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Eran las 9 en punto de la mañana, tendríamos clases hasta tarde así que teníamos toda la mañana libre, me aliste rápidamente y fui a la dirección que decía en el papel, era una casa muy bonita y el jardín está muy bien cuidado, toque la puerta y me abrió una muy desaliñeada Isabella, traía puesto un pantalón de pijama negro, una camisa de lo que parecía ser una banda de rock?, y el pelo muy alborotado lo que me decía que se acababa de levantar.*

-Pasa, para mi que vendrías más tarde, *entró y detrás de ella yo, cerré la puerta y la casa estaba muy limpia, una alta "música" o mejor dicho gritos, fue lo que me recibió al entrar.*

-Vives sola? *pregunte mirando todo a mi alrededor.*

- Que haces ahí parada? Ven, y no, vivo con mi madre pero ella no está así que tengo casa sola por un mes y medio *entre a la habitación de esta y las paredes estaban llenas de pósters, ropa y zapatos tiradas por el piso, pero hey! Al menos la cama estaba arreglada.*

-siéntate ahí, te voy a mostrar unas cosas *me senté en lo que parecía un columpio en forma de canasta y una almohada negra.*

-Ok, esto es un dildo *agitó algo largo enfrente de mi* y esto es un vibrador *me mostró algo como una pastilla conectado a lo que parecía un control, así pasaron unos minutos mostrándome todo tipo de dildos, como ella les llamaba .* 

-Y este es tuyo *me entregó una caja con un pene, era de un material como hule pero, no se sentía mal, abrí la caja y lo saque, me empezó a explicar los botones, para que servían y las velocidades que tenía.*

-Si aún no te mojas, puedes usar lubricante, aunque no creo que lo necesites aún estás joven, así que te recomiendo que mires alguna porno o algo y luego ocupas a ese amiguito que te regale, ahora largo quiero seguir durmiendo.

*Mis mejillas y toda mi cara se tiñeron de rojo, como podía hablar tan libremente de eso, la mire en chock sin decir nada*

- Que? Oye mira, si quieres tener un sugar daddy, un viejo adinerado o como quieras llamarle tienes que dejar la pena y esas cosas de niños, vas a tratar con personas mayores ya conocen del mundo y muchos tienen hasta problemas mentales, les gustan tipos de cosas muy pero muy extrañas y con pena no llegarás a ningún lado, espabila Sher. *me trono los dedos en la cara, trague grueso y asenti con la cabeza*

-muchas........ muchas gracias sis *guarde esa cosa en mi mochila y me levanté, tenía que irme.* si tengo dudas de algo podría venir contigo? *ella parecía de confianza y aunque no quisiera tenía que admitir que era buena onda.*

-Pero claro, yo me encargaré de ser tu sexóloga, psicóloga y demás *sonrió.*

*me despedí de ella y me fui, tenía muchas cosas que procesar y tenía que decidirme si hacer o no eso, aunque no lo quería aceptar sentía un gran peso en mi espalda, suspire, ok esto sólo lo podía decidir yo y mi decisión estaba tomada........... lo haría.*

Los Placeres De La Vida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora