Única parte

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A Louis le está picando mucho la mordida y tiene esta mueca dibujada en el rostro que se extiende y refleja la inmensa incomodidad que le provoca ese hecho. Si fuese cualquier otra parte de su cuerpo hace tiempo que se habría rascado con las uñas hasta aliviar la comezón que lo ha estado molestando desde, bueno, él ni siquiera es consciente de en qué momento exacto le ha empezado a picar, pero tiene por seguro que ha sido el tiempo suficiente para sacarlo de quicio y, en efecto, frustrarlo a un grado que no es capaz de soportar.

No puede hacer nada al respecto, sin embargo, sabe perfectamente que ni siquiera debe ponerle demasiado la mano porque eventualmente se sentirá extraño, y si no es el tacto de su alfa no logrará aguantar ni dos minutos completos de contacto antes de que comience a percibirse de esa forma tan peculiar, tan rara, como si estuviese tocando algo que ni siquiera perteneciera a su cuerpo aun cuando la tiene ahí plantada, justo al lado de donde inicia su fuente de aroma y que resulta ser el lugar preferido de su alfa para estar mucho antes de que pensara en morderlo.

Es un martirio, y está esta posibilidad de que tenga casi confirmado que la razón por la que tiene aquel constante picor es por nada más y nada menos que la ausencia de su pareja. Es algo ridículo, bastante teniendo en consideración que aquel hombre de ensueños que le ha clavado los dientes en el cuello recientemente se pasa una buena parte del día fuera de casa, cosa que enloquece a Louis con pasión si se lo preguntan. No obstante, ellos han tenido una larga conversación al respecto, desde mucho antes que Harry volviera a trabajar, una en donde el muchacho de pelo castaño posiblemente haya llorado un poco y Harry definitivamente le asegurara en una promesa constante que siempre volverá a él al final del día para atraparlo entre sus brazos.

Ha cumplido con su palabra, por supuesto, y cualquiera diría que después de una preciosa luna de miel y un semestre completo de matrimonio fantástico ya debería de estar acostumbrado a la rutina de ver al amor de su vida partir todas las mañanas y recibirlo junto con la puesta de sol o con la reciente brisa nocturna.

Y tiene sentido, claro que lo tiene, pero por alguna razón a Louis le sigue pareciendo tan triste dejarlo ir, ayudarlo a prepararse todos los días tan solo para recibir un beso, una marca de olor espléndida, esa constante promesa y el adiós inminente y demoledor que lo deja parado en su lugar hasta los próximos veinte minutos de vacío y silencio.

Y es que aún no está acostumbrado. Su omega todavía no consigue adaptarse a ello, aun cuando debería, porque Harry se lo ha dicho sin malas intenciones de por medio, entre diminutos besos y mimos y caricias que solo logran que el castaño se ponga un poco más pegajoso, o mucho, y quiera tenerlo todavía más cerca, con la piel desnuda, con el aliento en la boca, con esa cinta rosada que los envuelve y que se ata a la punta de aquella parte de sus almas que sirve para regresarlos a ellos mismos una y otra y otra vez.

Así que sí, Louis extraña a Harry, y la mejor manera que tiene su cuerpo de expresarlo —además de la constante incomodidad que habita en su pecho por culpa de su omega que no deja de removerse con vigor y cierto desquicie—, es haciendo que su marca le pique.

Un chasquido escapa de sus labios antes de que pueda darse cuenta de que lleva demasiado tiempo delante del espejo del baño, y aunque no tiene ni la menor idea de a qué ha ido en primer lugar, decide aprovechar que ya está ahí para realizar sus necesidades fisiológicas y un poco más. Se echa un último vistazo a la mordida, enrojecida y quizás hasta irritada, llena de esa añoranza y el anhelo de sentir los fluidos de aquel alfa que habita en sus sueños y su corazón con la única intención de refrescarle la piel picosa y calmarle la omega de paso.

Como le gustaría que Harry estuviera allí ahora.

Un suave suspiro termina saliendo de sus fosas nasales y se quita la bata de seda semitransparente, de este color durazno tan bonito que de alguna forma siempre está haciendo su piel relucir con esplendor, como si recibiera constantemente el beso del sol en cada esquina de su cuerpo en un gesto divino del mismo cielo.

Waking up next to you ✦ omegaverse [ls] | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora