Capitulo uno: ¿Quién eres?

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Era un día como cualquiera , me dirigía hacia la universidad ya un tanto retardado por que mi alarma no sonó y para colmo como de costumbre el metro iba a reventar , pero para uno que este a sido su transporte por años ya conoce como hacerle. Como pude me acomode en el vagón y para mi suerte en la estación siguiente el hombre que iba enfrente mío se bajo en la estación siguiente, así que rápidamente me apodere de el , por fin iba a poder descansar aunque sea un rato.

Acomode mi mochila entre mis piernas y como de costumbre me puse a observar toda la gente que iba atiborrada junto conmigo en aquella lata , como siempre la gente en sus platicas en sus vidas , dormidas o en sus pensamientos, algunas jóvenes , otras viejas, hombres y mujeres ahí se podía ver de todo. Al llegar a la siguiente estación se bajo una considerable cantidad de gente dejando espacio para que todos se acomodaran.

Al mirar hacia enfrente pude observar mi reflejo en verdad que la carrera esta acabando conmigo y eso que tan solo llevo dos años aquí, trate de acomodarme el cabello pero como de costumbre por más que intente esa maraña amarilla nunca cede. Vi las ojeras que enmarcaban mis ojos y el color de mi piel que de su tez por lo general tostada comenzaba a aclarase y bueno era de esperarse últimamente no eh dormido nada bien con eso de las tareas y que tengo entrega a fin de mes. Recuerdo que cuando cumplí los 18 hacia mucho ejercicio y ahora con 20 por lo menos me mantengo en forma.

Desvíe la mirada hacia abajo para observar mis tenis negros ya todos sucios que hacían excelente juego con mis pantalones de mezclilla un desgastados por el huzo, quede por un segundo viendo algo al final de mi playera... ¿Qué era eso?... y fue cuando capte ¡la etiqueta! Me la puse al revés , saque mi chamarra de mi mochila colocándomela a toda velocidad para que nadie más me viera así y es que al salir por las prisas solo me puse lo primero que encontré.

Ya puesta me tranquilice y regrese mi vista hacia la ventana de enfrente para no encontrarme con mi reflejo si no con una oscura noche, un chico se había sentado enfrente mío y ahora nuestras miradas se quedaron clavadas una en la otra examinando cada detalle , cada parpadeo, hasta que él me sonrío de medio lado , sin poder explicarlo me puse nervioso así que fingí bostezar para desviar la atención de mí y no viese que estaba más que rojo , pero note que mi acción no daba resultados descaradamente me voltee a ver por la ventana.

De repente mi mente capto ese chico que tenía enfrente no era ni más ni menos que el mejor de la facultad de Arquitectura y uno de los más populares de la universidad a pesar de ser tan grande el lugar. Los latidos de mi corazón se aceleraron al punto que podía escucharlos retumbar en mis oídos, ojala que el no los escuche, desde que entre él de convirtió en mi amor platónico una mañana que me estaban molestando y el me defendió pero cuando me entere quien era Uchiha opte por solo verle de lejos y ahora lo tenía aquí enfrente mío y o por dios.... Me acaba de sonreír y yo le di la vuelta. Sin darme cuenta azote mi cabeza contra el vidrio con desesperación.

Varios que iban se me quedaron observando después de mi acción y unas chicas que iba en el vagón se comenzaron a reír.

- dobe – escuche a un costado y al observar a quien me hablaba pude notar que era él perfecto ahora cree que soy un imbécil- deberías de dormir más para no estar cabeceando en el metro.

Me está hablando es increíble la mayoría de la gente en la escuela me molesta pero él , me está hablando así sin más . No supe que decirle lo mire directo a los ojos con demasía lo que causo que al sonreírme de nuevo mi cara se pintara de un color rosáceo. No , no debía de estar soñando en 20 años de mi vida eh tenido una relación y ahora mi amor platónico estaba a punto de acercarse a mi cuando unas chicas que recién se subieron le interrumpieron dándome el momento justo para levantarme y escapar de aquello. Bajé a toda velocidad del vagón y corrí como si no hubiera mañana hasta la parada del camión que me lleva a mi facultad.

AMOR  DE DOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora