una historia de una joven ladrona huérfana que se a dedicado junto a su hermanastro al robo y asesinato, todo parecía bien para ella hasta que conoce a un agente adinerado quien la hará cambiar solo que no será nada fácil...
-eres un grandísimo idiota Jack!- furiosa replicó la dama mientras ambos corrían por el techo del edificio.
-deja de ser tan aguafiestas, solo fue un pequeño accidente- respondió jalando a su hermana de la mano a otra escalera de incendios.
-nuestro padre estará molesto por todo esto, de seguro nos castigará con algo peor que el gas pimienta en ese maldito cuarto...-
No hubo otra palabra en los próximos 5 minutos, ambos hermanos descendieron al callejón en dónde comenzaron a quitarse sus suéteres, si, estaban sucios y bañados en alcohol, tomaron aquel motín "ganado" y comenzaron a caminar al final de ese largo y oscuro pasillo, dónde se encontraba una bodega.
-espero tengas un auto... Discreto, solo para regresar a casa... Necesito ducharme, apesto- dijo ella.
-descuida hermanita, te va a encantar...- Jack abrió la bodega y en su interior había un coche de color blanco, un modelo viejo de hace 15 años, discreto después de todo. -subete, hay que irnos antes que...- el sonido del celular se escuchó, Jack contesto sin antes tragar saliva.
-¿se puede saber que diablos hicieron haya afuera?- interrogó un hombre con voz gruesa y grave.
-padre hola, hace muchas horas no escuchábamos tu voz jeje... Bueno fíjate que..-
-¡Silencio! Los veo en mi oficina a ambos... Espero que por lo menos traigan algo de valor, si no... Mejor no pongan un pie aquí...- fueron las palabras del hombre antes de colgar.
-supongo que tendremos una buena charla con padre...- encendió el auto y se marcharon del lugar.
Haya afuera era un caos, patrullas y ambulancias por doquier, en fin, salieron de la ciudad iluminada para ir a los barrios bajos dónde acechaban todo tipo de delincuentes, drogadictos, incluso el mercado negro más popular del lugar ¿Cómo es que existe eso sin que la policía diga o haga algo? Tratos con el gobierno, como en cada ciudad y país. Los jóvenes llegaron hasta un garage donde dejaron el coche y tomaron un viejo elevador con mayas de alambre por paredes, subieron hasta el piso número 15, el más alto de ahí.
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-espero este de buen humor-
-tranquila, deja de preocuparte ese viejo con verte se pondrá feliz, eres su linda florecita-
(....)
-¡Imbéciles! ¿A caso creen que tener al puto gobierno en la palma de mi mano es fácil?- grito el hombre eufórico y golpeando la mesa con puño cerrado. -denme una buena razón para no echarlos de aquí...-Dijo tratando de mantener los estribos, llevo un puro a su boca y encendió, sus labios se abrían levemente para soltar el humo.
-bueno... tuvimos unos inconvenientes con un sujeto ... pero trajimos dinero- Jack mostro aquel maletín y lo acerco al escritor donde lo abrió ante el hombre dando a ver los billetes.
