Borrador #10

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La historia comienza con un chico que ama el amor. Sí, tal vez pensarán que es una historia cliché de un amor cliché, pero Jungkook y Namjoon merecen una crónica de un amor épico que conmocione al mundo tal y como me ha conmovido a mí. ¿Por qué estoy seguro de que será épico? Fácil, jamás vi a dos personas amarse tanto como ellos. Por eso tomé una pluma y una hoja y escribí la primera línea esperando que las demás lleguen inmediatamente.

Jungkook nació en el seno de una familia amorosa (tan amorosa que cuando habla de ello se sonroja) Creció con los mofletes abultados y un hermano menor que atesora como su mejor amigo. Entonces cuando cumple diez, deja su vida en Busan y llegan a la ajetreada vida de Seúl. "Un acontecimiento que facilitó el encuentro con mi alma gemela" me narró el mismísimo Jungkook. (Acá reitero que son el uno para el otro)

Entonces llega la etapa de la escuela media y es donde nuestros dos chicos se ven por primera vez. Pero antes de relatarles aquel encuentro de almas gemelas, les daré brevemente una introducción a nuestro segundo...

Namjoon nació en el seno de una familia cálida (tan cálida como su taza de café mañanera que lo caracteriza) Creció con muchos libros en su estantería y una hermana mayor que siempre fue su guardiana. Me relata que, al contrario de Jungkook, él no cree que haya sido merecedor del amor de su alma gemela (No repetiré de nuevo eso de que son el uno para el otro, porque ya lo he hecho)

Me di a la tarea de recopilar ambos puntos de vista y hacerlo uno solo que pudiera narrarles sin que mueran de amor. Pero esto lo relatare en tercera persona, porque sonará más como una novela, que como un intento de crónica.

Semana de finales. Aquella semana en donde la mayor parte del cuerpo estudiantil se encuentra estudiando. Jungkook pasó toda la noche estudiando para su prueba de inglés, caminaba con unas ojeras tan grandes como el cielo nocturno y una cara adormilada que daba miedo. Como si fuera una escena de un drama, sus ojos se encontraron con los de un chico alto y desalineado igual que él. Decir que Jungkook quedó cautivado con aquel chico es poco, porque su imaginación y todo lo que podía pensar era en él. Namjoon se dio a la tarea de encontrar al par de ojos que brillaban como una galaxia que había tenido la suerte de admirar. Ambos se comenzaron a llamar en medio de la oscuridad y de la luz, se buscaron en sus sueños y sin saberlo las puntas de sus lenguas recitaban sus nombres una y otra vez, tal vez porque aquellas dos almas se buscaban desesperadamente desde mucho antes que se cruzaran en el pasillo.

Después de escribir un párrafo increíblemente romántico y sin sentido seguiremos con los acontecimientos posteriores que le sucedieron después de verse por primera vez. Encontrar sus nombres fue más difícil que cualquier otra cosa. Namjoon siempre miraba por todos lados, en ese momento se ofreció a las manos de la suerte y espero que el nombre de la persona con la que apenas cruzó miradas se revelará en la luz de la mañana y pudiera terminar con su martirio.

Y como si hubiera hecho una plegaria diaria, lo vio. Su cabello era castaño y un poco más corto, obviamente en sus ojos se reflejó el sinónimo de perfección que tantos años busco. Un festival de la escuela fue quien le entregó el nombre. Jeon Jungkook. Me ha contado que lo repitió frente al espejo de la escuela al menos 30 veces. ¡Y cómo no! Los nombres de las personas que amamos suenan más hermosos cuando se pronuncian con anhelo.

Jungkook por otro lado dio con el nombre de Namjoon una vez en el cuadro de honor. Cuando cayó en cuenta de que la foto que ocupaba el primer lugar en aprovechamiento de toda la escuela era el chico que todo el tiempo estuvo buscando. Seguramente sus ojos brillaron aún más de que lo acostumbran -esas fueron palabras de Namjoon que me obligó a poner-. Después de eso el destino se encargó de juntarlos tal y como la primera vez.

Entonces el momento mágico ocurrió, donde sus voces pronunciaron sus nombres y sus ojos dijeron todo lo que tímidamente ocultaban debajo de sus paladares. Ambos sentados frente a frente en la biblioteca escolar. La brisa con olor a primavera movía las cortinas de los ventanales haciendo que la intensidad del amor ferviente de nuestras dos almas gemelas creciese más y más.

Los encuentros posteriores fueron aún más fáciles gracias a la amplia afinidad que compartieron y aún siguen compartiendo. Y es que diez años después, aún con los estragos de una relación no perfecta, siguen siendo aquellos chiquillos que se juraron amor eterno con sus palmas unidas a la luz del sol de verano.

Lo olvidé, ¿cierto? Se que tienen curiosidad de saber cómo se juraron amor eterno y por qué ahora estoy tratando de buscar las palabras perfectas para describirlos.

Hasta la fecha sigo quedándome corto a la hora de describir aquella hazaña de Dios o de cualquier cosa que se encargue de juntar a las almas gemelas. Las citas que tuvieron en la biblioteca posterior a su primer encuentro están llenas de nuevas anécdotas y sentimientos que jamás han podido describir. El tacto de las manos en ellos son tatuajes bordados por el viento y que cuando se juntan forman un escudo frente a todo lo malo que pudiera sucederles.

Como, por ejemplo, cuando Jungkook se lastimó en clase de deportes, Namjoon sostuvo su mano mientras la enfermera de la escuela vendaba su pie esperando que solo fuera una torcedura. También cuando Namjoon estaba sentado frente a su escritorio esperando los resultados de la universidad, Jungkook no soltó su mano nunca. Acá es cuando nos damos cuenta de que el amor no solo esperar a que nos llenen de besos y de mimos, sino de apoyo en cualquier clase de situación que nos pongan tristes, felices, enojados o nerviosos.

Algo que disfruto mucho de contar y ahora me emociona escribir, es cuando se tomaron de la mano y se hicieron la pareja más divina de toda la escuela. Si bien haber pasado unas cuantas citas, el tomarse de las manos para ambos era una acción nueva que seguramente ninguno de los dos pensó que harían alguna vez en la vida.

Jungkook fue el primero en dar el paso para hablar abiertamente de sus sentimientos. Trate de memorizarlo, pero en este instante le llamaré para que pueda escribir esto aún más fresco. Caminaban en el parque Naksan antes del atardecer, los nudillos de sus manos estaban rozándose mientras caminaban al mismo tiempo. Jungkook cree que ese día Namjoon también estaba pensando en confesar sus sentimientos, pero su tiempo de hablar jamás llegó. "Tuve que armarme de valor para poder tomar su mano mirarlo a los ojos, que por cierto son los ojos mas interesantes y hermosos que he visto" Eso no tuve que haberlo puesto, pero recordé que de alguna manera tonta e inmensamente incoherente estoy haciendo algo con comedia.

Así, tomados de la mano en el parque favorito de Namjoon fue cuando el inicio del algo se convirtió en la realidad más hermosa de ambos. Porque para Jungkook el saber que tenía alguien con quien compartir los pequeños momentos que adornaban su vida era fascinante. Y porque para Namjoon el tener alguien que lo escuchará hablar de libros, de poemas y de las pequeñas plantas que se habían convertido en un parte esencial de su vida fue algo muy valioso (algo que hasta la fecha le cuesta creer, pero que lo atesora más que a su propio bienestar)

Existen aún más cosas que relatar, pero no puedo escribir más. No termine mi trabajo, pero su amor épico ya fue demostrado al menos en una gran parte de su totalidad. Namjoon y Jungkook no deberían de ser un ejemplo de una relación establecida, sino como una prueba de que tal vez tenemos un alma gemela en cualquier parte, y no necesariamente se presenta como una pareja sentimental; puede ser nuestro mejor amigo, un hermano, un primo, nuestros padres o una misma mascota.

El amor se respira en cualquier estación. El amor se canta en cualquier canción que se pronuncie con devoción. El amor que tenemos dentro algún día florecerá y será entregado al indicado o no, pero si no lo intentamos nunca sabremos si lo hicimos bien.

Namjoon y Jungkook alguna vez -muchas veces- me inspiraron a seguir mis sueños. Y ahora como un intento fallido de crónica relate lo que es para mí es un amor inmaculado e ideal, sé más que nadie que la perfección no es real, pero si nosotros tal y como ellos, creamos nuestro propio significado de perfección podremos decir mil veces todas las veces que dijimos te amo. 

Todas las veces que dijimos te amo » NamkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora