una historia de una joven ladrona huérfana que se a dedicado junto a su hermanastro al robo y asesinato, todo parecía bien para ella hasta que conoce a un agente adinerado quien la hará cambiar solo que no será nada fácil...
El sonido de las sirenas sonaban por aquellas grandes calles de San Bernardo, una ciudad elegante y futurista -entre comillas-, una persecusión de un auto lujoso color plateado, con al menos seis patrullas detrás de este, ¿A qué se deberá? Bueno, regresemos a unas horas antes...
El sonido de botellas chocando suavemente entre ellas dió inicio a una celebración en un bar de mala muerte que se ubicaba en las afuera de la lujosa ciudad cruzando un enorme lago, risas e insultos en plan de broma con música adornaban el ambiente de ese lugar, algo tranquilo como siempre, Jack un chico de cabellera castaña se encontraba apostando con un tipo, barbon y tatuado, ¿La apuesta? 10.000 mil dolares en efectivo, ¿Juego? Uno muy simple y sencillo, dominó, partidas de 50 empate de aquellos dos hombres.
- vamos amigo, solo una más, de seguro tu ganas- exclamó Jack quien tenía una botella en su mano derecha y un cigarrillo en la izquierda esperando a que sus 7 fichas sean dadas por un tercer hombre.
-sin trampas hombrecillo, o terminarás con el cuello roto- respondió el hombre tatuado.
Las fichas al ser repartidas comenzaron con calma lo cual se veía a Jack relajado y confiado, después de todo un ladrón profesional no perdería ante nada. El humo del cigarro solo se desvanecía en el ambiente y la cerveza poco a poco acababa, dos fichas... Uno para cada uno, un lado de 0 puntos.
-vaya vaya, yo gane, creo que el ratón regresará sin queso a su madriguera esta noche- dijo en tono burlón el hombre de barba descabellada jalando la pila de dinero a él.
-¿Que? No no es posible, espera quiero la revancha, no es justo- Jack dijo mientras se ponía de pie tratando de no hacer berrinche como niño pequeño pero solo logro sacar la risa al contrario.
- no hombrecito, reglas son reglas, así que te jodes, el dinero es mío, pero a menos que tengas algo más importante y valioso aceptaré- dijo confiado cruzándose de brazos el mayor.
-ahora que lo mencionas, tengo algo que te interesará, ¿Vez esa linda chica que está en la barra? Si exacto esa, la peliroja, yo la conozco, apuesto a que quieres pasar una larga noche con ella- hablo el chico sin apartar la vista de aquella joven, notando que su oponente mostraba algo de interés.
-es muy sexy lo confieso... ¿A caso es tu hermana? Porque si la apuestas es por algo niño- este estaba cada vez más intrigado así que accedió a otra apuesta.
Si, esa era la respuesta definitiva, acepto y comenzaron una partida más, otra dónde al final de todo Jack perdió, bueno, no estaba desanimado después de todo ¿Que tramara?
-bien amigo ganaste, te llevas el dinero y a mi hermanita, solo tratala bien, es algo exigente, es más te la presentaré como se debe- En compañía de su nuevo "amigo" se acercó a la barra donde estaba la chica, pelirroja y delgada, con hermosas curvas, se encontraba tomando un whisky a solas, con la iluminación fluorescente en ese lugar pequeño.
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