into you

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Lee Minho era el esposo de Kim Seungmin, un aburrido empresario dueño de una cadena hotelera, que rodeaban los alrededores coreanos

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Lee Minho era el esposo de Kim Seungmin, un aburrido empresario dueño de una cadena hotelera, que rodeaban los alrededores coreanos. Eran gran conocidos en el mundo Surcoreano, por ser una pareja homosexual casada, su vida parecía un puto reality show, en palabras de Minho claro está.

Llevaban cinco largos años de una monótona relación ficticia y solo por polémica. Una verdadera mierda, entre otras de las famosas frases de nuestro mal hablado personaje principal.

Tenían fingiendo un par de años más, pero a Minho no le gustaba hablar mucho de eso. Él realmente solo pensaba en cumplir el contrato al pie de la letra, como sus padres habían dictado.

"... Debes estar con él solo 10 años casado, 10 años Minho, luego haces lo que quieras. ¿Te quieres divorciar porque nunca encontraste el amor entre sus billetes? bien, tú pierdes. Pero haznos el favor de quedarte 10 años a su lado, no pido más..". Sí, su mamá fué dulce al contarle el plan. Algo simple a decir verdad, solo debía permanecer una década entre puro materialismo,  con besos de mentira y una relación fingida demostrando estabilidad en el mundo de los ricos, puras mierdas.

Lee lo había intentado los primeros años, levantarse temprano, cocinar para Seungmin, darle besos llenos de un esperanzado amor, pero nunca logró nada, y solo se rindió entre lágrimas de ilusión. Porque sí señores, Lee Minho había estado enamorado un tiempo de aquel castaño con linda sonrisa y un falso interés por alguien más que no sea él y su dinero.

Así fué su vida durante el primer año de aquella falsa relación, Minho se levantaba, cocinaba para ambos un rico desayuno, nutritivo porque sino Seungmin lo tiraría a la basura, ya que él no come cosas llenas de grasas y toda esa mierda de la nutrición que a Minho poco le interesaba.

Lo hacía, esperaba por él, y Kim solo bajaba cinco minutos antes de irse, comía a las apuradas y se iba, sin un beso de despedida, sin siquiera dirigirle una mirada, ni un adiós.

Entonces, todo lo que Lee hacía era ignorado, ya sea teñirse el pelo a un color extravagante y diferente, vestirse de manera distinta, maquillarse más de lo que hacía, pero nada, nada hacía que Seungmin girase a mirarlo, para él solo existía las cuentas y hacer dinero, nada más.

Eso lo lastimó bastante, recuerda haber llorado los primeros meses, hundido entre las tristes mentiras que decía a la prensa, presumiendo falsamente a las amigas de su madre como Kim lo quería, lo cuidaba, lo mimaba, y le hacía el amor, todas las noches. Cuando en realidad su vida sexual había terminado hacía años, sin besos más que frente a las cámaras, sin mimos, sin amor, sin nada, así era verdaderamente su vida.

O así lo fué, hasta que llegó él, y lo cambió todo, sí, sonaba cliché, pero Bang Chan era el hombre de su vida.

Había sido contratado por Seungmin ante una amenzada de ataque que habían recibido anónimamente, de algún idiota con demasiado tiempo queriendo molestar y hacer que Kim le soltase algo de dinero, sin saber que eso jamás pasaría.

Into you// MinChanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora