llegaste a el mundo humano desarrollaste una facinación de ver el anaranjado atardecer confundirse con el agua marina, ver como las estrellas aparecían y se reflejaban en el agua, ver, en el mundo humano, el reflejo del sol en el agua, el “Agua Dorada”. En realidad era solo una ilusión óptica, pero te traía muchos recuerdos, más que cualquier otra cosa. Te recordaba a las muertes, a los secretos. A los sacrificios, a esa flor roja. Para tí, esa agua era amarga, amarga como la libertad. Pero se sentía tan bien por fin ser libre.

— Cariño. — Murmuró Ray. Hiciste un sonido con la garganta, indicándole que tenía tu completa atención. — ¿La pasaste bien hoy?

— Claro que sí, amor. — Respondiste, besando suavemente su mejilla. Él sonrió y giró su cabeza para mirarte fijamente. Tus mejillas ardieron por la cercanía, y podías ver cierta satisfacción por ver el granada color ocupar tus mejillas. Luego, te concentraste en el carbón color de sus ojos. No importaba cuánto lo intentaras, siempre te perdidas mirándolos. El reflejo del agua a su costado hacía que el brillo de sus orbes se viera incluso más magnífico de lo que ya de por sí solo era. Pudiste, en tu trance, notar como el muchacho bajaba la vista hacia tus labios y te entregaba una mirada suplicante. Sin pensarlo dos veces, lo besaste, pudiendo sentir como de pronto el chico relajaba su cuerpo y acariciaba tu mejilla ante tu tacto. Maldijiste al aire que tus pulmones reclamaban antes de separarte. El te dedicó una mirada enamorada mientras unía sus frentes.

— Te amo, _______.

— Yo también te amo.

Puras weas randomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora