el propósito de la poesía es embellecer sentimientos vacíos.
te ofrezco un poemario de bolsillo, para tiempos nostálgicos e injustamente pasajeros.
soy buena compañía para los silencios tras un suspiro desilusionado, con suerte mis letras sean un a...
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no he reescrito el libro, lo he leído a primera impresión. recuerdame cómo un fenómeno con un himno de siete planetas. un fenómeno peculiar, porque no tengo nombre, soy un seudónimo explícito entre las páginas de un libro que aún no termino. y es que parece que cada que lo escribo, entierro sus versiones anteriores bajo tierra. estoy tan harta de releer mis mismas palabras, siempre pensando si son cortas, si son muy pocas, si son ensayadas ó solo estoy acostumbrada a ellas. a este ritmo, nunca serán suficientes. nunca precisas, no tan extensas como desearía que fueran. escribir me libera, no entiendo realmente lo que estoy pensando hasta que lo veo plasmado en papel, pero cada que lo veo sin filtros ni matices, suenan cómo delirios de una vida pasada. abandono las ideas tan fácilmente como surgen en mi, las olvido y reemplazo como si de calzado se tratara. ya no me gustan las horas doradas, las palabras que iban a revolucionar el mundo ahora se ven oxidadas y confusas. ¿realmente sabía lo que decía, ó solo he olvidado que significaban? se que lo eran todo, pero sólo me quedan las cenizas.
