Somos Una Misma Alma

Mansión

En escocia en una gran mansión se encontraban dos chicos sentados en el sofá viendo televisión.

- Jack, ¿te acuerdas como nos conocimos?.- pregunta uno de pelo castaño.

- Claro, aunque yo te conocí antes que tu me conocieras.

- ¿Qué quieres decir?.

- Hipo, recuerdas haber seguido aun dragón nuevo antes a una cueva cuando tenias 22 años, antes de casarte con Astrid.

- Si lo recuerdo, los dragones estaban nerviosos en ese entonces, todos querían irse solo Chimuelo podía controlarse, fuimos a investigar y vimos aún dragón desconocido, intente calmarlo para que no atacara y el solo se marcho decidí seguirlo hasta una cueva y parecía hablar con alguien, ¿Por qué preguntas?

- Con quien hablaba era yo, fue la primera vez que te vi y la primera vez que me viste es cuando dijiste que no te importaba creer en espíritus si podías salir de esa isla, en ese entonces Astrid te había traicionado y su amante había matado a Chimuelo, nadie en Berg sabia lo que te paso y cuando supieron que Astrid se había conseguido un amante, te había abandonado en una isla y matado a Chimuelo, no hubo quien evitara su expulsión.

- Todo fue gracias a ti, sino me hubieras ayudado a salir, también me di cuenta que realmente eras un espíritu cuando nadie te veía.

- Si luego nos hicimos buenos amigos y sin notarlo tu me gustaste, pero cuando me di cuenta tu ya habías muerto, siglos mas tarde se me dio el puesto de guardián.

- Luego desperté de la tierra árida, pensé que había llegado al Nirvana pero seguía en Berg, aunque todo era diferente, busque a las personas que había en la isla pero me di cuenta no me veían, también me di cuenta que Berg ya no era una isla sino varias islas.

- Eso fue por el movimiento de la corteza terrestre que cambiaron su ubicación, pero cuando te encontré realmente me sorprendió que te volvieras un espíritu.

- Dímelo a mi, soy un espíritu terrestre de la abundancia, a diferencia de ti no sigo al hombre de la luna bajo el mando de Artemisa, sino que sigo el mando de Demeter y sus hijos.

- Si, seguimos siendo diferentes de alguna manera pero podemos estar juntos, ahora recuerda me como construiste esta mansión.- Dijo sonriendo.

- No me gustaba estar vagando a la intemperie así que me establecí aquí en escocia y decidí crear una casa, al principio era como mi casa en Berg pero luego vi las diferentes estructuras que se habían creado y decidí cambiarlo a una mansión victoriana, como no sabia ocultar la mansión al principio muchas personas vinieron a vivir aquí y la llamaron la mansión de los perdidos, porque era difícil de encontrar y ahora como vez aproveche para ocultarlas en las tierras altas, casi nadie puede encontrar esta mansión, después de todo el Status Quo de los dioses impiden que los mortales lo encuentren.- Explico, en eso se siente un ligero temblor de la montaña nevada. - esta es la misma sensación que el dragón que vi antes.

- hay un dragón ancestral aquí, supongo debe ser la hermana del otro dragón que fue sellada en hielo.- Explicó. - Recuerdo que su hermano la sello porque ella lo quería detener de abandonar su estatus como dragón para reencarnar.

- Los primeros dragones son tan complicados, ¡huye!.- Grito mientras se fusionaba con la tierra.

- ¡Déjame entrar, no hay tiempo!.- Grito y se abrió un agujero pero cuando iba a entrar fue agarrado.