-Emma sonríele a la cámara– le dije –que preciosura tu ¿ah?– ella rio y pude notar como se ruborizaba.
-Justin déjame ¿si?– miro hacia otro lado algo tímida –¿no ves que nos miran raro?
Yo mire hacia los lados y si, efectivamente la gente de nuestro alrededor en la playa nos miraba algo extrañados.
-No me importa– le dije y la seguí grabando con mi cámara.
-¿Por qué me grabas siempre?– yo reí.
-Porque eres muy hermosa– ella se ruborizo y lentamente me miro de nuevo.
Un pequeño rayo de sol toco suavemente sus ojos provocando que brillaran y que tomaran un color mas claro a los que ella normalmente acostumbraba tener. Y esas pestañas que enmarcaban sus ojos, esas pestañas marcadas y encrespadas se movieron, ella pestaño un poco.
-Te quiero mucho Justin– mi corazón pego un pequeño giro, amaba que me dijera eso.
-Yo también Emma, yo también te quiero mucho– sonreí algo embobado.
-Eres mi mejor amigo– sonrió y yo también, pero algo decepcionado. Sabía que nunca me vería como algo más que un “mejor amigo” y eso me dolía mucho.
-¿Justin?– me pregunto dulcemente.
-¿Si?
-Logan no ha llamado– agallo la mirada y yo apague la cámara.
¿De nuevo con lo mismo? ¿Cuándo se dará cuenta de que el no la quiere realmente? Maldito Logan. Realmente es un imbécil. Seguramente debe estar engañando al amor de mi vida con una perra.
-Descuida– intente animarla. Por que si me dolía que ella estuviera enamorada de otro chico. Me dolería mucho mas verla sufrir, aunque en el fondo sabia que iba a sufrir si no hacia algo.
-Tienes razón– sonrió algo fingida –quizás esta ocupado y de seguro llamara luego.
-¿Quieres comer algo?– dije intentando cambiar de tema.
-Claro. Vamos.
Caminamos lento antes de llegar a la costanera. Emma quería ver el atardecer de la playa y como siempre complacía cada uno de sus caprichos, por que, como amaba verla feliz. Hasta las cosas más mínimas me gustan de ella. Sus labios suaves y rosados, su cabello, con ese flequillo algo loco cerca del ojo, que de vez en cuando con su mano lo desordena dejándolo hacia atrás, el tostado suave de su piel, sus mejillas que frecuentemente toman un color rosado intenso, su sonrisa traviesa y angelical que muestra las perlas de su boca y que sin querer me hacen sonreír a mi, su risa que forma en sus mejillas, solo en los momentos mas felices unas insípidas margaritas.
-¿Sabes Justin?– dijo mientras la brisa de la costanera jugaba con su cabello dejando libre su cuello y rostro –nos conocemos hace tanto tiempo, y tu solo haz tenido dos novias– suspiro –¿Por qué?
-No se, creo que ninguna era la indicada para mi– solo quería detenerme, mirar a los ojos y decirle “tu eres la indicada para mi” acercarme a sus labios y besarla, pero no me atrevería, se que ella ama a Logan y nunca lo dejaría por mi.
-¿Cómo que ninguna?– yo reí –mira, em… ¿Caitlin? Ella era buena chica.
-Ni tanto– admití –éramos muy diferentes, como para estar juntos. Además es…
-Si, lo se algo “hueca”– reímos –pero, ¿Lucy?– yo reí nuevamente –ella moría por ti, bueno, todas mueren por ti.
-¿Quién rayos es Lucy?– yo iba a reír pero Emma sin razón se detuvo.