Frenesí de otro mundo

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Hace mucho tiempo, en fechas de las que no importa recordar sus dígitos exactos, en un pueblo rural norteamericano cuya ubicación geográfica exacta es indiferente a la mención, sucedió un desafortunado acontecimiento digno de rememorar para aquellos intrépidos lectores que se sientan con las agallas de procesar en sus mentes el siguiente relato.

En una noche estrellada mas del montón, donde los insectos llenaban el silencio nocturno con su incesante coro de aleteos y llamadas de apareamiento que ante el oído humano se convertían en agradables melodías, melodías que solamente la naturaleza era capaz de producir cuando lo innombrable ocurrió.

Irrumpiendo entre las constelaciones se precipito hacia el suelo un objeto volador de aspecto y naturaleza indescriptibles, provocando un cráter entre los cultivos de una amable pareja de  campesinos.

Rápidamente las luces del pueblo se encendieron ante tal estruendo, los perros ladraron, los establos se estremecieron y por supuesto las personas no tardaron mucho en inferir la ubicación del desafortunado accidente.

Antes de que cualquier granjero molesto y a la vez curioso se pudiera acercar al lugar de lo ocurrido una caravana de cientos de autos cadillac brougham de color negro estremeció las inmediaciones seguidos de convoyes militares.

Rápidamente los habitantes del vulgo comenzaron a sospechar toda clase de hipótesis alocadas sobre el evento y no era para menos pues tal movilización de recursos por parte del gobierno significaba que algo grande estaba ocurriendo.

En lo que parecerían ser segundos, cientos de agentes trajeados acordonaron la zona a la vez que irrumpían violenta pero pulcra mente en lo hogares de los pueblerinos, todos repetían el mismo discurso con la excusa de que se trataba de un globo meteorológico que se había estrellado en el terreno de los la desafortunada pareja de granjeros.

Como es evidente, tal excusa no contento a todos los aledaños, por lo cual antes de que pudieran tomar cartas en el asunto fueron segados por un extraño aparato del tamaño de una pluma sostenido por los agentes, en cuanto se recuperaban de la ceguera inicial los oficiales les daban el mismo sermón, con la diferencia de que esta vez aceptaban el relato sin tapujo alguno

Durante los siguientes días la actividad en  la zona se detuvo, tas las personas y animales que vivían en el lugar de los acontecimientos parecían drogados bajo alguna especie de control, no realizaban ninguna de sus actividades habituales  se limitaban a vagar por sus residencias sin propósito aparente

Los únicos con lucidez en el asentamiento humano eran los agentes de traje, los cuales vigilaban el perímetro por todos los medios imaginables, al cabo de unas semanas un  escuadrón de científicos arribaron al sitio del incidente, recogieron lo que parecían ser 2 extraños cuerpos humanoides de color gris marchitados y sin vida de lo que en algún momento fue su medio de transporte, así fue como sin mayor explicación los enviados gubernamentales abandonaron el sitio, aun con esas su presencia se lograba percibir en aquel pueblo que sobra decir no volvió a ser el mismo incluso después de que sus ocupantes regresaran a su estado habitual aunque sin recuerdos de lo sucedido

No había señal de radio ni de TV, asunto que no importo en lo absoluto a nadie, ni siquiera fue motivo de algún comentario esporádico, simplemente fue un hecho ignorado, esto se debía a que detrás de los arboles un agente permanecía vigilando el lugar para que nadie  manifestara un signo de interés en alguno de los extraños eventos, día y noche el agente por medio de las hondas de radio procuraba mantener todo a raya.

Por mas extraño que parezca esto no era mas que una labor de rutina y en unos mese podría retirarse a continuar con sus labores  en algún otro lugar. Una noche mientras manipulaba con sus extraños aparatos las hondas necesarias para perpetuar su control de la zona un sonido agudo irrumpió en sus oídos haciendo que perdiera el control de si mismo y comenzara a gritar, para su infortunio nadie fue capaz de ir a su auxilio debido al estado de falta de conciencia que tenían las  personas, intento comunicarse con sus superiores pero incluso con sus métodos de avanzada sus esfuerzos por contactar con algo afuera resultaron en vano,

mientras luchaba con el dolor 2 figuras humanoides de color gris portadores de cabezas des proporcionalmente grandes, ojos negros sin rastro de vida y lo que  se asemejaba a una sonrisa de homo sapien recién nacido  se aproximaron de forma lenta hacia el sujeto 

este gritaba desesperado pero sus sollozos no daban resultado alguno, las 2 entidades se aproximaban cada vez mas a el provocando que el sonido se hiciera poco a poco mas ensordecedor, cuando estaban a menos de un metro de el, ya con los tímpanos reventados logro escuchar en su mente un idioma incomprensible que  entendió al instante, las entidades clamaban por sus cuerpos mortales.




La conciencia de lo ajeno a este mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora