Okaaay, aquí está Máscaras @billienobodysmind.
Os dejo, espero que os guste al menos un poco. <3
A Isabel no le gusta su vida, le aburre. Está cansada de todo lo que hace y necesita un cambio, pero no termina de atreverse a seguir sus impulsos y mandarlo todo a la mierda. Su día a día es monótono, repetitivo; de casa al trabajo y viceversa. Hace tanto que no tiene una emoción que le despierte la sangre que hasta sus ojos han perdido la fuerza que tenían al mirar.
Llegó a Valencia hace tres otoños, por amor, y ahí se ha quedado, incluso después de que su novia la dejase tirada y desapareciese de su vida hace ya casi un año. Sus amigos, los pocos que tiene, le animan siempre a salir, pero ni se lo plantea. "¿A dónde voy a ir?" "¿Para qué?", les rebate cada vez que se lo dicen.
Esa tarde, al llegar del trabajo, revisa el buzón, como cada día, esperando algo que le ayude a salir del letargo, esperando algo diferente. Recoge los tres sobres y los lanza después sobre la mesa de la cocina al entrar en su piso. Presta atención al único desigual, uno negro con ribetes dorados. Lo mira, le da la vuelta varias veces y se sienta en el sofá para abrirlo.
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Sara sale de trabajar en la oficina de la empresa de bolis de su madre y resopla, aflojando su corbata, mientras desciende con el ascensor hasta la planta baja. Se mira en el espejo y se da pereza, le aburre su cara en el reflejo. Lleva tres años trabajando para su madre, y no quiere, pero no ha tenido el valor necesario para decirle que quiere ser cantante, que su empresa es una mierda y que está hasta los mismísimos de ella.
Cantaba siempre sola, en su cuarto, pero ahora ya ni tiene ganas. Vive en una especie de desidia que incluso a sus amigos les está empezando a aburrir.
A duras penas, llega a casa y se cambia para ir al gimnasio, es la única actividad que hace y realmente solo si Dani le obliga a acompañarle. Esa tarde pasa a buscarlo y van andando hasta allí. En el trayecto, el chico le tiende un sobre negro y plata y le exige que no se niegue a la aventura.
- Será divertido. Le he pedido a mi contacto una invitación para ti, no me hagas el feo, niña. Vamos a pasarlo bien.
- Dani, no sé si es buena idea. No creo que sea buena compañía para nadie y menos en una fiesta de gente que no conozco.
- Pero si eso es lo bueno, que en esa fiesta nadie conoce a los demás - responde levantando sugerente las cejas.
- Ah, no. No, no, no, no voy. Esas fiestas tuyas no me gustan, Dani, ahí solo hay...
- ¿Diversión? ¿Pasión? ¿Energía nueva? Sara, es justo lo que necesitas, venga ya. Conocer gente nueva y salir de esta monotonía en la que vives.
- Dani, no...
- Piénsalo, ¿sí? Piénsalo y me avisas. Recuerda que no pierdes nada.
- Bueno, ya veremos.
La tarde en el gimnasio es tan poco productiva que ni los músculos se le resienten una vez está de vuelta en casa. Cena una ensalada y se mete en la cama.
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- ¿Tienes algo que ver con esto? - le tiende el sobre a su amigo.
- Hola, Dani. ¿Qué tal, todo bien? - dice él con ironía.
- Daniel, nos conocemos, y este sobre, esta fiesta, solo puede ser cosa tuya. No voy a ir, que lo sepas - dice ofuscada.
