❇Tu corazón ahora me pertenece❇ mi pequeño

Cap 7

-Hoseok se había levantado, por los rayos del sol que chocaba su rostro, haciendo que se tallara sus ojos de color almendra.

-Dejó de hacer tal acción cuando escucho que la puerta de la habitación estaba a punto de hace abierta, hasta al punto de qué su miedo sea notorio.

-Pero se había calmado un poco cuando vio a Jungkook. No tenía nada de ropa en su torso dejando ver su cuerpo trabajado, solo lo cubría su pantalón de dormir. Después de que Hoseok vio aquella escena, se había sonrojado, estaba tapándose con las sábanas para que el alfa no viera el color rojo de las mejillas del Omega.

-Oh, no tienes que avergonzarte mi pequeño- dijo sentándose en la cama, y quitar lentamente las sábanas del delicado rostro del menor de los dos.

-O-ok- dijo un poco nervioso por las palabras del mayor.

-Quieres que desayunamos- dijo acunando con sus grandes manos el rostro del menor para después acariciar la mejilla del ya mencionado.

-S-si por favor- dijo un poco sonrosado.

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Dos días antes.

-Seoki- tocó la puerta su madre- Vamos abre mí pequeño. Hice tu desayuno favorito- dijo emocionada la señora de 30 años por la acción que había hecho para su hijo- ¿Hoseok?... Vamos abre la puerta cariño ¿Hoseok? -dijo entrando a la habitación de su hijo- ¡HOSEOK!- fue acercándose a la cama del pequeño Omega. Al ver que su querido hijo no estaba se apoyo en una pared de aquel cuarto y comenzó a deslizarse por la pared lentamente mientras salían lágrimas sin cesar- M-mí p-pequeño.

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-Ok- dijo Jungkook- dime que quieres desayunar- dijo poniendo una sonrisa.
-Na-nada- dijo un poco nervioso Hoseok.

-Mira mí pequeño. No quiero que no me tengas confianza, por que eso me pone.... Triste, así que voy a hacer que me tengas confianza- dijo con si típica sonrisa de conejo.

-O-ok

-Ya vuelvo, ok, ¿Puedes esperarme aquí?

-S-si aquí esperaré- dijo con su sonrisa, que hacia notar sus adorables hoyuelos. Haciendo que Jungkook agarrara esas mejillas de color carmín y besara esos lindos hoyuelos.

-Bueno de tal acto, Hoseok se sonrojo hasta las orejas, para después ver a Jungkook salir de aquella habitación.

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-Jungkook estaba dejando la ropa en perchas que había dejado en la Tintorería.

-Después escucho unos pasos leves que se aproximaban, para después girar la cabeza para encontrarse a su Omega aún vistiendo el suéter de color rosa que le había comprado especialmente para el. Haciendo que en sus adentros gritara de felicidad.

-Necesitas algo, lindo~.

-N-no solo quería ver que estabas h-haciendo- dijo jugando con las mangas de aquel suéter que le quedaba aún grande, haciendo que Jungkook lo viera con ternura.

-Ya veo, me puedes ayudar a poner en perchas la ropa.

-S-si

-Ok, ven aquí- dijo señalando a su lado.

-Hoseok hizo caso, y se puso a lado del Alfa.
Empezando a colgar la ropa.

-Pero Jungkook estaba viendo de reojo hasta que vio que Hoseok paro, vio que el menor estaba viendo una prenda en específico.

-¿Ocurre algo mí pequeño?

-¿De quien es esta falda- dijo poniéndole atención a la falda de tela Rosa pastel que estaba en frente.

-Oh, es de mi hermana. es que, en una semana en el cumpleaños de ella- dijo sonriendo.

-P-puedo probarmela- dijo un poco nervioso. La verdad es que quería probarse la, era muy linda aquella falda.

-Oh.... Ok, ven aquí- dijo sentándose en una silla que estaba en aquel cuarto donde se colgaba aquella ropa.
Hoseok se acercó tímidamente al Alfa, Jungkook levanto aquel suéter rosa dejando ver la cadera y piernas de Hoseok, para después decir.

-Acércate te la voy a poner pequeño.

-Dijo para luego subir aquella falda por las piernas del menor viendo esos blanquecinos muslos, que hasta de lejos se veían suaves.

-Listo. Te queda muy bien mi pequeño- dijo sonriendo el Alfa

-En-enserio

-Claro que sí mi niño, ¿Ya te habías puesto una?

-No, mí padre nunca quiso que las usaras- dijo con la cabeza baja.

-Pues está equivocado, te quedan muy bien mi lindo niño- dijo besando las mejillas del más bajo.

-Muchas gracias Kookie- dijo con unas mejillas sonrosadas, tapándose con sus pequeñas manos para que no las vieran.

-El corazón de Jungkook comenzó a latir con fuerza por aquel bonito apodo que le dijo su hermoso pequeño. Se le quedaría por toda su vida esa palabra que le puso su niño, enserio lo haría.

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Espero le haya gustado mis queridos lectores, hasta ahora me dí cuenta que mucho tiempo sin actualizar, y muchas gracias por ser pacientes al respecto 😔💕💕Pero bueno hasta la próxima😚❤❤

OS AMO💕💕💕

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