Capítulo 1

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5 vasos de gintonic,un cigarro detrás de otro y un poco de musica alrededor de una mesa todos juntos hizo de esa noche una noche para recordar.

Juguemos al círculo de fuego para no perder la tradición-dijo Claudia emocionada.

Venga Claudia no seas, infantil eso jugábamos con trece años ahora tenemos dieciséis- respondió Pablo quejándose.

¿Qué es el círculo de fuego? -interrumpe Elena

Venga vamos a jugar para que la novata conozca nuestro juego-respondió Guero (En verdad se llama elena pero por aquí por Rales le llaman así) sentada sobre las rodillas de Carlos.

Me llaman la nueva porque es el primer verano que paso aquí en este pueblucho,obligada por mis padres que buscaban tranquilidad y aire fresco estos tres meses de verano que supuestamente iban a ser los tres mejores meses de mi vida antes de entrar en aquel infierno llamado bachillerato.

Jesús sacó la baraja de cartas de el cuartillo después de un buen rato buscándolas y las puso sobre la mesa mientras que Claudia escribía en un papel el significado de cada carta,entendí en que consistía el juego con solo ver lo que cada uno hacía,no me hizo falta explicación alguna,estaba tirado. Aún así tenía mariposas en la barriga,desde que me senté en la silla Pablo no me quitaba la mirada de encima,ya resultaba hasta un poco coñazo.

En la primera ronda me tuve que beber un vaso de gintonic de un trago,en la segunda  hice 20 flexiones,si se le pueden llamar flexiones y en la tercera ronda, al gracioso de Jesús le tocó el dichoso número cuatro.

-Claudia,¿Qué pone en el numero 4?- pregunta ansioso Jesus y Claudia mira la lista rápidamente.

-'someter a una prueba a uno o dos miembros del círculo de fuego'- Jesús no pudo evitar soltar una rápida carcajada,estaba deseando que llegase este momento,reconoció.

Guero y Carlos se miraron con una sonrisilla pícara y yo no pude evitar enrojecerme,pude oler la idea que había tenido Jesús y yo me iba a negar.

-No vale decir que no,advirtió Jesús como si me hubiera leído la mente, esta prueba es muy fácil y la tienen que cumplir dos personas del grupo- dijo mientras miraba a Pablo subiendo y bajando las cejas.

-¡Venga Jesús dilo ya pesado!- añadió Claudia que era la única que parecía no haber pillado las multiples indirectas de los niños.

-Elena y Pablo,al cuartillo 5 minutos sin encender la luz-Ordenó en tono jocoso.

Se miraron rápidamente,bajaron las miradas y miraron a sus amigos.

La verdad,se me apetecía mucho entrar en aquel cuarto un rato con Pablo ,desde que llegué a Rales me había fijado mucho en el aunque me diera la impresión de que durante el par de días que había pasado aquí no me había echado ni puñetera cuenta a pesar de las miraditas que me dirigía.

-¡eh elena! Vamos- me dijo con un gesto de cabeza y tendiendome la mano.

-Yo no dije ni una palabra,pero acepte y le agarré la mano mientras que me llevaba hasta el cuartillo.

Tras un minuto tenso y silencioso,Pablo se atrevió a hablar-ven,aquí hay una silla sientate conmigo no vas a estar de pie el tiempo que estos nos quieran dejar aquí.

Dudé si acercarme o no,un paso mas cerca de Pablo significaria un poco mas cerca del beso y eso me llevaría alomejor a enamorarme o alomejor a un simple rollo de verano,pero era un beso y de aquel beso me acordaría toda mi vida.

Todo eso lo pensé a la velocidad de la luz y no se si la decisión que tomé fue la decisión mas rápida que he escogido en mi vida o simplemente fue lo que llamamos instinto humano lo que me llevó a acercarme a Pablo y a darle,aquel beso,aquellos besos.

Los supuestos 5 minutos,no fueron cinco minutos,a los 3 ya estaba Carlos metiendo la llave por la cerradura para dejarnos salir.

Nos separamos rápidamente y salimos del cuarto muy serios,los demás nos miraron,les miramos y explotamos de risa todos a la vez.

-El plan os ha salido redondo chicos-dije riéndome

-¡Sois unos campeones! Ya estáis contentos?- soltó Pablo

Y volvimos a explotar todos de risa.

Me alegraba de haber caído en ese pueblo de dos calles y diez casas como máximo,con unas muy buenas personas.

-Va a ser un gran verano- intuí.

Un par de kilómetros no me harán quererte menosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora